Alejandro Hisis, el guardaespaldas del "Pillo"
sábado, 15 de abril de 2017
Claudio Herrera
Deportes
El Mercurio
El "Chino" hizo casi toda su carrera junto a Jaime Vera, su colega, amigo y compadre: Colo Colo, Grecia, selección chilena, México y ahora en Iquique. "Cuando no queremos que el resto nos entienda, hablamos en griego", asegura. "Jaime es de bajo perfil, pero no es gil", cuenta. Un pasado de jugador vehemente al que también le tocó perder.
D e los 55 años que tiene Alejandro Hisis y de los 54 de Jaime Vera, son 38 con vidas paralelas. "En estos años he estado más con Jaime que con mi familia. Todo comenzó en 1979, cuando llegué a la juvenil de Colo Colo y Jaime estaba en la primera infantil. Dos años después nos suben al primer equipo", comienza el "Chino". Después casi no se separaron. Fueron campeones en los albos, asistieron a los Juegos Olímpicos 1984, ficharon por el OFI griego, defendieron a la Roja, hicieron el curso de entrenador en México y hoy como dupla técnica tienen a Iquique cerca de una proeza. "Como jugador me tocó defenderlo muchas veces, lo hacía con todos mis volantes creativos", dice Hisis, que recomendó a su compadre al técnico del OFI, el holandés Eugène Gerards. "Cuando llegó a Grecia nos fuimos a vivir a dos departamentos que estaban juntos, incluso nos pasábamos de un lado a otro por el balcón para evitar darnos la vuelta. Un día almorzábamos con su familia, al otro con la mía", cuenta. El rol de "2" A Hisis le bajó la vocación de entrenar en México, muy influenciado por la idea de Ricardo la Volpe. "No me dirigió, pero tuve acceso a gente que estuvo con él y pude copiar cosas". Además de Vera, colaboró como asistente de Ivo Basay y Marco Figueroa. "Yo soy entrenador titulado, pero ahora estoy en otra función y la tengo clara. Jaime te permite opinar, pero él manda. Me han tocado técnicos de carácter más fuerte, como Ivo y el 'Fantasma', que son de choque, de confrontación. Ahí yo era el que mediaba con los jugadores y los calmaba; Jaime es de más bajo perfil y yo soy el grita y se enoja más ante el plantel, porque no es bueno que te vean blando. No soy de los que le dice que sí a todo al jefe, siento que lo que uno dice tiene cabida y formamos una buena amalgama. ¿Figueroa? Una vez se enojó, él estaba suspendido en San Marcos y dirigía yo, en el partido cambié el sistema a 4-4-2 y ganamos, a él le gustaba tres atrás e ir al frente como loco. Se subió al bus y pensé que estaría feliz, pero me dijo serio: 'te gusta sufrir, ¿para que pones 4-4-2?', pero era un momento de tomar decisiones". Dice que nunca se ha molestado con Vera. "Con Jaime es imposible enojarse, es muy buena persona, de bajo perfil, pero no es gil, es más vivo que cualquiera, por eso le dicen 'Pillo'; tiene un humor raro, te tira una talla y si no lo conoces, puede caer mal. Te hace reír todo el tiempo. Nos conocemos de memoria, a veces no necesitamos hablar y cuando hay que decir o discutir algo que no queremos que los demás entiendan hablamos en griego". Por motivos familiares, Hisis hizo las divisiones menores en Argentina. Alcanzó a debutar como atacante en el primer equipo de Comunicaciones, antes de regresar a Chile. En Buenos Aires conoció la pasión por los colores millonarios. "Mi papá me llevó a ver al River que salió campeón después de 18 años (1975), después iba solo a la cancha, me metía en la hinchada y me tocó comerme varios palos de la policía", detalla. En 1982, Hisis debutó por la selección chilena ante Argentina en Liniers y al frente tenía a varios de sus ídolos. "Estaban el 'Beto' Alonso, (Ubaldo) Fillol, (Carlos) Morete, enfrentarlos fue un sueño". Jugador bravo El capítulo de la Roja registró 42 partidos en seis años, incluyendo dos Copas América y dos eliminatorias. "Siempre jugué, nunca vine a pasear desde Europa. El final del 'Maracanazo' dejó mal sabor, para nadie fue grato. Es una etapa oscura, pero no hubo maldad, Roberto (Rojas) trató de sacar un beneficio para Chile por todas las cosas ingratas que nos habían hecho pasar". Hisis admite que cometió excesos como jugador de choque. "Muchas veces, pero ofrecí las disculpas del caso a la gente que dañé, como al 'Negro' Salgado, cuando chocó con mi codo (le botó piezas dentales en un Cobresal-Colo Colo), pero fue aclarado". A Romario lo hizo expulsar antes de comenzar el partido eliminatorio con Brasil en 1989 (1-1). "Él llegó mal, muy acelerado, hablando muchas cosas del técnico nuestro, y tenía apenas 20 años, venía predispuesto a que le iban a pegar. Qué nos dijeron a (Raúl) Ormeño y a mí, lo fuimos a buscar, me pegó un feroz combo. En otras me tocó perder, así era antes, si no eras vivo, te comían. Los corners en la Copa Libertadores eran una guerra, debías mirar la pelota y el combo que venía. Una vez en Guayaquil, en un amistoso de Colo Colo con la selección ecuatoriana, Leonel Herrera le mete los dedos a los ojos a Lupo Quiñónez, que era gigante, el tipo grita y al primero que ve es a mí: me noqueó de un combo. Me sacaron groggy . Al rato, se arma otra bronca y Jaime (Vera) terminó cortado por un golpe. Se reían en el hotel, porque estábamos los dos heridos en la habitación. Otra, con Bella Vista en la Libertadores, fue un partido bravo en Montevideo y al terminar, yo muy inocente, me fui a despedir a la banca de ellos pensando que todo había pasado y me comí un montón de combos". El liderato con los "Dragones Celestes" genera ansiedades. "La ilusión está en lograr la primera estrella para Iquique, sería fabuloso y depende de nosotros". Alguien sugirió levantar un monumento si logran la hazaña. "El otro día le decían eso al presidente en una radio, y también un contrato vitalicio, Cesare (Rossi) respondió que lo iba a pensar, je. Este año yo tenía miedo de encontrar jugadores conformes con lo hecho el torneo pasado, suele pasar, mire a Cobresal, salió campeón y ahora sufre. Manejar la cabeza del jugador es difícil y nuestro plantel ha demostrado que está con hambre de seguir ganando". "Me han tocado técnicos de carácter más fuerte, como Ivo Basay y el 'Fantasma' Figueroa, que son de choque, de confrontación. Ahí yo era el que mediaba con los jugadores y los calmaba".
"Antes, con la selección de visita se iba a buscar un punto, a no perder. Eso cambió, los muchachos ahora tienen la mentalidad de ganar en todos lados, generan respeto".
"En la Copa se hace difícil competir contra un equipo que tiene un presupuesto de 80 millones de dólares y 70 jugadores profesionales, nosotros tenemos US$ 2 millones y 20 jugadores".
