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Mónica Rincón "He sabido evitar los costos de ser la hermana de"

sábado, 27 de mayo de 2017

FOTOS SERGIO LÓPEZ ISLA DIRECCIÓN DE ARTE MANUEL GODOY P.
Reportaje
El Mercurio

Tras su debut en Tolerancia cero el domingo pasado, la periodista habla del machismo en la televisión y dice que si pesara 90 kilos jamás la habrían puesto en pantalla. Además, asegura que nunca haría campaña política por un pariente y recuerda el momento en que tuvo que dar la noticia sobre el episodio de violencia intrafamiliar de su hermano diputado.



Mónica Rincón, 41 años, periodista, conductora de CNN Prime y desde la semana pasada uno de los dos rostros femeninos de Tolerancia Cero, entra a un café en Vitacura con paso rápido, los diarios del día y varios libros bajo el brazo. Vestida de verde y azul y sin una gota de maquillaje, pide un té verde y comienza a hablar, sin pausa, de los temas que le apasionan: la cuota de género, la inclusión y de los deberes que tienen el Estado y la sociedad con todo eso. Lo hace con convicción. Casi sin escuchar. En sus frases se repite una y otra vez que algo es "moralmente inaceptable", que esto otro es "una vergüenza para una sociedad como la nuestra" y que tal cosa es "un deber como sociedad". -¿Siempre piensa en términos de principios?-Yo no ando aleccionando a nadie, ni mi vida se reduce a esos temas.Ricardo Rincón Iglesias fue el primero de sus ocho hermanos en entrar a la universidad. Estudió derecho en la Universidad de Concepción y a los 18 años conoció a Luisa González, dirigente de la Acción Católica. Un año después se casaron y tuvieron cinco hijos: Ricardo y Ximena, abogados militantes de la Democracia Cristiana; Rodrigo, periodista; Paulina, sicóloga, y Mónica. Cuando ella nació, su madre dejó de trabajar como profesora de castellano y buscó un empleo donde ganara más: captadora de bancos. Mónica Rincón cuenta que de pequeña era más bien sensible, que no es que fuera tímida, pero que tuvo que desarrollar su personalidad.-Yo no tuve el privilegio de la riqueza, fui clase media, pero tuve el privilegio del capital cultural, una familia con contención, con cariño, con amigos. No estudié en el mejor colegio, pero me aportó mucho. Me becaron en la universidad. Mi papá me podía pagar el primer año y me dijo que era probable que al año siguiente no pudiera. Gané una beca por notas, por trabajo.Según contó su hermana, la ex ministra del Trabajo Ximena Rincón, en una entrevista, su padre, que trabajaba en el Banco del Estado desde Frei Montalva, fue perseguido político tanto en el gobierno de Allende como en el de Pinochet, por lo que pronto debió dejar su cargo. También lo echaron de la Universidad de Concepción y tuvo que instalar su oficina de abogado en su propia casa.Mónica Rincón dice que no le gusta hablar públicamente de su familia ni de su vida privada y, a regañadientes, confirma la historia de su padre. -Probablemente con mi hija (Clara, fallecida a los dos años) me volví más cuidadosa, y trato de resguardar la vida de los demás, porque cada uno tiene derecho sobre su propia historia. Yo distingo el plano profesional del plano privado y, sobre todo, el privado. Lo hago por proteger a la gente que me rodea, y porque efectivamente creo que lo que uno hace cuando tiene un tesoro, es enterrarlo. No lo pone en exhibición. Es mi pega la pública. No yo. -Pero su trabajo consiste en desenterrar las historias de otros.-No, a mí no me interesa nada la vida privada de alguien que no esté dispuesto a compartirla y que no tenga que ver con su rol público. Si un político tiene amante o no, a mí me tiene sin cuidado. Pero si alguien estuvo en contra de la ley de divorcio y la usó, me interesa.