viernes, 16 de noviembre de 2007
Constanza Hola Chamy
Economía y Negocios Online, El Mercurio
Dineros para amortizar deuda fueron aprobados sin apoyo de la Alianza.
Quedó para la cola y cuando los ánimos dentro de la Concertación no eran los mejores.
Luego de la polémica discusión del Transantiago, los diputados de la Alianza aprobaron entonces el resto del presupuesto para Transportes, sin desagregar el propuesto para Ferrocarriles, dadas las altas horas de la madrugada y la petición del presidente de limitarse a votar sin alargar la discusión. Pero el tema no terminó ahí.
Pasadas las 5:00 horas y ya comenzada la partida del Tesoro Público -la última de la noche-, la oposición pidió votar aparte los dos ítemes que autorizaban el aporte fiscal para servicio de la deuda de EFE, tanto la amortización de la deuda interna como sus intereses, que en total sumaban más de $37 mil millones. Sin embargo, igual los aportes resultaron aprobados, por 54 votos versus 45.
"Esto es el cuento del lobo. No sé qué pretende el Gobierno. Por qué no nos presenta un plan para terminar con las millonarias deudas de ferrocarriles, en vez de seguir generándolas para pagar la misma deuda", señala el diputado RN y miembro de la comisión investigadora de Ferrocarriles, Nicolás Monckeberg.
Primer golpe
Pero la Alianza no se fue con las manos vacías en lo que a Ferrocarriles se refiere. Porque mucho más temprano, con la cabeza más despejada y con el apoyo de diputados radicales y socialistas, lograron rechazar la indicación que permitía traspasar parte de los fondos reembolsables del Transantiago a Ferrocarriles, a través de los gobiernos regionales. Ésta había sido incluida por el Ejecutivo a través de la indicación 26 a la partida de la Subsecretaría de Desarrollo Regional.
El problema es que sin la autorización para el traspaso, el plan anunciado por el nuevo presidente de la estatal, Jorge Rodríguez Grossi, pierde un pilar trascendental. El mismo Rodríguez anunció a su llegada que pretendía hacer participar a los gobiernos regionales que quisieran mantener ciertos tramos poco rentables.
De hecho, en el protocolo de acuerdo entre el Gobierno y parte del oficialismo para el Presupuesto 2008 se incluyó un ítem que hacía referencia a Ferrocarriles. Éste anunciaba que a más tardar en abril de 2008, Transportes y Hacienda deberían dictar un decreto que aprobara el Plan de Desarrollo para EFE 2008-2010, lo que algunos denominaron nuevo plan trienal.
"Para efectos de llevar a cabo los proyectos de inversión contenidos en dicho plan, éstos deberán presentar rentabilidad social positiva demostrada a través de una evaluación externa, y podrán ejecutarse mediante convenios de programación con los gobiernos regionales en que consten las obligaciones financieras y compromisos de ejecución de ambas partes", versaba.
Sin embargo, el rechazo a los aportes este año podrían hacer peligrar el futuro plan.
