Transantiago exigirá incorporación de 90 buses eléctricos en 2018
domingo, 07 de mayo de 2017
Manuel Valencia
Nacional
El Mercurio
Nueva versión de las bases de licitación elimina los pagos adicionales a las empresas por alzas de evasión.
A fin de mes, el Ministerio de Transportes se autoimpuso el plazo final para enviar las nuevas bases de licitación del "nuevo Transantiago" a Contraloría. Se trata de una versión corregida de los documentos que estaba a punto de enviar el ex ministro Andrés Gómez-Lobo y que fueron sometidos a revisión por su sucesora, Paola Tapia. Entre los cambios, además de incluir explícitamente medidas contra la evasión (antes el tema estaba considerado en los incentivos de pago), se fijó un aumento de la flota especial que deberán proveer los operadores. En total, los seis concesionarios que se adjudiquen el 50% del Transantiago hacia enero de 2018 (la fecha fijada por el Gobierno), deberán comprar 90 buses eléctricos y otros 90 de "alto estándar", una definición que apunta a modelos como el bus de dos pisos que probó por un mes la empresa Metbus (ver foto). Esos buses se dividen en una compra de 30 máquinas por cada operador. Sistema de buses En total, se aspira a que el sistema de transportes que debutará en octubre del próximo año incorpore dos mil buses nuevos. De ellos, 180 adicionales a la flota actual de 6.660 máquinas, lo que representa una reducción de 270 buses respecto de los 450 adicionales que proponían las bases del ex ministro Gómez-Lobo. "Hay fuertes cambios en la malla de recorridos. Se consideraban más buses y todos los expertos nos indicaban que había que volver a revisar porque la incorporación de las líneas 3 y 6 del metro y el tren a Nos requerían esa revisión", explica la ministra de Transportes, Paola Tapia. Además, la nueva versión elimina las revisiones programadas de pagos por pasajero transportado a los operadores. Hoy la creciente evasión, que alcanzó un récord histórico de 34,6% en el último trimestre de 2016, y la caída persistente en las validaciones, hacen recurrente esta herramienta para compensar un ingreso garantizado a las empresas, lo que termina por aumentar el gasto fiscal en Transantiago. Esto implica o más subsidios o alzas de tarifa. Tapia dice que solo se mantendrán las revisiones excepcionales, que se aplicarán en circunstancias como la inauguración de una nueva línea de metro, debido al impacto que estas obras tienen en los servicios de buses que circulan por un sector. Por otra parte, Tapia detalla que se mejoró la malla de recorridos, respecto de la versión anterior de las bases. "Generamos un aumento en aquellos buses que transitan desde sectores más alejados de Santiago al centro de la ciudad. Vienen más servicios y mejores. En alguno disminuimos los transbordos, en otros mejoramos los horarios nocturnos". "Reforzamos también la entrega de un porcentaje adicional, como premio que obtienen (los operadores) que prestan un servicio de calidad, que asciende a un 10%", dice. El gerente de la empresa Metbus, Héctor Moya, calificó como un error la postergación de la licitación de servicios complementarios (tecnologías como la tarjeta bip, el GPS y validadores de buses), cuyos contratos serán adjudicados por el próximo gobierno, a solo meses de culminar el contrato actual con Sonda (que expira en febrero de 2019). "Para licitar buses se necesita saber qué tecnología usar. Hoy día tenemos una atrasada en 15 años, validadores y todo lo que significa. Naturalmente, primero hay que licitar esa tecnología y luego los buses, para que el operador sepa cuál usa el bus. Si licitamos el próximo año, compramos los buses y un año después nos dicen que los validadores no sirven, vamos a tener que cambiarlos, y si hablamos de tres mil buses, es un costo bastante alto. Los tiempos no calzan", plantea.
