Cuando una trombosis no se trata puede tener consecuencias graves
viernes, 23 de junio de 2017
AMALIA TORRES
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio
La inmovilidad que se produce en los viajes largos en avión puede gatillar este problema. En algunos casos hay síntomas, como dolor e hinchazón.
Viajar en avión con las rodillas flectadas y sin caminar por horas son algunas de las causas para desarrollar una trombosis venosa profunda, lo mismo que sufrió el relator deportivo Pedro Carcuro en Rusia en su pierna derecha y que le impidió viajar desde Moscú hasta Kazán para el partido Chile-Alemania. "La trombosis venosa profunda es cuando se forman coágulos de los miembros inferiores. Esto sucede en el contexto de enlentecimiento del flujo venoso. La sangre tiene que estar en equilibrio entre coagular y ser líquida. La capacidad para coagular es necesaria para cuando nos hacemos una herida y no tener una hemorragia", explica el doctor Michel Bergoeing, cirujano vascular de la Red Salud UC Christus. Sin embargo, cuando el flujo sanguíneo se vuelve más lento, la sangre piensa que la persona está sangrando y se activa la coagulación. Esa coagulación, explica Bergoeing, termina provocando un "tapón" al interior de la vena, que evita el flujo sanguíneo normal. Algunos síntomas que se pueden advertir son dolor e hinchazón. "Incluso la pierna puede ponerse un poco morada. Desafortunadamente, también puede ser asintomático", dice. Además, hay casos en que el coágulo se desprende y viaja hasta el pulmón (ver infografía), por lo que puede causar una embolia pulmonar. El reposo prolongado, como el que ocurre a bordo de un avión, puede provocar una trombosis venosa profunda. Por eso muchas veces se le llama "síndrome de la clase turista". Sin embargo, también puede ocurrir en viajes largos en bus o auto. Para evitar su aparición, las personas que tengan antecedentes de trombosis deben tomar anticoagulantes antes de estos viajes. Para las demás personas, agrega el doctor, solo basta con algunas precauciones: "Tomar agua y moverse en la cabina cada una hora o media hora. Hacer los ejercicios que recomiendan algunas aerolíneas también es buena idea". "La deshidratación per se no es un factor de riesgo, pero yo les recomiendo a mis pacientes que tomen harto líquido -como agua y jugos, no alcohol-, durante el vuelo, para mantener un volumen de sangre apropiado. Además, eso los obliga a ir al baño y moverse".