-Ha dicho que para usted no es complicado que sus hermanos sean políticos, porque no reportea con su familia. ¿Cuándo tomó esa decisión? -Cuando empecé en TVN no tuve esa disyuntiva porque ellos no estaban en puestos de poder, pero tuve claro bastante desde temprano que no iba a mezclar las cosas. Mis jefes han sido cuidadosos, no me han pedido que reportee con mi familia. Es un convencimiento que se va formando con el rodaje y la experiencia, con ver lo que les pasa a otros, porque no soy la única con parientes.-En el caso de Consuelo Saavedra (esposa del ex candidato presidencial Andrés Velasco), ella dejó el noticiero central.-Pero es diferente tener un hermano político que un marido. Con el marido, uno tiene un proyecto de vida en común, y con el hermano cada uno tiene su proyecto independiente. Yo no decido sobre lo que ellos hacen profesionalmente, ni ellos pueden influir en lo que hago. Consuelo salió legítimamente, porque quiso hacer campaña. -¿Haría campaña por sus hermanos?-Yo no haría campaña por nadie, ni parientes, ni no parientes [...] Tengo conflicto de interés con mis hermanos y eso me inhabilita en algunas cosas. Al principio me decían: "¿Y por qué no entrevista a sus hermanos de manera tan pesada como lo hace con otros?". Y es obvio que no voy a poder. Tampoco los uso como fuente, porque es súper delicado, porque eso es información privilegiada. No comento de política con ellos, no reporteo y no los voy a entrevistar tampoco. Sí ha tenido que hablar sobre cosas que han hecho ellos, como en el caso de Ximena Rincón, por la reforma laboral, mientras ella era ministra del Trabajo. También tuvo que leer la noticia sobre la denuncia de violencia intrafamiliar que enfrentaba su hermano, el diputado DC Ricardo Rincón. Según una denuncia en el 16 Juzgado Civil de Santiago, en 2002, Ricardo Rincón agredió físicamente a su esposa, Carolina Hidalgo. El tribunal, en el fallo, consideró las lesiones un "acto de violencia intrafamiliar" y fue sentenciado a realizar una terapia, la cual no cumplió. Rincón se ha defendido diciendo que los hechos "no están acreditados ante los tribunales competentes". El 29 de abril pasado, la DC votó para que los militantes con registros de violencia intrafamiliar no pudieran postularse a cargos a través del partido. -Cuando pasó, leí la noticia y transparenté mi relación con él. No hice un editorial porque hay un conflicto de interés y eso evidentemente te impide opinar sobre lo que tienes conflicto. Obvio que leer la noticia fue muy duro. Y lo que me haya complicado a nivel personal es mi tema. Pero sí, fue un momento tremendamente complicado.-¿Le ha traído beneficios o costos ser hermana de ellos?-Beneficios tengo claro que no, y me imagino que hay un costo... pero creo que finalmente he sabido evitar los costos de ser la hermana de. Salió con promedio 6,9 del colegio y egresó como la mejor alumna de periodismo de la Universidad Católica. Hizo su práctica profesional en Teletrece y luego trabajó en 24 horas, de TVN. Ahí fue reportera durante siete años, luego leyó el noticiero de fin de semana y fue conductora de La cultura entretenida y Estado Nacional. En 2012, pasó a ser uno de los rostros principales del canal de noticias 24 Horas, hasta que renunció para irse a CNN Chile.-Fue por una cosa personal: yo estaba en el noticiero de la tarde en la señal abierta de TVN y en el cable. Y el noticiero del cable, que supuestamente iba a ser de cinco a siete, terminó siendo de cinco a nueve. Entonces yo pasaba desde el mediodía hasta las nueve de la noche en el canal. Sé que ese puede ser el horario de cualquier persona, pero para mí en ese momento era muy exigente y no me permitía ver a mis hijos.Dice que la oferta de CNN le pareció atractiva porque era un canal de noticias, que era lo que a ella más le gustaba, pero con mejor calidad de vida. -Me fui en mejores condiciones económicas, de tiempo y en un cargo que era igual o mejor que el que tenía. -Pero en TVN habría tenido más audiencia y presencia. -Discrepo, porque ¿dónde tuve más impacto yo? En CNN. -Profesionalmente, ¿ha tenido fracasos?