Dólar Obs: $ 897,11 | -0,49% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.372,71
IPC: 0,50%


Las claves que marcarán la negociación para modernizar el TLC con Europa

lunes, 10 de abril de 2017

Paloma Díaz A.
Reportaje
El Mercurio

* Rebajar los aranceles al aceite de oliva, ampliar cuotas de acceso e incorporar temas como la agricultura sustentable y de género, están entre las prioridades del agro local.



Desde su entrada en vigencia en febrero de 2013, el acuerdo de asociación entre Chile y la Unión Europea no solo ha triplicado el intercambio comercial, del que alrededor del 40% hoy corresponde a Chile, sino que también ha implicado un upgrade en los estándares de calidad para el sector agropecuario, mejoras en la implementación de reglamentos y en términos de institucionalidad.

En 14 años, la UE no solo ha sido el tercer socio comercial más importante luego de EE.UU. y China, sino también un aliado estratégico, que en muchos casos ha servido como carta de presentación al negociar otros tratados de libre comercio o aperturas sanitarias. Sin embargo, el paso del tiempo ha significado cambios en las necesidades de los consumidores, en la aparición de productos e, incluso, en las formas de producir.

Por ello, en 2015 ambas partes decidieron modernizar el acuerdo, para lo cual el primer paso se dio en enero pasado, en el XIV Comité de Asociación Chile-Unión Europea, en el que se establecieron los principales temas que se revisarán, con el objetivo de que la Comisión Europea entregue un mandato para iniciar las negociaciones en junio, y así comenzar las rondas en el segundo semestre.

Desde la Direcon explican que entre los temas que se actualizarán y que son de interés del agro no solo están la liberalización de aranceles, medidas fitosanitarias, normas de origen y propiedad intelectual, entre otros puntos, sino que también aspectos nuevos, como políticas de género, agricultura sustentable y apoyo a pymes.

Desde Bruselas, el agregado agrícola de Chile en la UE, Rodrigo Vega, advierte que la importancia de Chile para los europeos no es solo comercial. "Es un modelo de acuerdo que buscan desarrollar para mostrar a otros países que las cosas se pueden hacer. La modernización también es un compromiso de la Comisión Europea", explica.

Mientras la UE finiquita sus trámites internos, en el país las entidades encargadas de la negociación están comenzando a reunirse con distintos rubros agrícolas para conocer y establecer los temas que se discutirán con los europeos y qué prioridad se dará a cada uno.

Aceite de oliva: ADIÓS Al arancel

Cuando se firmó el acuerdo con la UE, en 2003, la producción de aceite de oliva era incipiente en Chile, por lo que los aranceles no fueron parte de la negociación.

Sin embargo, hoy es una industria que al cierre de 2016 exportó 17,5 millones de kilos de aceite al mundo, por US$ 46,9 millones, con EE.UU. y Brasil como los principales destinos por lejos, y que mira a Europa con interés.

"Considerando que la UE es el principal consumidor de aceite de oliva del mundo, es de vital importancia contar con condiciones favorables para el ingreso a ese mercado", afirma la gerenta de ChileOliva, Gabriela Moglia.

Comenta que ya han planteado a la Direcon la necesidad de eliminar el arancel específico, de 1,245 euros por kilo, que tienen para ingresar a la UE, que se compara con el arancel cero que tiene cuando ingresa desde Europa a Chile.

"Es una situación injusta", dice Gabriela Moglia. Asegura que tienen altas expectativas, ya que Chile no representa más del 1% de la producción mundial de aceite de oliva, por lo que no afectaría a los productores europeos.

Carne bovina: Nuevas reglas

En el acuerdo actual, los exportadores de carne bovina chilena tienen una cuota de acceso sin aranceles a Europa para 2.250 toneladas anuales.

Si bien hasta 2011 se envió todo el volumen que permitía la cuota, desde 2012 en adelante solo se ha llegado a utilizar como máximo el 34%, porque no hay suficiente oferta.

Por eso, en esta negociación los exportadores pedirán cambios en las condiciones que se acordaron para el ingreso de la carne -simplificando el proceso- como en el volumen de acceso sin arancel.

"Lo que queremos es que se registren y controlen todos los predios que usan anabólicos y que los demás queden habilitados para exportar a Europa y a otros mercados, porque necesitamos aumentar la oferta", dice el presidente de la Corporación de la Carne, Harry Jürgensen. Si ese cambio se consigue, afirma que también sería necesario pedir un aumento de la cuota sin aranceles, ya que asegura que tienen clientes europeos interesados por importarla, con precios muy atractivos.

"Si aumentamos la oferta con este sistema que proponemos, vamos a tener la capacidad para exportar entre cinco mil y ocho mil toneladas de carne al año a Europa", estima.

Lácteos: Simplificar reglas

Aún cuando existe una cuota para el ingreso sin aranceles de 2.475 toneladas de queso al año, los exportadores del sector lácteo dicen que venderles sus productos a los europeos sería como vender ollas de cobre a los gitanos, pues es uno de los mercados más sofisticados del rubro.

Por lo mismo, ha existido poco incentivo en explorar si hay oportunidades, lo que se ha acentuado por lo engorrosos reglamentos para ingresar.

