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Los años del presidenciable del PS y PR en la comuna de El Bosque:

El liceo que marcó a Guillier y le dio su primer cargo "político"

domingo, 07 de mayo de 2017


Reportajes
El Mercurio

El paso del senador independiente por el establecimiento donde fue presidente de curso, y los consejos de su padre, un funcionario del MOP, masón y radical, influyeron en su visión sobre la enseñanza pública. Hoy el liceo sobrevive con dificultades. Carlos Saldivia



" 'Caballo loco' jugaba como defensa. No era muy talentoso con el balón, pero podía correr por horas sin cansarse. Era tímido en clase, muy caballero, y un colocolino asiduo al estadio". Son las primeras ideas que se le vienen a la mente a Juan Carlos Osorio, al recordar a uno de sus más cercanos compañeros del Liceo 14 de El Bosque, el senador Alejandro Guillier, abanderado del PS y el PR.

Una de las etapas menos conocidas del senador por Antofagasta fueron sus tres años en Santiago -entre 1966 y 1968- como alumno del "L14", ubicado en el paradero 29 de Gran Avenida.

Según cuentan sus cercanos, el padre del senador, Alejandro Guillier Ossa, era ingeniero civil del MOP y, luego de ser jefe de agua potable de Iquique, fue trasladado a Santiago a fines de 1966. Así, los Guillier Álvarez llegaron a vivir al paradero 22, en la quinta de su abuelo en el sector de Ochagavía, zona entonces rural y popular.

En ese entonces, su padre le dio a elegir entre asistir al Liceo Salesiano Don Bosco y al ex Liceo 14, hoy Liceo Polivalente Juan Gómez Millas. La decisión del hoy senador no se basó ni en cuestiones religiosas ni en una predilección por la educación pública. Simplemente fue porque la mayoría de sus amigos del barrio asistían al establecimiento.

Al ingresar, el compañero de banco de Guillier fue Jorge Jara, quien sigue viviendo muy cerca del colegio, y con quien mantiene aún una relación de amistad. "Jarita" -como le dice el legislador- recuerda que el "L14" era estricto y que la disciplina recaía en el inflexible inspector Benjamin Quezada (ver recuadro).

"Guillier era tranquilo y siempre compartíamos apuntes y frutas de la colación", cuenta. Agrega que el candidato llegó algo tímido, como alumno nuevo, pero en pocas semanas se convirtió en presidente de curso y delegado del centro de alumnos. "En esa época el Liceo de Niñas n°10 estaba al lado del nuestro, y con Alejandro subíamos a una terraza a hacerles señas (...) Lo que más le gustaba era historia, jugar a la pelota, aunque fuera con un balón de medias y en cancha de tierra, y estar en el centro de alumnos", relata Jara.

Según explican en el PR, el paso del parlamentario por este establecimiento lo marcó como dirigente estudiantil y, de paso, años más tarde le ayudó a afianzar lazos políticos con el denominado clan Melo, que lideran el alcalde de El Bosque, Sadi Melo (PS), y el jefe de bancada, diputado Daniel Melo (PS), cuyos apoyos resultaron clave para designarlo candidato del PS.

Incluso en varios de sus discursos ha recordado su paso por el establecimiento, como ejemplo de lo que debiera ser la educación pública.

La influencia del ingeniero Guillier Ossa

En el entorno político del parlamentario reconocen que su padre -masón y militante PR, fallecido hace más de una década- tuvo una fuerte influencia en la formación cívica del periodista. Al llegar desde Iquique a Santiago, Guillier Ossa fue a conocer el colegio y vio que era uno de los liceos modelos de la reforma educacional de Eduardo Frei Montalva.

"Una vez me llamó un compañero Cornejo y recordamos un episodio que yo había olvidado. Él se acordaba de una disertación en Historia, en donde yo aseguré que China iba a ser la mayor potencia del mundo dentro de 50 años, lo cual era algo que me debe haber conversado mi papá, que era quien que me ayudaba con las exposiciones", cuenta Guillier, quien visitó el gigante asiático en marzo.

En otra ocasión, años después, su padre le dijo: "Hijo ya eres un hombre, es hora que entres". "¿A dónde?", le espetó el periodista. "A la masonería pues", le respondió con un tono imperativo.

"Yo era del montón"

A su profesora de Historia, Rebeca Carvacho, hoy de 82 años, le gustaba que Guillier leyera en clases; su autor favorito era Jorge Inostroza.

"Yo era un alumno del montón. Era de los deportistas y dos años fui presidente de curso y delegado del centro de alumnos", reconoce el abanderado. Pero ahí "aprendí a manejar el carácter, y supe de conflictos y tomar liderazgo en momentos difíciles"

Porque no todo fue fácil en esos años. Guillier recuerda un trágico episodio, que, a su juicio, refleja la fragilidad con que algunos alumnos vivían en esos años. Uno de sus amigos de séptimo básico era Charles Drullas, cuyo padre era un francés veterano de la Segunda Guerra Mundial. Según relata, el militar iba en el segundo tanque de los aliados cuando entraron a los Campos Eliseos al final del conflicto. Por ello, un día al padre de Drullas le hicieron un homenaje en París. El niño lo fue a despedir al aeropuerto y de regreso lo pilló una gélida y torrencial lluvia. Al llegar a casa, se metió a la cama, y esa noche falleció de frío.

Una anécdota menos dramática ocurrió cuando, muchos años después, y ya como periodista, debutó en Medianoche, en TVN. Luego de llevar seis meses trabajando, un compañero de curso le dijo que había otro periodista del colegio que trabajaba en el mismo canal. Al consultarle por su nombre, resultó que era uno de los productores del programa, Gonzalo Rojas. "Ahí nos reconocimos", recuerda Rojas, hoy periodista de La Red y presidente del Centro de Ex Alumnos del L14.

Según Guillier, el colegio fomentaba la integración social, ya que "si bien los alumnos que provenían del mundo popular eran mayoritarios, había muchos hijos de padres de clase media: contadores, empleados fiscales, oficiales de la Fach, como mi compañero Bravo, y nuestra amistad con quienes provenían del mundo más rural era fantástica. Íbamos a la casa humilde y nadie hacía diferencias, era un Chile integrado", reflexiona. Cuenta que los "más proletas no entraban a primero medio", sino que debían irse al mundo laboral por su pobreza. Pero que también del colegio salían dentistas, técnicos y otros profesionales.

Acercamiento al colectivo socialista de los Melo

En los años 90 el colegio atravesó por una crisis. En parte, porque muchos alumnos optaron por irse a escuelas subvencionados y en el "L14" se quedaron los más vulnerables.

Algunos egresados formaron el círculo de ex alumnos, invitados por un antiguo rector y por el alcalde de El Bosque, Sadi Melo (PS), junto con otros ex alumnos como el ex intendente Germán Quintana, el secretario general de RN, Mario Desbordes y el animador Julio Videla.

Según explican en el establecimiento, Guillier y otros alumnos ayudaron a promocionar al colegio, hoy técnico profesional, ya que a los egresados les costaba hallar empleo por un problema de imagen.

"El mayor daño que se causó a la educación chilena fue que el liceo dejó de ser un foco de integración entre el mundo popular y la clase media", sostiene Guillier.

En la actualidad el parlamentario conversa frecuentemente con el alcalde Melo y el jefe de bancada del PS, Daniel Melo, en la idea de trabajar con apoderados un plan para levantar la situación del liceo. Ambos resultaron clave para designarlo como abanderado del PS. De hecho, el edil integrará su comando en los próximos días.

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