miércoles, 21 de noviembre de 2007
Danilo Bustamante Rocha
Economía y Negocios, El Mercurio
En la VII Región, en tanto, fueron presentados los últimos antecedentes necesarios para la reapertura de Licancel.
Pese a los reiterados rechazos recibidos por parte de las autoridades ambientales de la Región de los Ríos, Arauco -ex Celco- no recurriría a tribunales para levantar el límite productivo que afecta a su planta de celulosa en Valdivia.
La Corema rechazó el jueves pasado un recurso de reconsideración presentado por Arauco para que la planta pueda aumentar su producción. La unidad se encuentra desde agosto de 2005 funcionando a 80% de su capacidad, tras los problemas ambientales de agosto de 2005 en el río Cruces, con menores ventas estimadas en US$ 160 millones, pese a que los ejecutivos de la empresa han reiterado que desde marzo de 2006 cuentan con todas las mejoras necesarias para trabajar a "full".
La compañía no se ha querido referir al camino que tomará para superar la situación en Valdivia, debido a que aún no ha sido notificada oficialmente por la Corema respecto del último rechazo.
Pero fuentes de la industria aseguran que la firma no llevaría el caso a tribunales, tal como se había comentado en los últimos días, ante el temor de que las autoridades cierren las puertas al diálogo por tratarse de un tema ya judicializado.
Mejor es la suerte que la firma controlada por el grupo Angelini ha corrido con su planta en Licantén. Tras las dos aprobaciones emanadas el jueves pasado de la Corema de la VII Región, en torno a la mantención de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) -que permite producir 140 mil toneladas de celulosa anuales- y a la aprobación del plan de cierre de la laguna de tratamiento de riles para la entrada en funcionamiento del nuevo sistema, Arauco presentó los últimos antecedentes que le faltaban.
Arauco ayer realizó ante la Dirección General de Aguas (DGA) la entrega final de las obras complementarias del ducto que construyó en la planta e hizo llegar a la Seremi de Salud los planes de contingencia y monitoreo de la unidad de celulosa para poder hacer efectivo el levantamiento de la prohibición de funcionamiento.
Ante la situación, Arauco reiteró sus estimaciones en torno a que la planta pueda volver a funcionar el 30 de noviembre, tras cinco meses de inactividad.
