Que Jesús García Sánchez diga que "la poesía española actual está en un momento de desorientación", puede que no inquiete especialmente a autores y lectores. Otra cosa es si lo dice Chus Visor (Madrid, 1945), el reconocido editor que en 1969 decidió publicar él mismo los libros de poesía que no encontraba en su país. "A mí siempre, desde pequeñín, me han llamado Chus", explica sobre su seudónimo. Y recuerda: "Solo alguna vez mi madre me llamó Jesús". Lo de Visor vino después, cuando el nombre de su sello editorial, que primero fue el de su librería -en la que entonces abundaban los volúmenes de cine-, ya era inseparable de él mismo. "Calculo, aunque es muy difícil, que Chus Visor empezarían a llamarme en 1975", dice desde Madrid, próximo a viajar a Chile para tomar parte, este miércoles, en un homenaje que le rendirá el Centro Cultural de España (Av. Providencia 927, 19:30 horas). Junto a él estarán el poeta español Luis García Montero y los chilenos Óscar Hahn y Raúl Zurita, así como el poeta y editor chileno-argentino Daniel Calabrese. Todos ellos, publicados en la colección Visor de Poesía, la de la clásica portada negra. Sobre esa "desorientación" de la poesía de su país, señala: "Durante años la poesía española ha estado sometida por la llamada 'poesía de la experiencia', de la que Luis García Montero es el máximo exponente, a una confusión o búsqueda de nuevos caminos que no encuentra". Por esta razón, destaca apenas algunos nombres de los poetas que actualmente pueden tener 45 años o menos. "Quizás Manuel Vilas, Juan Antonio González Iglesias y José Luis Rey sean mis preferidos como lector". -¿Cree que internet y las nuevas tecnologías han influido en la manera en que están escribiendo poesía los jóvenes? -Las nuevas tecnologías están influyendo, y mucho, especialmente en los lectores. Estos son quienes están decantándose por un tipo de poesía más ligera, juvenil, directa... por una lectura fácil y sencilla. Los gustos de la juventud han variado, no sé si influirá en los poetas. Desde luego que lo que está cambiando es el lenguaje y la comunicación. En 1996, Chus publicó George Jackson y otras canciones , de Bob Dylan, en la colección Visor de Poesía, adelantándose dos décadas al reconocimiento de la Academia Sueca. Pero matiza: "Para mí fue una alegría que le concedieran el Premio Nobel. Siempre he tenido mucho respeto a la cultura popular, mucho más a los poetas cantantes; otra cosa más discutible es si en verdad Dylan merecía ese premio. Hace años lo habría puesto en duda, pero observando los últimos ganadores, la manera tan heterodoxa en que están otorgando este premio, es más que merecido. Siempre que no se le compare con otros grandísimos que no lo han ganado. -¿Como quiénes, de los que están vivos? -Por ejemplo, Philip Roth. También americano. También judío. -¿Qué representan para su editorial estos autores que son populares gracias a la música? Entiendo que Joaquín Sabina vendió más de 250 mil ejemplares. -Tengo enorme respeto por los autores que deben su popularidad a la música, y mucho más si añadimos que son grandes poetas, como Leonard Cohen, Dylan, Sabina, Violeta Parra, Vinicius de Moraes. Para la editorial, algunos han sido muy beneficiosos, pero no todos. De Bob Dylan no se vendían ni 80 ejemplares, sí, 80, hasta que le dieron el Nobel. Sabina ha sido un caso especial, seguramente por el idioma, pero sin duda que, sobre todo, por su calidad como poeta. Con poco más de 20 años, Chus Visor se atrevió a publicar aquellos libros que no estaban traducidos o de los que no había ediciones disponibles. "Lo que me ocurría a mí es lo mismo que le pasaba a tanta gente en aquellos años. En España apenas se editaban libros de poesía, y tenía muchos amigos con ganas de leer tanto como yo", recuerda. -¿Qué vino después de ese impulso inicial? ¿Qué autores o libros lo reafirmaron en su decisión? -Los primeros libros se vendieron muy bien; desde el principio tuvieron bastante eco en la prensa