-He hecho entrevistas pésimas; entre ellas, una a Pablo Longueira con Daniel Matamala. Fue realmente pésima. Cuando eso pasa, le doy vueltas y más vueltas en la noche. No soy para nada indulgente conmigo. Mientras habla, su celular no para de recibir notificaciones. A una le presta más atención: una amiga le manda un pantallazo del vespertino La Segunda, donde aparece catalogada como "la mejor evaluada" del panel de conductores en el estreno de Tolerancia cero, el programa político que el domingo pasado regresó a las pantallas. Por primera vez en la mañana, Rincón sonríe. Y comenta lo que dijeron en Twitter de ella, las opiniones sobre su apariencia y sus gestos. Y hasta hace hincapié en una foto suya que apareció en la página de CHV.-Salgo con cara de enojada. Sé que cuando me enojo tengo una cara dura. No es que la ponga, simplemente no me controlo. Esa es una contradicción: siempre trato de controlar todo, cuánto estudié, cuánto sé, pero cuando estoy en pantalla pongo la cara que me sale.La belleza es un tema en la televisión para las mujeres, dice. -A las mujeres en televisión las jubilan antes que a los hombres. Ahora pasa menos, pero aún sucede -cuenta y recuerda cuando Cecilia Serrano fue alejada de la conducción del noticiero. Ambas eran muy cercanas.  -Fue bien injusto -dice.También explica que el aspecto físico no es un tema que le toque a ella especialmente, "es un tema país". -La belleza es un tema para la secretaria, la recepcionista, porque si hay dos mujeres, van a escoger a una que tenga mejor aspecto. Hay colegas hombres que si los transformaras en mujeres, jamás estarían en pantalla. Si yo pesara 90 kilos, no estaría donde estoy. Pero yo estoy en televisión por lo que hago profesionalmente, hay cien mil niñas con un mejor aspecto que yo. Mónica Rincón dice que, cuando en abril pasado le ofrecieron estar en Tolerancia cero, no lo pensó dos veces. -Pensé que era una tremenda responsabilidad en un país en el que se les da menos espacio de opinión a las mujeres que a los hombres. De hecho, es la primera vez que hay dos mujeres en el programa. Antes estuvo Mónica González, que para mí es un tremendo referente de periodismo de opinión y de investigación. Pensé que era un reconocimiento a que hemos hecho las cosas cómo se deben.-¿Ha sufrido de mucha envidia en el canal?-Promedio. Pero creo que hay un machismo en esa imagen que se da de que las mujeres son más competitivas que los hombres: yo he visto a hombres "acuchillándose" por igual que mujeres. He visto a hombres haciendo zancadillas en estas y en otras pegas."Las mujeres siempre tenemos dos cosas: uno, poca conciencia de nuestro valor. Y dos, en general, dudamos mucho más de nuestras capacidades frente a nuevos desafíos, que los hombres. Me cuesta encontrar a hombres que cuando le ofreces un nuevo desafío profesional, respondan 'no sé si estoy preparado'. Y mujeres, hay hartas. Muchas no saben si pueden".  -Ya que tocó el punto, ¿le molestaría ganar menos que Daniel Matamala?-No sé si gano menos que él, pero en esta pega no es justa la comparación. Yo puedo estar haciendo más programas, o él puede estar en un cargo de mayor responsabilidad. Por Tolerancia cero ganamos lo mismo.-¿Habría rechazado el programa si le hubieran dicho que él ganaría más?