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Ritos de los clubes que triunfaron

Huevo duro, ropa y música: cábalas de campeones chilenos

viernes, 19 de mayo de 2017

Raúl Andrade Benavente
Deportes
El Mercurio

Hay rutinas para todo entre los planteles nacionales. Desde el Everton campeón en 2008 que se acostumbró a comer tortilla con huevo duro de desayuno hasta la U del 95 que implementó una particular tenida.



Definida en el diccionario de la Lengua Española como una "conjetura, suposición", la cábala está inserta en la cultura popular desde hace siglos. El fútbol no ha escapado a esta mística tradición que mantendría a un equipo o a un jugador en racha triunfal. Campeones del fútbol chilenos confesaron a "El Mercurio" algunos de sus ritos.

El bicampeón azul en 1994-1995 Rodrigo Goldberg cuenta que el uso de una vestimenta especial fue el principal rito de aquel equipo. "El auspiciador de ese tiempo (Avia) se portó re mal con nosotros y por eso nos concentramos en el hotel con ropa de calle. Para cambiar, le pedimos a una marca que nos hiciera ropa y nos entregó un saldo con tenidas que hicieron tanto furor que las replicaron y quedaron más bonitas", dice.

El "Polaco" explica que la clave era el orden del uso. "Todo tenía un sistema: un día se usaba una y al día siguiente otra. Y pobre del jugador que rompiera esa regla. Aunque algunas camisas se desteñían de tanto lavado, nadie podía llegar con otra. No había chance de romperla".

La bachata de Cobreloa

El tres veces campeón con Cobreloa (2002-2004) Boris González habla de las cábalas en el norte. "En el primer torneo que ganamos después de 11 años y después el bicampeonato, siempre Nelson Tapia tenía que poner la música. Y tenía que ser bachata. En ese tiempo estaba recién apareciendo Aventura y Alexandra & Monchy. Era fundamental, Nelson sí o sí tenía que ponerla en el camarín", comenta.

El ex defensa también desclasifica cuando intentaron matar una cábala del técnico Fernando Díaz , estratega que dirigió por 16 fechas al Cobreloa campeón del Clausura 2004. "Siempre, en el último entrenamiento antes de cada partido, él pateaba un penal frente al arquero suplente, que era juvenil en ese tiempo. Este niño sabía que debía tirarse al lado contrario y no atajar el penal, esa era la idea", describe González

Luego, narra la idea de los jugadores: "Nosotros queríamos terminar con la cábala del profe para verle la cara, y entre todos hicimos una vaca para que el arquero parara el penal. Le juntamos 600 mil pesos, que era mucho para él entonces, creo que todavía estaba en el colegio. Entonces llegó el día y había tremenda expectación y todo, pero... el arquero prefirió seguir en el equipo, arrugó y se dejó hacer el gol igual (ríe)".

Empanadas y tortillas

Gonzalo Barriga , integrante del histórico O'Higgins campeón en 2013, declara que la rutina de los rancagüinos era "comer empanadas todos los jueves después del torneo de tenis-futbol que hacíamos. Las tres peores parejas del campeonato de tenis-fútbol pagaban empanadas a la semana siguiente y así", cierra.

En tanto, Christian Canío, uno de los goleadores de Everton 2008, relata que "nuestra cábala era tomar siempre el mismo desayuno. Cuando íbamos a entrenar a Mantagua, don Nelson paraba el bus y pasábamos a comprar tortillas, las que comíamos con huevos duros y tomando mate. Era nuestra comida infaltable", cierra.

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