Reinserción de las privadas de libertad

sábado, 24 de junio de 2017

Opinión
El Mercurio

Señor Director:

Los debates y propuestas de los candidatos a la presidencia poco o nada dicen sobre las personas privadas de libertad. Se discute sobre seguridad ciudadana, pero no de una política pública de reinserción social y de derechos sociales de quienes están excluidos de la sociedad y que caen en la delincuencia.

Esta debería considerar el hecho de que los encarcelados comparten una misma historia de violencia que nace desde la cuna. Es la violencia de la pobreza, del abandono estatal y de la soledad que termina violentando a otros. A modo de ejemplo, un niño con su madre privada de libertad es un niño expuesto a reproducir la dinámica delictual.

El Papa Francisco vendrá a Chile y de seguro visitará un recinto penal. ¿Qué nos dirá, y qué le diremos a él? ¿Por qué no comprometernos con una política pública que no condene a los hijos de una mujer encarcelada? Al condenar a una madre también se condena a sus hijos. Sin su madre, esos niños quedan expuestos a la violencia de la calle y a la reproducción de las dinámicas de la violencia delictual.

¿Por qué no discutir la posibilidad de que una madre condenada a pena no aflictiva pueda cumplir su pena en su domicilio, de forma que sus hijos no pierdan a su madre y su vínculo con la sociedad? Estoy seguro de que una medida de este tipo es mil veces más eficaz que una cárcel, que un dron vigilando desde lo alto o que mil policías más en las calles. El Santo Padre lo agradecería en nombre de esos miles de niños que quedan sin lo fundamental para su desarrollo en la dignidad que todos merecemos.

P. Luis Roblero sj

Capellán de cárceles