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A 200 años de su muerte La vida detrás de las novelas

Jane Austen a puertas cerradas

domingo, 11 de junio de 2017

Valentina Proust Iligaray
Artes y Letras
El Mercurio

En 1811, luego de varios intentos, Jane Austen publicó su primera novela, "Sentido y sensibilidad", a los 36 años. Con el tiempo, sus novelas se transformaron en un éxito y a 200 años de su muerte son referentes de la literatura inglesa. La última biografía publicada sobre Austen busca encontrar en su vida cotidiana la verdadera inspiración de sus historias.



El 24 de mayo de 1817, Jane Austen tomó un carruaje desde su casa ubicada en el pueblo de Chawton -el hogar que la vio convertirse en una autora publicada- para dirigirse a Winchester en busca de un médico. Llevaba meses enferma y en un estado tan débil que apenas podía escribir. En compañía de su hermana y algunas amigas, falleció a las pocas semanas, el 18 de julio. Tenía solo 41 años, 6 novelas terminadas y una prometedora carrera como escritora.

200 años después, la figura de Jane Austen continúa despertando interés, tanto para estudiosos de la literatura como para sus admiradores. Como persona reservada y recelosa de su privacidad, no dejó grandes pistas sobre cómo era su vida. Por ello, las biografías escritas por sus familiares y las cartas de la autora a su hermana Cassandra han sido las principales fuentes para conocerla, además del intento de encontrar en los personajes de sus historias algún paralelo con su vida.

El mundo que presenta en sus novelas, que ha sido reflejado en numerosas películas y series de televisión, está poblado por personajes que viven en casas de campo, lujosas mansiones y elegantes residencias en ciudades como Londres o Bath. Un ambiente siempre hogareño, cálido y acogedor, en medio del entusiasmo por las fiestas y encuentros sociales. Se suele pensar que la vida de Jane fue muy similar a la de sus heroínas, idea que está lejos de la realidad. A pesar de tener parientes adinerados y con grandes influencias, como mujer soltera, aspirante a escritora y a la deriva económicamente tras la muerte de su padre, vivió constantemente la amenaza de la pobreza y de quedarse sin hogar. Estos aspectos no tan conocidos de la vida de Austen serían esenciales para entender sus escritos.

Esta es la postura que plantea la historiadora inglesa Lucy Worsley, quien lanzó a fines de mayo la biografía "Jane Austen at home", en el marco del bicentenario de su muerte. Propone leer la vida de la autora de "Orgullo y prejuicio" desde lo más doméstico y cotidiano: "Conocer dónde y cómo vivió Jane puede decirnos mucho acerca de quién era ella realmente", explica Worsley en el prólogo. Realizando un recorrido por las casas y mansiones por las que Austen transitó, y revisando sus relaciones familiares, la historiadora plantea que se pueden encontrar en su vida personal las inspiraciones de sus novelas.

Madres e hijas

Las historias de Jane Austen están llenas de "malas madres". La señora Dashwood, en "Sentido y sensibilidad", y la señora Bennet, en "Orgullo y prejuicio", se caracterizan por su falta de sentido común, imprudencia y por tomar decisiones apresuradas -la matriarca de los Bennet es reconocida por su insistencia en que sus hijas encontraran un marido adinerado, sin importar quién fuera-. En "Mansfield Park", la señora Price, viuda y madre de 10 hijos, presta poca atención a la protagonista Fanny, a quien envía a vivir con sus tíos. Por último, la señora Woodhouse, en "Emma", y la señora Elliot, en "Persuasión", son personajes que han fallecido antes de que comience la historia.

Lucy Worsley explica que las tensiones entre las hijas protagonistas y sus madres -o la ausencia de estas últimas- se vinculan con la mala relación entre Austen y su propia madre, Cassandra Leight. Jane era la séptima de ocho hijos, por lo que al igual que en la familia Price, de "Mansfield Park", desde pequeña fue enviada a la casa de familiares por largas temporadas, y posteriormente como interna a un colegio. "Este pragmático estilo de crianza significó que los lazos entre la señora Austen y sus hijos indudablemente se debilitaran", comenta.

