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Partió sólo como una idea y hoy comienza lentamente a volverse realidad. Las empresas mineras, ante la estrechez del suministro eléctrico en el norte y los inesperados aumentos de precios, decidieron tomar la iniciativa y desarrollar, ellas mismas, sus propios proyectos eléctricos.
El pionero en esto es BHP Billiton, que ha puesto en la central a carbón Kelar sus fichas para abaratar costos eléctricos.
Este proyecto, que requerirá de una inversión cercana a los US$ 800 millones para construir dos turbinas de 250 MW a carbón cada una, fue recientemente aprobado por la Conama, tras ser ingresada al SEIA en noviembre de 2006. Estará ubicado a un costado de la zona portuario-industrial de Mejillones, en la II Región.
BHP busca generar energía suficiente para sus requerimientos eléctricos en Escondida y en Spence, ambas operaciones mineras ubicadas en la II Región.
Codelco también tiene su proyecto propio, aunque, por ahora, sólo será construido por ellos en caso de que su licitación internacional no arroje ofertas.
El proyecto Farellones involucrará una inversión de US$ 1.100 millones, para generar 800 MW. Estará ubicado, de concretarse, en Totoralillo Norte, localidad costera ubicada 60 kilómetros al norte de La Serena.
La tercera minera con proyectos propios es Barrick. La minera canadiense tiene el Estudio de Impacto Ambiental aprobado para construir la central Punta Colorada, que operará con petróleo pesado y que estará ubicada en la comuna de La Higuera, en la IV Región.
Hacia el sur
La idea también ha sido adoptada en el sur por algunas empresas forestales. Forestal Comaco tiene dos proyectos -uno en Dinahue y otro en Curacautín- para generar 4,5 MW cada uno, mediante biomasa y con inversiones superiores a los US$ 9 millones. Similar iniciativa tiene la Papelera del Pacífico, con un proyecto de 15 MW, y que costará US$ 27 millones.