-No, pero probablemente no me importa porque entiendo que en esta pega específica hay otras consideraciones que tienen que ver con pegas accesorias que realizas y valoraciones subjetivas; entonces, no va lo de igual pega, igual paga. Si a mí me dicen que a un compañero le van a pagar más porque es hombre, me molesta. Si me dicen que es porque tiene mejor valoración de credibilidad o hace más programas que yo, lo entendería. -¿Le han ofrecido ser rostro de alguna marca?-Sí, y dije que no, gracias. Me asombró cuánto pagaban, era harto.-A propósito, ¿cree que los periodistas que fiscalizan al poder, como usted, deberían transparentar en qué invierten su plata?-Depende hasta qué punto transparentar. Transparentar mi sueldo, no creo, me daría lata decirlo, no porque sea tanto, sino que todo lo que tiene que ver con la vida privada me da pudor en general. Sí sería bueno transparentar lo que puede generar potenciales conflictos de intereses. Desde hace cinco años, Mónica Rincón hace los editoriales de CNN, donde habla por alrededor de un minuto y medio sobre los temas más importantes de la semana.-A raíz de los editoriales con Matamala en CNN, la critican por hacer un periodismo sesgado. ¿Cree que a la larga eso le puede afectar su credibilidad?-La crítica que más he sentido es que pontificamos. Hay mucha valoración al periodismo independiente, pero hay más crítica a que pontificamos. Sobre pontificar, CNN ha roto el paradigma de que los canales de televisión no tenían editoriales. La crítica es que creen que un periodista, o un medio, no debería opinar, y yo ahí me rebelo porque creo que efectivamente el periodismo tiene muchos géneros, el de denuncia, investigativo, entrevistas. Y todos tienen derecho a hacer periodismo de opinión."Nosotros no calificamos a las personas, sino que a los actos. Nunca llamamos a actuar a los ciudadanos de determinada manera, damos nuestra opinión y eso no es pontificar".-¿Hay algún tema en el que tenga dudas?-Sí, en hartas cosas; el aborto por ejemplo. Estoy con el aborto en las tres causales, pero no el aborto libre. Llevo harto tiempo pensándolo y aún no tengo una opinión. No logro llegar a algo que me deje tranquila. Hay una sola cosa con la que no estoy de acuerdo: con el aborto eugenésico, porque ahí tú basas tu derecho a decidir en que hay categorías de seres humanos.Hace tres años y medio, Mónica Rincón vivió el que debe ser uno de los episodios más duros de su vida: en noviembre de 2013, Clara, su hija de 2 años y 4 meses, con síndrome de Down, falleció. Los primeros ocho meses de vida, la niña estuvo internada en la UTI por complicaciones de salud, hasta que sus problemas al corazón se agravaron.-Yo viví esto desde una situación de súper privilegio, y lo sentí como un regalo, no porque lo haya deseado, sino porque deja de ser tema. Porque no tuve ni un problema económico para enfrentarlo, nunca me faltó plata para una terapia.Tras su muerte, la periodista se volcó a trabajar por la inclusión de las personas con capacidades diferentes, especialmente los con síndrome de Down. Por su cuenta creó y conduce el programa Conciencia inclusiva. -Lo hice como un compromiso con mi hija. A Mónica Rincón se le llenan sus grandes ojos de lágrimas cuando cuenta las historias de personas con discapacidad que enfrentan situaciones duras, o cuando recuerda a un niño que murió porque no tuvo un kinesiólogo que le ayudara a respirar.-Mi hija tenía la posibilidad de tener un terapeuta las 24 horas. Entonces es imposible que no me conmueva, porque para mí es una cuestión vital. Yo quiero un país donde la gente viva con los mismos privilegios con los que vivió mi hija -dice. Más tarde agregará: -La vida no es segura; yo lo he aprendido a golpe y porrazo. Uno tiene una ilusión de que la vida va a ser como uno la planeó, pero no es así.

Hay colegas hombres  que si los transformaras  en mujeres,  jamás estarían  en pantalla

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