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CHICAGO.- El floreciente negocio de la aeronavegación comercial y el sólido desarrollo del negocio armamentista permitieron a Boeing aumentar sus beneficios del tercer trimestre de 2007 a US$1.100 millones, un 60% más que en el mismo periodo del año anterior.
Sin embargo, el principal aeroconstructor de Estados Unidos y segundo productor de armamento después de Lockheed Martin redujo su pronóstico de ventas para 2008 por la demora de seis meses en la entrega del nuevo avión estrella de la compañía, el 787. En lugar de entre US$71.000 y US$72.000 millones, Boeing espera facturar el año próximo entre US$67.500 y US$68.500 millones.
Las ventas trimestrales aumentaron un 12% a US$16.500 millones, según los datos difundidos hoy por la compañía. La división aerocomercial facturó US$8.300 millones, un 23% más que en el tercer trimestre del año pasado, y aumentó sus beneficios operativos un 46% a US$945 millones.
La división de armamento aportó US$8.000 millones a la facturación, un 3% más, pero sus ganancias operativas cayeron 6% a US$824 millones.
El CEO de Boeing, Jim McNerney, habló orgulloso de "encargos en níveles récord y mercados sanos y en crecimiento".