Dólar Obs: $ 947,68 | -0,10% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.242,15
IPC: 0,40%
En marzo comenzó a regir el decreto sobre planificación diversificada del currículo:

La inclusión de niños con necesidades educativas especiales es un "proceso en construcción"

domingo, 11 de junio de 2017

Margherita Cordano
Educación
El Mercurio

Aunque se avanza en darles cabida en las salas de clases, todavía es necesario capacitar a la comunidad escolar para desenvolverse en aulas más heterogéneas.



Hace una semana, Ignacio y sus compañeros cocinaron pizza en clases. Juntos se organizaron para comprar ingredientes y amasar hasta lograr la consistencia precisa. Una vez lista, se preocuparon de dividir las porciones y compartirlas para que nadie quedara con hambre. "Es un ejercicio que sirve mucho para trabajar la motricidad y la autonomía, pero que también fomenta la idea de ayudarse unos a otros", comenta Álvaro García, papá de este niño de 10 años que se destaca por ser muy sociable, apasionado por la música y un entusiasta comentarista de las actividades que realiza en Alexander Pedagogía Waldorf, ubicado en Ñuñoa, donde estudia.

Hasta ahí llegó después de una intensa búsqueda de sus papás, para quienes no fue fácil encontrar una institución educativa que abriera sus puertas a un niño con síndrome de Williams, condición genética de Ignacio. Esta se caracteriza por una menor producción de elastina, lo que acarrea problemas motores, funcionales, un déficit cognitivo leve a moderado y deficit atencional, entre otras potenciales complicaciones.

"Muchos colegios se excusan diciendo que prefieren no aceptar alumnos con necesidades educativas especiales por el bien del niño, porque no tienen las herramientas para trabajar con ellos. Hay otros que aceptan, pero que al final del día no se adaptan, entonces los niños terminan yendo, pero se quedan a un lado sin aprender como deberían hacerlo", explica Álvaro García. Dice que está contento con la opción que le entrega el establecimiento de pedagogía Waldorf por el que optó: así como en el colegio hay niños que no presentan trastornos del desarrollo, también hay otros con síndrome de Down o trastornos del espectro autistas, por ejemplo. Estos últimos están en un mismo curso, donde a su ritmo -y con actividades lúdicas como cocinar una pizza- aprenden con una educadora diferencial especializada en pedagogía Waldorf y sus dos ayudantes.

Educación de calidad

A propósito de los cambios que propone la reforma educativa en proceso, Alida Salazar, coordinadora nacional de Educación Especial del Ministerio de Educación, cree que el concepto de calidad al que está apunta no puede obviar a los niños con necesidades educativas especiales. "Una educación de calidad se considera aquella que se produce en contextos inclusivos", indicó durante su exposición en el seminario "Avances en inclusión de alumnos con NEE", encuentro que hace unos días organizó la Fundación Grupo Educar.

Si bien durante su charla indicó que la inclusión de niños con necesidades educativas especiales aún es un "proceso en construcción" en el país, también dijo estar optimista por cambios recientes que se han incorporado. Salazar puso especial énfasis en el Decreto 83, que entró en vigencia este año y que aprueba criterios de adecuación curricular para alumnos con necesidades educativas especiales en educación parvularia y básica. "Avanza hacia un enfoque educativo donde el acceso al currículo es para todos, considerando las necesidades y adecuaciones que se requieran". La propuesta es trabajar con una planificación diversificada del currículo.

"Implica dejar de pensar solo en políticas que inyectan esfuerzos por revertir las consecuencias de la segregación que el mismo sistema fomenta desde otros frentes, para pasar a invertir en políticas que la evitan desde un comienzo. Es equivalente a diseñar los planos de un edificio con ascensores, rampas o anchos de puertas que permitan la circulación de todos, en lugar de incorporar elementos de accesibilidad una vez que el edificio esté construido", agrega Isabel Zúñiga, presidenta de Mis Talentos, fundación que busca contribuir a la igualdad de oportunidades en educación.

Zúñiga también destaca otros hitos del último tiempo: que la normativa hoy diga "que nuestro sistema debe ofrecer educación de calidad a todos sus estudiantes, sin importar sus características individuales", que se creara un sistema de admisión por sorteo y que la medición de calidad educativa haya "mejorado en accesibilidad a todos los estudiantes, e incorporado mediciones complementarias al Simce, como el clima escolar".

Al debe

A pesar de estos avances, los especialistas coinciden en que es necesario capacitar más a los profesores para trabajar en aulas más heterogéneas. "Gran parte de los profesionales que hoy están en ejercicio fueron formados para trabajar en escuelas especiales, o en establecimientos de educación que tienden a utilizar estrategias que homogenizan a sus estudiantes, desconociendo su diversidad. Conocimientos y estrategias sobre inclusión y trabajo colaborativo -necesario para la inclusión- están al debe en el sistema", cree Isabel Zúñiga.

En el seminario de Grupo Educar, Sandra Urra, jefa de la carrera de Educación Diferencial de la sede Concepción de la Universidad Santo Tomás, comentó que aunque sin malas intenciones, todavía hay muchos profesores que, por ejemplo, preguntan a toda voz si un niño se ha tomado sus pastillas o no. "Puede que después digan algo negativo para dar cuenta de que uno de los niños no se tomó su medicamento, lo que da pie a que los compañeros después se formen un prejuicio", indicó.

EN CIFRAS

1 de 5
estudiantes en Chile tiene alguna Necesidad Educativa Especial -NEE-, según datos que entrega la Fundación Mis Talentos. Entre ellos se encuentran los niños con trastornos como autismo, con síndrome de Down o déficit atencional, por ejemplo. Mientras que características como la ceguera se consideran NEE permanentes, otras como los trastornos de lenguaje se tildan de NEE transitorias.



 Imprimir Noticia  Enviar Noticia