Picaflor de Juan Fernández
domingo, 28 de mayo de 2017
Por Sebastián Montalva W.
Animales chilenos en peligro
El Mercurio
Especie endémica de este archipiélago, esta es una de las aves que más atrae a los ornitólogos: como solo vive aquí y se estima que no quedan más de mil individuos, observarla en su hábitat es un auténtico privilegio.
CARACTERÍSTICAS El picaflor de Juan Fernández es una de las dos especies de aves terrestres endémicas de la isla Robinson Crusoe y la principal de este archipiélago (el otro es el cachudito de Juan Fernández). Un poco más grande que el picaflor común, que también se encuentra en este lugar, una de sus características más notables es su dimorfismo sexual: el macho y la hembra son muy distintos. El primero es de color rojizo oscuro, como ladrillo, con plumas doradas brillantes en la cabeza; la hembra es verde brillante en la parte superior, con blanco y manchitas verdes en la parte inferior (como en la ilustración). Según datos del Ministerio del Medio Ambiente, hacia fines del siglo XIX había unos 20 mil individuos en el archipiélago, cifra que fue disminuyendo notablemente: estimaciones de Conaf dicen que solo quedarían unos 750 ejemplares. "El picaflor de Juan Fernández no tuvo depredadores por mucho tiempo", dice Héctor Gutiérrez, ingeniero en recursos naturales de la Universidad de Chile y coordinador de proyectos de la ONG Oikonos, que se dedica a conservar ecosistemas y especies amenazadas en Juan Fernández, como este picaflor. "La llegada del ser humano y la introducción de especies exóticas de flora y fauna afectaron mucho. Entre las principales amenazas del picaflor están los gatos domésticos y los ratones, y la proliferación de especies como zarzamora y maqui, que han ido cubriendo las zonas claras del bosque nativo, es decir, donde llega el sol. Es allí donde los picaflores ponen sus nidos". DÓNDE OBSERVARLO Según explica Héctor Gutiérrez, el lugar de mayor nidificación del picaflor de Juan Fernández es la Plazoleta El Yunque, sector ubicado a unos 40 minutos caminando desde el poblado de la isla Robinson Crusoe, la principal del archipiélago. Este proceso se realiza de julio a diciembre. "El sendero a la plazoleta es sencillo y accesible. El mayor momento de actividad de estas aves es en las mañanas y al atardecer. Son distinguibles por su canto, que es como un ronquido, pero sobre todo por su color. Además, no hay muchas aves en la isla". Este picaflor se alimenta de néctar de flores endémicas como Juan Bueno (Rhaphithamnus venustus), col de Juan Fernández (Dendroseris litoralis), madera dura (Sophora fernandeziana) o cuminia (Cuminia eriantha); y solo nidifica en la llamada luma de Juan Fernández (Myrceugenia fernandeziana), a unos dos metros de altura. "También lo está haciendo más arriba, a unos cinco metros, justamente debido a la invasión de zarzamora y maqui, que han ido cubriendo completamente los claros del bosque". Junto con la comunidad local, la ONG Oikonos está realizando hace años un trabajo de extracción de estas especies introducidas en la isla, pero el trabajo es arduo y lento. "Una forma en la que se puede aportar a la conservación del picaflor de Juan Fernández es, por ejemplo, no teniendo gatos o siendo responsable con su cuidado. También se puede plantar en tu propio jardín especies endémicas para su alimentación. Eso en la isla ya se está haciendo", cuenta Gutiérrez. PERFIL Nombre científico: Sephanoides fernandensis Tamaño: De 11,5 a 12 cm (macho) y 10,5 cm (hembra). Hábitat: Jardines, arbustos y matorrales de la isla. estado: En peligro Sepa más: En el libro Isla Robinson Crusoe: Paisajes y vida silvestre (2007), de Enrique Couve y Claudio Vidal-Ojeda. * Según el Reglamento de Clasificación de Especie.
y rara*.
