Raúl Escobar Poblete conocía bien a la francoamericana secuestrada en México
sábado, 17 de junio de 2017
Lilian Olivares
Nacional
El Mercurio
Según fuentes de la investigación, el "comandante Emilio" se casó con su actual pareja en
En Sayulita, una pequeña localidad costera en la Bahía de Banderas, en el sur del Estado de Nayarit, en las costas del océano Pacífico, se casó Raúl Emilio Escobar Poblete, el "comandante Emilio", con Isabel, la española hoy fugitiva de México, por quien se separó de la frentista Marcela Mardones. Se trata de una caleta pesquera -ubicada a unos 630 kilómetros de San Miguel de Allende- que en los últimos años ha atraído al turismo, pero que hasta hace poco fue una joya de la naturaleza. Ahí tenía una casa de descanso Nancy Michelle (70), la francesa con residencia americana que durante 79 días permaneció secuestrada por una banda que presuntamente lideraba Raúl Escobar Poblete, autor del asesinato del senador Jaime Guzmán. En esa casa contrajo matrimonio el comandante Raúl con Isabel. Este "pequeño gran detalle", en manos de los investigadores y al que tuvo acceso "El Mercurio", revela la proximidad que tenía Raúl Escobar Poblete con la mujer plagiada. Conocía de su acomodada situación económica, e incluso de sus contactos. Las mismas fuentes cercanas a la investigación indicaron que hace un tiempo habían hecho un negocio: ella le vendió una propiedad, de modo que él -quien se dedicaba a negocios inmobiliarios- sabía que contaba con dinero sonante. Es por ello que el día 30 de mayo, cuando después de 26 años fugitivo de Chile fue capturado en este municipio, lo hizo por causa de una encomienda -según la Procuraduría- que estaba enviando el comando secuestrador a un restaurante-hotel de élite, en las afueras de San Miguel de Allende: el Nirvana. Cuando ya han pasado dos semanas de la detención, han ido trascendiendo sorprendentes historias en torno al secuestro y se han despejado otros datos que resultaron ser falsos. Por ejemplo, no fue el "comandante Emilio" quien le entregó el paquete con las cartas de Nancy a su marido a un taxista para que lo llevara al Nirvana. Lo hizo un miembro de su banda que tenía acento norteamericano. La tarea del FPMR -según los investigadores- fue seguir al taxista en su camioneta Tacoma blanca, para comprobar que efectivamente el encargo llegara a su destino, el elegante complejo cuyo dueño, el chef Juan Carlos Escalante, es amigo de Nancy Michelle, porque ella era una cliente frecuente. La residencia de la franco-estadounidense está en la Colonia Guadalupe, próxima al hotel-restaurante. El taxista que nos conduce al Nirvana comenta: "Mi compañero (el que llevaba el encargo) se puso nervioso porque le pagaron 500 pesos por un trayecto que vale 200 y porque vio que lo seguía un hombre en una camioneta. Entonces llamó a Emergencia Policial, de donde le dijeron que siguiera hacia una bencinera, donde lo estarían esperando. Y ahí detuvieron al chileno que lo iba siguiendo. Mi compañero sí que está en problemas ahora, por delator de una banda de secuestradores". Nancy Michelle había desaparecido al mediodía del 13 de marzo, minutos después de salir de su domicilio. Y la liberaron al día siguiente de la captura del "comandante Emilio", sin cobrar el rescate. Lo cual, para la Inteligencia federal, revela el liderazgo que tenía en la banda el chileno. Esta es la primera vez en los últimos 10 años que se logra en el Estado de Guanajuato la liberación de un plagiado sin pagar rescate, y hay una larga lista de víctimas cuyos casos se archivaron. Por eso hoy la Unidad Especializada de Combate al Secuestro (UECS) de la Procuraduría General de Justicia del Estado trabaja incansablemente para intentar ligar carpetas de otros casos con la que se le abrió al chileno Raúl Escobar Poblete hace dos semanas. Las autoridades federales se han mantenido en silencio respecto del caso, y el procurador general del Estado de Guanajuato se negó a informar oficialmente sobre las pruebas que obran en su poder para conseguir la condena del "comandante Emilio", fundando su posición en que el seguimiento del caso se realiza conforme a las reglas del Sistema de Justicia Penal Acusatorio, lo que exige ceñimiento a las disposiciones sobre publicidad y reserva de datos.