Las relaciones entre hermanas, en cambio, se ven fortalecidas. En "Orgullo y prejuicio" Lizzy y Jane enfrentan juntas el difícil carácter de su madre y los conflictos amorosos. Worsley conecta la relación entre las Bennet con la cercanía entre Jane y su hermana mayor. "A medida que Jane crece, fue en su hermana donde buscó más intimidad, como si Cassandra fuera una segunda madre. Las madres sustitutas van a aparecer seguido en las novelas de Jane", indica la historiadora.

Dinero y amor

Las uniones matrimoniales son parte central de las ficciones de Jane Austen, como reza el comienzo de "Orgullo y prejuicio": "Es una verdad mundialmente reconocida que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa". Pero las protagonistas se ven enfrentadas a la importancia del dinero a la hora de acordar un matrimonio. Las hermanas Bennet en "Orgullo y prejuicio", las Dashwood en "Sentido y sensibilidad" y Fanny en "Mansfield Park" se encuentran en una situación económica difícil, lo que las transforma en candidatas poco atractivas para ser esposas. El personaje de Emma Woodhouse en "Emma", si bien señala que jamás contraerá matrimonio, al transformarse en la casamentera de sus amigas, demuestra el interés que había en encontrar un marido adecuado.

Pero las heroínas de Austen superan las barreras que impone su condición social y logran casarse, por amor, con el galán de la historia. Icónico es el caso de Jane Bennet, que ve roto su compromiso con el adinerado señor Bingley, al pensar este que había solo un interés económico en la unión; al darse cuenta de que era el amor lo que primaba, se reanuda el compromiso.

Para Lucy Worsley, el triunfo de las mujeres en las ficciones no representa necesariamente una postura feminista o un cambio en la concepción del amor. La historiadora señala que es en la misma vida de Jane Austen donde se puede encontrar una explicación. A sus 21 años, Jane conoció en un baile al estudiante de leyes Tom Lefroy, con quien tuvo un breve pero intenso romance. Las ilusiones de que el joven irlandés pidiera la mano de la aspirante a novelista se vieron frustradas precisamente por el dinero. Los Austen no eran una familia adinerada, tenían 8 hijos, sin mucho que ofrecer a la futura pareja de su hija. Por su parte, Lefroy era el sexto de 11 hermanos, siendo el estudiante de leyes el principal sustento económico de la familia, por lo que era imposible un matrimonio bajo estas condiciones. Parece no ser coincidencia que ese mismo año la autora comenzó a trabajar el primer borrador de "Orgullo y prejuicio".

En el mundo de Jane Austen el amor va después que el dinero, lo cual terminó por transformarse en uno de los conflictos que recorren sus novelas. "En la ficción al menos ella se podía asegurar de que las pobres, pero inteligentes heroínas, ganaran tanto al hombre como a sus impresionantes casas y bienes", comenta Worsley.

Encontrar un hogar

"La gente joven que lee a Jane Austen por primera vez piensa que las historias son sobre amor, romance y encontrar una pareja. Pero un hogar feliz es algo que todas las heroínas no poseen, pero que sí desean", señala Lucy Worsley. Las casas de campo y lujosas mansiones son tan protagonistas de las historias de Austen como los personajes.

En "Sentido y sensibilidad", la viuda Dashwood y sus tres hijas se ven obligadas a abandonar la espaciosa finca en que vivían y trasladarse a una casa de campo más modesta. Las Bennet en "Orgullo y prejuicio" visitan la lujosa Netherfield, que contrasta con la pequeña casa en que viven las cinco hermanas.

Las casas en las novelas de Austen determinan el estatus de los personajes, y a ello se suman las multiples referencias a los ingresos que cada uno tiene: las £10.000 anuales de Darcy y las £5.000 de Bingley se mencionan constantemente para señalar el buen partido que son.

Para Lucy Worsley, las casas perdidas y la ilusión de las mansiones en las novelas reflejan la inestabilidad de la propia vida de Jane Austen. Vivió hasta los 25 años en una modesta casa en Steventon, para luego trasladarse a Bath tras la jubilación de su padre. Pero una vez que él muere, Jane, su madre y hermana quedan a merced de la caridad de sus parientes. Van y vienen de una casa a otra: Southampton, Stoneleigh, Chawton Cottage -donde Jane comienza a ser una escritora publicada- y College Street en Winchester, donde fallece.

"Jane muestra lo difícil que es encontrar un hogar verdadero, un lugar seguro, en el cual uno pueda ser comprendido y amado", reflexiona Worsley sobre Jane Austen como la autora del hogar.

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