"Hay una pauta de evaluación del SAG que está llena de referencias a reglamentos de la UE, con 12 capítulos de distintas áreas, sobre los cuales no existe una capacitación razonable para poderlo revisarlo dentro del mismo SAG. De hecho, en Chile solo hay una planta habilitada", explica el gerente general de Exporlac, Guillermo Iturrieta.

Por eso cree que esta negociación es una buena oportunidad para simplificar reglas y avalar procesos que en Chile se exigen desde hace años. "La única manera de que empiecen a aparecer oportunidades en Europa es simplificando esos reglamentos", propone.

En cuanto a los problemas que se podrían producir por las denominaciones de origen de algunos lácteos, como los quesos, asegura que el tema no complica al sector, ya que lo que protegen los europeos son nombres específicos, los que Chile ha respetado.

Vinos: indicaciones geográficas

Dentro de los productos silvoagropecuarios, el vino tiene la mayor participación en los envíos a la UE (ver infografía), con US$ 606,4 millones en 2016, que representan el 14% de los envíos nacionales no cobre.

Si bien en el sector destacan el aporte que ha significado ingresar sin aranceles a Europa y el reconocimiento que consiguieron el año pasado para los vinos orgánicos en toda la UE, plantean que se podría avanzar en desarrollar mecanismos más expeditos para la aprobación de indicaciones geográficas y prácticas enológicas.

"El tratado sobre vinos con Chile contempla un procedimiento anacrónico de incorporación de nuevas indicaciones geográficas, que obliga a que se modifique un anexo para el cual deben cumplirse una serie de etapas dentro de la burocracia formal de la UE. En la negociación podría tratarse el tema y darle velocidad al procedimiento", propone el presidente de Vinos de Chile, Mario Pablo Silva.

Uno de los cambios que sugiere es que los anexos se puedan modificar mediante una notificación electrónica, con un plazo de la contraparte para oponerse a una indicación geográfica si es que hubiese similitudes con alguna propia.

Además, Silva plantea que se podría dar más velocidad al proceso actual de reconocimiento de denominaciones de origen que están en trámite, como La Serena, en la Región de Coquimbo, algunas localidades del Aconcagua y del valle central, como Calera de Tango, Colina, Empredrado y Longaví, entre otras.

Frutas: Protección de variedades

En 2016, las exportaciones de fruta fresca a Europa sumaron US$ 802,3 millones, que equivalen al 52% de lo que exporta el sector agropecuario sin considerar los vinos, con más de 28 productos, donde lideran las paltas, uvas y manzanas.

El presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas (Asoex), Ronald Bown, recalca que como el acuerdo actual no tiene restricciones para ninguna especie frutícola -ya que el arancel actual es cero y no se contemplan cuotas- los mayores beneficios que se puedan conseguir en la negociación probablemente estarán en otros rubros agrícolas.

Sin embargo, cree que es una buena oportunidad para avanzar en temas relacionados con la propiedad intelectual, con la idea de resguardar la protección del desarrollo de nuevas variedades, especialmente en un contexto de cambio climático en el que Chile comienza a desarrollar comercialmente sus primeras variedades.

"Para nuestro sector es de interés avanzar en el adecuado reconocimiento y protección de las variedades que mejoran la calidad de la fruta, que aumentan la productividad y las hacen más tolerantes a las condiciones meteorológicas cambiantes y los viajes largos, porque solo de esa forma seguirá habiendo investigación y nuevos desarrollos", plantea Ronald Bown.

El agregado agrícola de Chile en la UE, Rodrigo Vega, añade que están revisando la situación de cada fruta, ya que algunas están libres de arancel solo en algunas ventanas de tiempo.

"Tenemos que conversar con el sector productivo y ver qué pasa en Copiapó o en la zona sur, por ejemplo, y qué efecto pueden tener las fechas con sus épocas de cosecha", explica Vega.

novedades: género y sustentabilidad

Aunque la Direcon es la encargada de llevar adelante la negociación con la UE, en el Minagri trabajan en establecer las prioridades del sector y, de acuerdo con las reuniones que tuvieron con los europeos para concretar la idea de modernizar el TLC, creen que la idea de fondo es ir más allá de los temas comerciales y formar lazos estratégicos.

La directora de Odepa, Claudia Carbonell, detalla que se incluirá un capítulo sobre agricultura sustentable, que podría ser atractivo para fijar cambios a nivel institucional y del sector productivo para los próximos años.

"El año pasado firmamos el memorándum de entendimiento para homologar las normas orgánicas y llegaremos a la negociación con ese acuerdo firmado. Eso implica que los temas que tengan que ver con la agricultura orgánica, ecológica y sustentable van a estar súper presentes en esta negociación", proyecta. Añade que también habrá un capítulo orientado a las pequeñas y medianas empresas, donde se podrían incluir nuevas propuestas para la UE en relación con el sector agrícola.

Al abrirse estos nuevos temas, Rodrigo Vega plantea que Chile debe ser creativo en sus propuestas para conseguir más avances y como sector plantear, por ejemplo, que se logren cuotas especiales o una liberalización total para los productos orgánicos, aprovechando la reciente homologación de las normas de certificación.

"Es un planteamiento que quisiéramos hacer, como también poner el tema de género en la negociación, que resultó muy interesante para ciertos sectores de la UE, y proponer crear, por ejemplo, una cuota especial para los productos agrícolas producidos por mujeres", propone, como parte de las ideas que se podrían presentar en las rondas de negociación.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia