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El ganadero argentino que corrió en la final de Rancagua

lunes, 08 de mayo de 2017

Arnaldo Guerra
Rodeo
El Mercurio

Ariel Scibilia integró la primera collera trasandina, junto con Javier Salinas, que llegó a los clasificatorios y, además, pudo ir a la final de Rancagua.



A riel Scibilia era un veinteañero cuando, en 1993, Claudio Pocholo Gómez -el gran promotor del rodeo chileno en Mendoza- inauguró su medialuna en Tunuyán, San Carlos. Fue en esa primera competencia, en la que incluso participó el legendario jinete nacional José Manuel Aguirre, que Ariel Scibilia quedó en la historia del deporte corralero en Cuyo. Fue de los primeros en correr, esa vez junto con su padre Luciano.

De ahí, reconoce, le entró el bichito. A tal punto que hoy este ganadero trasandino acaba de marcar otro hito: integró la primera collera argentina -junto con Javier Salinas- que participó en la temporada 2016/2017 del Campeonato Nacional de Rodeo Chileno. Y no pasaron inadvertidos.No solo llegaron a los clasificatorios, sino que, además, lograron el paso a Rancagua.

"Para nosotros era el anhelo que teníamos. En principio, fuimos únicamente a participar. Creemos que todavía no estamos a la altura para competir allá, por eso queríamos participar por lo menos en los clasificatorios; estar ahí, abrir un poco el camino, pero se nos dio llegar a la final que fue un premio que no esperábamos", señala Scibilia.

Debut soñado

Lo primero fue tener los puntos y requisitos para poder llegar a los clasificatorios en Chile. Solo Ariel Scibilia lo consiguió con dos colleras, una con su hijo Facundo, y otra con Javier Salinas en Qué Lolo y Mariachi, que fue la de tranco más exitoso por Chile. Scibilia había ganado la final 2017 del rodeo cuyano junto con Fernando Moreno, en Raptora y Lindo Baile, y salió tercero con Javier Salinas en Mariachi y Qué Lolo, en febrero.

Así llegó al Clasificatorio Zona Norte de Nos, y en la Segunda Serie Libre A, que tuvo a 50 colleras participando, logró el paso a Rancagua, tras quedarse con el tercer lugar, luego de un triple empate.

En Rancagua el debut de una collera argentina fue en la serie caballos, donde Scibilia y Salinas solo lograron cinco puntos buenos.

Largo camino

Luego de debutar en la medialuna de Pocholo Gómez, Scibilia empezó a incursionar más seguido en el rodeo. Le tomó más gusto que a las otras disciplinas criollas como las paleteadas, de las que ha sido subcampeón argentino, y al aparte campero, en que ha sido cuatro veces campeón. Pero ahora el rodeo acapara todo su tiempo. De hecho, ha sido campeón del rodeo cuyano 10 veces, cuatro de ellas con el chileno Luis Eduardo Cortés, campeón nacional de la rienda y del rodeo en Chile.

Tras la partida en Mendoza, pasó un tiempo entre que formaron una comisión y organizaron el primer rodeo hasta que desarrollaron un campeonato local. Después, lo que quedaba era venir a competir a la cuna del rodeo. Pasaron los años, desde 2008 que Scibilia venía tomando contacto con los directivos de la Federación del Rodeo Chileno. De hecho, comenzó a correr en algunos rodeos, hasta que recién en julio del año pasado el consejo directivo de la Ferochi acordó sumar a la Asociación de Cuyo a la organización y dejar que sus socios, cumplidos ciertos requisitos, lograran cupos para venir a los clasificatorios.

"Fue un proceso largo. Solicitamos que la collera campeona pudiera ir a los clasificatorios, hasta que Cristián Moreno -presidente de la Ferochi- vino y estuvimos hablando, vio un rodeo nuestro, y cómo estábamos haciendo las cosas. Hicimos una presentación en el consultivo y nos autorizaron. Esto partió en la época en que Leonardo García era presidente y quien se comprometió a enviarnos jurados", dice Scibilia.

Buen ejemplo

Hace unos días, Ariel Scibilia y Javier Salinas recibieron un homenaje de su club de Tunuyán.

"Todo el mundo estaba a la expectativa cuando participamos y nos felicitaron. Nos dieron un agasajo, nos dijeron que fuéramos a unas paleteadas, que es el deporte de acá, y nos dieron un recuerdo por haber ido a representar a la Argentina", señala Scibilia.

En Mendoza ahora el entusiasmo con el rodeo es general en la gente.

"Sin duda va a aumentar la gente que participe. Está bastante más entusiasmada que otros años, eso se nota. Hay otro interés y con otro propósito; algunos criadores también me han llamado para felicitarme y para ver cómo es el tema, porque en realidad nosotros lo habíamos comentado, pero nadie nos creía que realmente se podía llegar allá. Ahora lo demostramos", destaca.

Scibilia, 48 años de edad, tiene a la ganadería como actividad principal, especialmente la crianza de la raza hereford, en un campo que tiene en la cordillera. Y en otra parcela produce uva malbec, la cepa emblena de Argentina. Tiene dos hijos: Facundo de 17 años, que ya corre y estuvo en Rancagua también, y Joaquín de 15. También destaca su veta dirigencial, ya que ha sido por varios períodos director de la asociación y presidente.

De los caballos con los que corrió, señala que ambos tienen sangre chilena, aunque son nacidos en Argentina. Qué Lolo es hijo de Tintolio, que viene de Taco, criado por Eduardo Ballester, que hace muchos años incorporó sangre chilena en su criadero. En tanto, Mariachi tiene sangre del Esperando y es nieto de Chuchoca. Ambos son de Javier Suárez.

Javier Salinas, el otro integrante de la collera, 27 años, es un joven jinete que trabaja actualmente con Javier Suárez.

Profesionalmente se crió con los Scibilia, donde partió encargándose del cuidado de los caballos hasta que fue transformandose en un jinete reconocido.

18
PUNTOS
marcaron en el clasificatorio de Nos, más 4 y 6 en un doble desempate.

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