ETA da paso hacia el desarme y entrega a las autoridades lista de ocho depósitos de armas
domingo, 09 de abril de 2017
Francisca Maturana Torres
Internacional
El Mercurio
El gobierno de Mariano Rajoy exigió la "disolución" del grupo separatista y aseguró que sus miembros no pueden esperar "impunidad".
Cinco años después de que anunciara el cese definitivo de la violencia, el grupo separatista vasco Euskadi Ta Askatasuna (ETA) entregó ayer a las autoridades una lista con la ubicación de ocho depósitos de armas, munición y explosivos en Francia, un paso crucial para el desarme de la organización, pero que el gobierno español consideró como un intento de "disimular su derrota". La entrega de armas anunciada por la Comisión Internacional de Verificación -una estructura no reconocida por los gobiernos español y francés, pero sí por el ejecutivo regional vasco- se registró en la ciudad francesa de Bayona y fue realizada a través de un grupo de mediadores llamado "artesanos de la paz". De acuerdo a los primeros recuentos, en los depósitos se encontraron 120 armas de fuego, tres toneladas de explosivos, varios miles de detonadores y munición. De inmediato, las autoridades galas movilizaron a 180 policías a los puntos indicados para incautar las armas, custodiadas por 172 ciudadanos que esperaron la llegada de los gendarmes junto a los depósitos "para acreditar y comprobar que son las autoridades francesas las que se van a adueñar" de los arsenales. Tras su revisión, Francia precisó los números y aseguró que encontró "cerca de 3,5 toneladas de armas, explosivos y material". El Primer Ministro Bernard Cazeneuve afirmó que París "celebra esta operación, realizada con calma y sin violencia". "Esta es una etapa decisiva hacia el final del terrorismo independentista vasco", agregó. Cazeneuve anunció, además, que los materiales peligrosos se destruirán, pero que las armas y otros hallazgos van a ser objeto de peritajes, bajo la dirección de la justicia francesa, que trabajará "en estrecha colaboración con la justicia española". Se trata, añadió, de que se pueda verificar si los diferentes elementos requisados "pueden ayudar" a resolver las más de 300 causas abiertas por actos de ETA y también "si el desarme es efectivamente total". Horas antes, el ministro del Interior francés, Matthias Fekl, también aseguró que esta "etapa de neutralización del arsenal de armas y de explosivos es un gran paso". Sin embargo, desde Madrid las palabras no fueron de celebración. De acuerdo al gobierno de Mariano Rajoy, la entrega de ETA de una lista de sus escondites de armas es una "operación mediática para disimular su derrota". En un comunicado, el Ejecutivo aseguró que la única solución para el grupo "es anunciar su disolución definitiva, pedir perdón a sus víctimas y desaparecer". España recordó además a los miembros de la organización que no pueden esperar ningún trato de favor, y "mucho menos impunidad a sus delitos". Madrid se rehusó a hacer valoraciones sobre el armamento entregado y sobre su integridad hasta que este haya sido analizado por las autoridades y la justicia francesa. Los expertos coincidieron con el gobierno de Rajoy. "El objetivo es vestir como un acto de generosidad lo que en realidad es la confirmación de una derrota y de una rendición", dijo a "El Mercurio" Carlos Fernández de Casadevante, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. "Tanto el desarme como su disolución podrían haberlos anunciado hace tiempo. Si no lo han hecho es por pura estrategia, para estar presentes y tratar de condicionar la vida política", agregó. Un capítulo negro Los depósitos de armas registrados ayer se encuentran en el departamento de los Pirineos del suroeste francés, fronterizo con España, refugio habitual de los separatistas. "En los lugares indicados se hallaron, en bidones y en bolsas, decenas de armas de puño y largas, miles de municiones, cientos de kilos de explosivos y de productos que entran en la composición de explosivos, centenares de detonadores y retardadores", dijo la fiscalía de París. ETA anunció el cese de la violencia el 20 de octubre de 2011, después de medio siglo de violencia, con el asesinato de al menos 856 personas, y decenas de secuestros y extorsión, en su lucha por la independencia del País Vasco, en el norte de España, pero nunca entregó las armas ni se disolvió. Fundado en 1959 por un grupo de estudiantes vascos para protestar contra la represión política y cultural del general Francisco Franco, ETA se convirtió en uno de los grupos separatistas más radicales en Europa. Sin embargo, fuentes judiciales en España y Francia estiman que actualmente ETA "agoniza" y solo tendría "unos treinta miembros" fuera de la cárcel, donde aún permanecen unas 360 personas ligadas al grupo. El viernes, la agrupación difundió un comunicado en el que se definía como "organización desarmada", pero muchos temen que el grupo no haya entregado todo el material en su posesión. Con anterioridad al desarme, ETA había asegurado que no controla todos los depósitos de armas, sobre todo los más antiguos. Asimismo, una parte importante de su armamento ha sido incautada, incluso en estos cinco años de cese definitivo del terrorismo, por las fuerzas de seguridad, y otra parte está deteriorada por su desuso. De todas formas, si este desarme fuera total, supondría el cierre de un capítulo negro de la historia de España. El presidente regional del País Vasco español, Iñigo Urkullu, celebró ayer el "desarme definitivo" de la organización, que supone "un paso fundamental" en el proceso de paz. Miles de personas se congregaron en las calles de Bayona, Francia, para celebrar, y muchos pedían que los etarras presos cumplan sus sentencias en su tierra. ETA y sus partidarios dicen que se debe permitir que los separatistas encarcelados terminen de cumplir sus sentencias en prisiones en la región vasca, pero ambos gobiernos se niegan. Por otra parte, las víctimas y muchos detractores de ETA dudaban de las intenciones de la agrupación y de que estén dispuestos a desaparecer.