y poco a poco se fue afianzando la colección; también es verdad que no había ninguna competencia editorial. Cuando se edita un libro nunca sabes si se va a vender o no, y lo peor es que nunca se sabe de qué depende. La poesía tiene un público más o menos seguro, más fiel, y aunque muy pocas veces es cuantioso, tampoco suele defraudar. Me he llevado algunas sorpresas con autores de los que pensaba que se vendería lo mínimo, pero que editaba por creer en ellos, como e.e. cummings o Cavafis o Emily Dickinson, y luego fue lo contrario. De otros, que estaba seguro de su buena venta, Victor Segalen o Sanguinetti o A. Jarry, sacamos 2 mil ejemplares y aún quedan bastantes de cada uno. No he sido buen profeta con estos autores, todos editados en los años 70. En la colección La Estafeta del Viento, Chus Visor ha entregado un panorama de la poesía latinoamericana del siglo XX, publicando antologías de distintas nacionalidades. -La poesía en casi todos esos países ha sido de gran altura, algunos excepcionales, como Chile o México o Perú o Argentina, también más conocidas porque los grandes autores han favorecido a otros poetas. En otros casos, han dejado en segundo plano a grandes poetas de su misma nacionalidad, pero en general han sido una ayuda. La Estafeta del Viento ha dado a conocer la poesía de algunos países, que posiblemente por no haber tenido primeras figuras han pasado más desapercibidas. Personalmente, creo que el nivel de la poesía en países como Venezuela o Ecuador, tan olvidados ellos, es muy interesante. Hace un par de años, Chus Visor protagonizó una polémica en su país por las opiniones que dio en una entrevista en el suplemento El Cultural: "Creo que la poesía femenina española no está a la altura de la otra, de la masculina"; "[en el siglo XX] no ves ninguna gran poeta, ninguna comparable a lo que suponen en la novela Ana María Matute o Martín Gaite". También se advierte una minoría de mujeres en las antologías latinoamericanas. -Cada una de las antologías de La Estafeta la ha hecho un especialista en la poesía de los países respectivos; si ellos han considerado incluir menos mujeres, no sé los motivos. Como editor, no puedo hacer otra cosa que aconsejar, pero poco más. En lo que se refiere a España, conozco bien la poesía del siglo XX y confirmo totalmente lo que en su día manifesté. ¿Acaso en España hay alguna poeta comparable a Juan Ramón o a Machado, Lorca, Cernuda, Salinas...? No, no ha habido. Otra cosa es la poesía de Hispanoamérica, que sí ha tenido grandes poetisas, en muchísimos casos comparables y superiores a la poesía escrita por hombres. -¿Qué significó para usted que 400 autores firmaran una carta de protesta y lo acusaran de "sexista"? -Te diré que no fueron 400 los firmantes de la carta, fueron más de 1.300. Pero allí quedó todo, porque en el fondo sabían que la razón estaba de mi parte. Mis declaraciones en ningún caso fueron sexistas. Quien me conoce sabe que yo no suelo leer lo que se escribe de mí. De hecho, me enteré de los insultos que me mandaban por amigos, que los endulzaban, y por mis hijos que sí estaban más preocupados. Ahora, dos años después, he leído el manifiesto con calma y la verdad es que fue tan duro como injusto. En Visor he editado a más de 200 poetas mujeres... pero no a las que promovieron el escrito. -En la conversación de este miércoles estarán presentes Óscar Hahn y Raúl Zurita, dos poetas candidateables al Premio Cervantes. ¿Tiene alguna preferencia? -Tanto Óscar como Raúl son dos poetas más que merecedores de ganar el Premio Cervantes, y no me cabe duda de que los dos lo van a conseguir. Los dos son tan distintos como grandísimos. Solo puedo desearles suerte. Ganar un premio como el Cervantes no es sencillo, como todos los premios en los que hay tantos jurados y tan dispares, pero confío en que se hará justicia con ellos. "La poesía tiene un público más o menos seguro, más fiel, y aunque muy pocas veces es cuantioso, tampoco suele defraudar".