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Argentina: Vuelven cortes de gas y se prevé un verano difícil en abastecimiento energético

viernes, 12 de octubre de 2007


La Nación, Buenos Aires/GDA

El frío de los últimos días en Buenos Aires y problemas en un yacimiento de Neuquén complicaron la situación energética, además, no se frena el consumo de luz.

BUENOS AIRES.- Volvió a ocultarse el sol en Buenos Aires; falló un yacimiento de Neuquén y reverdecieron, en plena primavera, los problemas energéticos: varias centrales eléctricas sufrieron desde la mañana de ayer cortes de gas y tuvieron que funcionar con diésel, informó hoy La Nación de Buenos Aires.

El incidente sirve como preludio del que promete ser un verano complicado. Un informe reservado de Cammesa, ente que administra el sistema nacional de electricidad, proyecta que, en las actuales condiciones de crecimiento, la demanda alcanzará en marzo próximo los 19.100MW. Para tener una idea de qué significa habría que recordar que el último pick, los casi 18.400MW del 28 de mayo pasado, provocó apagones en el sector residencial en la Capital Federal y el conurbano, y llevó al Gobierno a tomar la decisión de cortarles la luz a las empresas, diariamente, durante dos meses. Gracias a ese racionamiento, se logró mantener siempre el consumo por debajo de los 17.500MW. El sector murmura, entonces, una cuenta elemental: con una previsión de 19.100MW, habrá que trabajar mucho para evitar que vuelvan las interrupciones.

Aquella última inversión
"Esto muestra la fragilidad del sistema", reconoció anoche un directivo de una de las compañías. El ejecutivo recordó que muy pocas veces desde 1992 las usinas habían tenido que recurrir a los combustibles líquidos durante la primavera y que ahora las instalaciones que supieron ser las más modernas del mundo y que no reciben inversiones desde 1999 deberán acostumbrarse a funcionar con gas, su combustible natural, sólo durante otoños y primaveras benévolas. El cálculo vuelve a ser fácil: la última central se hizo en el país hace ocho años y la demanda creció, desde entonces, un 45%.

Los desajustes, que se habían atenuado en septiembre, volvieron a insinuarse ayer. La disponibilidad de gas para las centrales eléctricas, que era hace dos semanas del 90%, se ubicó ayer sólo en el 40%. Los problemas empezaron a las 11 y fueron confirmados en despachos oficiales y empresariales.

Por un corte de luz que duró tres horas, el yacimiento El Portón, que opera Repsol YPF, tuvo problemas de inyección y le restó dos millones de metros cúbicos al gasoducto Neuba II. El volumen habría sido insignificante, pero hizo más frío del previsto y varios porteños encendieron la calefacción y consumieron 6 millones de metros cúbicos más de lo habitual en estos días. Desde el Gobierno se le pidió entonces a Cammesa que instruyera a las usinas a ahorrar 8 millones. El procedimiento se hizo otra vez con sigilo. Ningún papel firmado; sólo órdenes telefónicas, advertencias y pedidos de silencio.

¿Qué verano y qué invierno energéticos heredará entonces el próximo gobierno? En el sector eléctrico callan, pero dejan emerger, casi al pasar, la siguiente inquietud: el pick de demanda del año próximo contará, como oferta agregada, sólo con las dos turbinas de 270MW de la usina que se construye en Campana, prevista para arrancar entre marzo y abril. Serán en realidad 500MW disponibles, porque la escasez de gas obligará a operar con diésel, combustible que reduce un 10% la capacidad de generación.

Las turbinas de la central de Timbués, en cambio, empezarán a funcionar sólo después del invierno, como consecuencia de las adaptaciones que se requieren para el referido cambio de combustible. Entre otras, un puerto y cañerías para el abastecimiento con líquidos.

Hay algo que nadie duda a estas alturas, más allá de las promesas: ambas centrales, la de Timbúes y la de Campana, tienen destino diésel. Por eso Siemens, la constructora, adaptó todas las calderas. El sueño del gas boliviano, lo que sería la solución natural de acuerdo con los análisis de integración regional, quedó algo postergado por el retraso de las inversiones en el Altiplano, según adelantó la semana pasada el gobierno de Evo Morales.

En algunas petroleras empiezan a imaginar una alternativa del lado chileno, aprovechando la planta de gas natural licuado que ese país tendrá disponible en 2009. "¿Se imaginan la revancha chilena?", dijo esta semana un encumbrado dirigente petrolero. La Argentina tiene, desde hace tiempo, reducidos al mínimo los envíos de gas a Chile.

Con todo, la mejora de las temperaturas -tras lo que fue definido como el invierno más duro de los últimos 45 años- permitió un alivio. La Argentina pudo ayer terminar de devolverle a Brasil la electricidad que le había comprado para paliar la escasez. Como la sequía mantiene las represas del Comahue con agua por debajo del nivel de seguridad, se las está preservando. Se recuperan lentamente.

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