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Avalancha de información:

Internet y las redes sociales obligan a cambiar la enseñanza del pensamiento crítico

lunes, 03 de abril de 2017

Lorena Guzmán H.
Educación
El Mercurio

La construcción del criterio para diferenciar lo que se lee y ve en el mundo digital debe empezar desde kínder y continuar durante toda la enseñanza escolar y universitaria.



Desde las noticias falsas hasta el acceso casi infinito a toda clase de datos y videos, el mundo de hoy se mueve en medio de una avalancha de información. Cómo enseñar a discernir entre las múltiples posibilidades es algo que está preocupando a nivel global y en todas las etapas de enseñanza. Un desafío nuevo, aseguran los especialistas en educación.

Escenario distinto

Estamos frente a un nuevo escenario, a una nueva ecología del aprendizaje, dice Jorge Chávez, académico del Núcleo de Investigación en Educación de la Universidad Andrés Bello. Hoy internet y las redes sociales permiten que no solo se acceda a información cuando se está en la sala de clases o estudiando, sino en todo momento.

"En solo cinco años ha cambiado la forma de aprender, pero seguimos enseñando como hace una década o más. Estamos en frente de una dicotomía en la enseñanza", asegura. Y el principal problema estriba en la necesidad de reforzar el pensamiento crítico en el aula, algo que no se está haciendo.

"Cuando se le pide a los niños que busquen una información no se les dice la razón. Al no haber un propósito en la búsqueda, es muy difícil que puedan filtrar la información porque no saben en función de qué", dice Josefina Santa Cruz, decana de la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo.

Al no existir un sentido, tampoco hay contexto y mucho menos a qué echar mano para decidir si lo que se tiene al frente es verdadero o falso. Además de darle un sentido a la información, agrega la académica, en forma paralela hay que entrenar el pensamiento crítico. "Es algo que hoy no está en la sala de clases y que debe trabajarse desde kínder, continuar en básica y media, y terminar en la universidad", opina.

Si bien el pensamiento crítico está en el currículum, en los textos escolares no se encuentra presente. Una dificultad para los profesores que se suma al tiempo extra que toma el enseñar esta habilidad. Esto último, porque lo que se busca, finalmente, es que los alumnos adopten una actitud crítica constante y que esta se vuelva automática. Para lograrlo, hay que cambiar la forma en que se ve la enseñaza, pasar de únicamente la transmisión de contenidos a la construcción de conocimiento, agrega Chávez.

Nuevo conocimiento

"El objetivo es lograr generar información nueva desde la ya existente", explica. Hoy solo se enseña a repetir y no a evaluar lo que se tiene en frente, pero si se busca concebir algo nuevo es necesario poder analizarlo para luego entenderlo y procesarlo.

Y ese camino parte de algo tan básico como el poder evaluar si las fuentes de la información son fidedignas. Identificar si son revistas o sitios especializados, por ejemplo, o de conocer de dónde y cómo se obtuvo la información. Todas actividades que se pueden adecuar a cualquier nivel de enseñanza.

"Como norma general, primero se debe cuestionar la información antes que creer en ella. Los estudiantes deberían volverse sus propios investigadores", dice Cristián Rojas, académico de la Facultad de Educación de la Universidad Católica. Algo que se debe inculcar en la sala de clases.

Desde muy chicos los niños son capaces de aprender a poner atención a los elementos relevantes, agrega el académico. "Es enseñar a ser un buen pensador frente a una pregunta. Se les puede pedir buscar varias respuestas y, dentro de lo que se pueda, hacer experimentos para que ellos mismos descubran cuáles son posibles y cuales no", sugiere. Esa es una forma de verificar la información.

Lo anterior se puede hacer en todas las materias. "Esto implica habilidades cognitivas basales que son transversales", aclara. Se ha estudiado que si se estimulan estas funciones, impacta directamente en las destrezas tempranas como el lenguaje y el precálculo.

Si bien mientras antes se comience con el entrenamiento del pensamiento crítico mejor, esto no implica que si se estimula más tarde no se tenga éxito, coinciden los especialistas.

"Hay una preocupación creciente, y en todo el mundo, de la necesidad de hacer algo. Aún no se tiene la respuesta, pero está claro que ella debe atravesar la formación tanto de los profesores en servicio como en las universidades", opina Josefina Santa Cruz.

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