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A casi tres años de la implementación del monitoreo telemático

Sistema de vigilancia con tobilleras no despega: solo se usa el 40% de la capacidad

lunes, 19 de junio de 2017

MARIO GÁLVEZ
Nacional
El Mercurio

Sin embargo Gendarmería hace una buena evaluación: El 80% de los condenados a penas sustitutivas ha cumplido satisfactoriamente su sentencia bajo este sistema de control.



Al 80% de los condenados a penas sustitutivas de reclusión parcial y libertad vigilada se les ha desinstalado el dispositivo por el cumplimiento satisfactorio de la medida de control, según las cifras oficiales entregadas por Gendarmería. Es decir, hay un alto índice de cumplimiento de la pena impuesta por los tribunales de justicia.

Pero el sistema penal solo usa un 40% de la capacidad de la vigilancia a través del monitoreo telemático.

Los controles pueden alcanzar hasta 10 mil sentenciados simultáneamente, pero actualmente es utilizado por 4.300. Y este número no ha variado de manera notoria.

Jaime Rojas, director nacional de Gendarmería, señala que si bien es cierto que son los tribunales de Justicia los que aplican esta medida, y a la institución solo le corresponde aplicar el control, admite que "desde el punto de vista de la estimación original de personas que iban a cumplir condena mediante este mecanismo, estamos en un porcentaje bajo".

El balance corresponde a los casi tres años desde que comenzaron a aplicarse las denominadas tobilleras, en agosto de 2014, que consiste en el control electrónico de las personas que fueron condenadas a cumplir sus penas en libertad.

Hasta ahora, un total de 22.383 individuos (87,7% hombres y 12,3% mujeres) han sido sometidos a estas medidas de seguimiento, registrándose un escaso número de revocación, que decretan los jueces cuando los condenados intentan eludir el monitoreo o se sacan el dispositivo.

Pocas revocaciones al control

Los números oficiales indican que 149 personas en total han cortado la correa del dispositivo para burlar la vigilancia desde 2014 a la fecha (0,79%). Y que solo al 2,82% de los 22.383 condenados se les ha aplicado la revocación de esta medida por parte de los jueces, lo que significa que sus penas debieron cumplirse en forma efectiva o con medidas más restrictivas.

En el caso de los condenados a reclusión parcial, que deben permanecer recluidos en sus domicilios o en establecimientos de Gendarmería durante un período semanal de 56 horas, el control ha alcanzado 22.053 individuos (98,5%), mientras que para los autores de delitos más graves sujetos a libertad vigilada intensiva (penas de cárcel entre 3 y 5 años), llegan a 18 (9 en 2016 y otros 9 en 2017).

Y en cuanto al control de las medidas de prohibición de acercamiento a la víctima, decretada por el tribunal y aceptada por el o la afectada, actualmente se emplea en dos casos de libertad vigilada intensiva por delitos de abuso sexual. En ambos hechos, el victimario tiene prohibición de acercarse a la afectada, a su domicilio y al colegio, activándose una alarma en caso de ocurrir incumplimiento.

Problemas superados

El proceso de puesta en marcha fue engorroso. En 2014 hubo problemas de detección de las señales que emite la tobillera, lo que dilató el inicio del monitoreo.

Por ello, en un principio se ejecutó exclusivamente para las penas de reclusión domiciliaria. Y solo el año pasado se extendió para condenados por delitos más graves, aunque todavía no alcanza masividad (18 casos en poco más de año y medio).

Jaime Rojas dice que la institución ya hizo el aprendizaje y la inversión en tecnología y ello ha enriquecido la experiencia para dar cumplimiento a la ley.

También se han superado las fallas y problemas detectados en el origen por parte de la empresa encargada de entregar el servicio. "No es infalible, porque estos sistemas pueden fallar, pero hay gente y experiencia que nos permiten superar rápidamente estas dificultades".

22.383
individuos han sido sometidos a esta medida de seguimiento.

1,39%
de los controlados (312) corresponde a pena mixta, es decir, que interrumpieron el cumplimiento encerrados y pasaron a usar tobilleras.

12,3%
de los usuarios del sistema son mujeres. En los años de funcionamiento del control electrónico lo han usado 2.748 condenadas.

20
personas  castigadas con pena sustitutiva fallecieron mientras la cumplían con el sistema de monitoreo electrónico.

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