Dólar Obs: $ 948,61 | -0,72% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.242,15
IPC: 0,40%
Sanitarias suman inversiones por más de US$ 1.000 millones en dos años, pero cortes y bajo consumo de agua las complican

domingo, 07 de mayo de 2017

Valeria Ibarra
El Mercurio

Luego de las interrupciones de suministro por sequía o episodios de turbiedad que han afectado a Aguas Chañar y Aguas Andinas, la autoridad pedirá a la sanitaria de la Región Metropolitana un plan de mayor factibilidad que el ya presentado. También envió al Sernac los antecedentes de la firma de la Tercera Región "para que vele por la obtención de compensaciones".

soterma cero" fue el término técnico que estuvo en boca de todos los capitalinos durante el mes de abril. Antes, en la época estival, el vocablo de moda fue "lluvia convectiva". Ambos fenómenos climáticos provocaron aluviones y cortes de agua en la Región Metropolitana, abastecida por Aguas Andinas, la mayor sanitaria del país. En el norte, Aguas Chañar dejó hace menos de un mes sin servicio a distintos sectores de Copiapó, y como la interrupción del suministro ha ocurrido otras veces, el intendente Miguel Vargas Correa planteó que estudian solicitar el término de la concesión de agua potable en Atacama.

Estos eventos han puesto en el ojo público a un servicio vital y hoy complicado: el suministro sanitario.

"Este año es más desafiante que los anteriores", estima el presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess), Víctor Galilea. Las empresas del rubro enfrentan tanto los efectos del cambio climático como a un consumidor más exigente, agrega.

Aunque hacen cuantiosas inversiones -en 2016 llegaron al peak histórico de US$ 537 millones y este año desembolsarán US$ 500 millones-, los clientes no las notan, dado que está bajo tierra o lugares alejados. De ahí, añade Galilea, que "hemos llegado a ser un servicio que se hace visible cuando algo falla".

El superintendente de Servicios Sanitarios (Siss), Ronaldo Bruna, dice que la entidad "ha estado encima de las empresas sanitarias para exigirles que entreguen ininterrumpidamente servicios sanitarios de calidad".

Por ejemplo, en el caso de Aguas Chañar -que abastece a la III Región y pertenece al consorcio Hidrosan-Icafal-Vecta-, la entidad le cursó multas por $458 millones en el 2016, y en lo que va del año la ha sancionado con $340 millones.

Y ante los cortes de suministro asociados a los eventos de turbiedad del río Maipo, ha solicitado a Aguas Andinas que presente un plan de inversiones para aumentar la autonomía del sistema. La obra más emblemática para enfrentar este problema es el estanque de Pirque, que demanda US$ 90 millones y permitiría almacenar 1,5 millones de metros cúbicos del vital elemento, de manera tal que, si hay cortes, sea posible seguir entregando el servicio por 32 horas más. Esta instalación estará lista en 2019, aunque esta mayor seguridad tiene un precio y los capitalinos lo pagarán en sus cuentas de agua, que a partir de la puesta en marcha de este estanque subirá 1,1%. Además, Aguas Andinas tiene en estudio otras obras (ver recuadro).

Sin embargo, el superintendente dice que "la Siss requerirá a Aguas Andinas un plan con un nivel de factibilidad mucho mayor al presentado hasta ahora, considerando variables tales como la legalidad, la normativa medioambiental y aspectos técnicos".

La autoridad sostiene que además de monitorear la calidad de servicio, la Siss también ha incluido encuestas de percepción (nota máxima 7) para medir a las sanitarias. Según la última información vigente al 2015, Aguas Andinas tiene una nota de 5,3 y Aguas Chañar, de 3,7. El promedio del sector es de 5,1, y de las 31 empresas calificadas, solo tres no aprueban y tienen menos de 4 como nota.

Cae el consumo de agua

Las empresas sanitarias señalan que el negocio se ha vuelto más complicado. Aparte de los eventos del cambio climático, otra de las razones es que las personas están consumiendo menos agua, en parte porque hay más eficiencia en el uso y una percepción generalizada de que es un bien cada vez más escaso.

Según Andess, el consumo promedio de este vital elemento ha caído 24% desde 1998 y alrededor del 72% de los clientes usan menos de 15 metros cúbicos al mes (15 mil litros); es decir, son cuentas de bajo consumo.

La cuenta promedio a nivel nacional es de $18.928 por mes. Esta cifra implica que cada litro de agua potable en Chile, incluyendo la recolección y tratamiento de aguas servidas, cuesta en promedio $1,03. Sin embargo, hay una gran dispersión de costos, debido a la gran extensión y diversidad climática de Chile, por lo que el litro de agua puede costar casi el doble en algunas zonas, señala Andess.

Retorno promedio en el rubro llega a 8,2%

Otro aspecto que inquieta a las compañías es la rentabilidad del negocio. Si bien el retorno promedio de la industria es de 8,2%, según cifras del 2015, el sector alerta que el 61% de las empresas sanitarias que tienen más de 3 mil clientes tienen un retorno sobre activos inferior a 7%.

Las últimas cifras disponibles de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (Siss) de 2015 muestran la heterogeneidad en este rubro.

Las compañías que lideran en retornos sobre activos son Aguas Patagonia de Aysén, del consorcio Hidrosan-Icafal-Vecta, que tiene un retorno de 19,6%, y Aguas de Antofagasta, de la colombiana EPM, que renta 18,4%. Las que están en la parte baja de la tabla, con pérdidas, son Selar, de la zona de Larapinta y ligada a la familia Gras (-5,2%), y Novaguas, en Lampa, (-3,2%), esta última ligada a compañías de seguro.

La compañía más grande, Aguas Andinas (IAM), anotó una rentabilidad de 11,9%, y la polémica Aguas Chañar, de 1,8%.

Además, desde julio de 2016 hay un proyecto de ley en el Congreso, que no tiene patrocinio del Ejecutivo, que proponía eliminar la rentabilidad mínima garantizada de 7% que hoy tiene la industria. Aunque la iniciativa está hoy frenada y no abordará el tema de la rentabilidad, su tramitación tuvo efectos en la industria: la venta del 50% de Aguas Nuevas por parte de Innovation Network Corporation of Japan se frustró por este proyecto, dado que muchas empresas desistieron de hacer ofertas en este escenario incierto, explican en el sector.

El superintendente aclaró que "el Gobierno ya ha manifestado su opinión sobre este tema, a través del Ministerio de Obras Públicas, en el sentido de que no cuenta con el beneplácito del Ejecutivo".

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia