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Daspletosaurus horneri:

Nueva especie de tiranosaurio habría tenido una piel tan sensible al tacto como la humana

viernes, 31 de marzo de 2017

Richard García
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

El análisis de un cráneo fosilizado descubierto en EE.UU. también revela que este tipo de dinosaurio tenía una cara sin labios y con escamas, similar a la del cocodrilo.



El hallazgo en Estados Unidos del cráneo fosilizado de una nueva especie de tiranosaurio, el Daspletosaurus horneri , les cambió la cara -literalmente- a estos depredadores.

"Resultó que los tiranosaurios son idénticos a los cocodrilos en cuanto a que los huesos de sus hocicos y mandíbulas son rugosos, a excepción de una estrecha banda de hueso suave a lo largo de la fila de dientes", explicó Thomas Carr, del Departamento de Biología del Carthage College y autor principal del estudio que se publicó ayer en Nature research.

Ese tipo de textura craneal sugiere que el animal tenía la cara cubierta por escamas planas y ese tejido áspero se extendía por toda la superficie de su rostro, sin dejar espacio para labios.

Los investigadores observaron también que esa capa de escamas tenía un enorme grado de sensibilidad.

Comprobaron que, al igual que en los cocodrilos, el hocico y las mandíbulas de los tiranosaurios eran penetrados por numerosas y pequeñas terminaciones del nervio trigémino, el que, entre otras cosas, conduce las sensaciones de tacto y dolor. Es decir, estos depredadores habrían tenido una piel tan sensible como la yema de los dedos humanos.

Esta sensibilidad es parte de una historia mayor, explicó Jayce Sedlmayr, investigador del Health Science Center de la U. de Louisiana y coautor del trabajo. "El nervio trigémino tiene una trayectoria evolutiva extraordinaria, ya que ha pasado a convertirse en una especie de sexto sentido para diferentes vertebrados y que le permiten, por ejemplo, detectar campos magnéticos a las aves migratorias o vibraciones en el agua a los caimanes".

Para el paleontólogo de la Universidad Austral, Martín Chávez, lo más probable es que los tiranosaurios empleaban esta hipersensiblidad para medir la temperatura del nido con su cabeza durante el empollamiento, algo que también hacen los cocodrilos.

Esto no significa que los tiranosaurios hallan estado completamente cubiertos de escamas, aclara el investigador, porque todavía falta encontrar registros de otras partes del cuerpo.

Aparte de las escamas, los científicos encontraron evidencia de otros tipos de piel en la cara, incluidas áreas de hueso muy grueso que probablemente soportaba una piel tipo armadura en el hocico y a ambos lados de la mandíbula inferior, la cual debía proteger al animal durante la caza o la alimentación. Además, identificaron unas pequeñas cornamentas que habrían sido de tipo ornamental.

El análisis fue posible tras realizar comparaciones con cráneos de cocodrilos, aves y mamíferos, y analizar las semejanzas de los nervios faciales y arterias, que dejan trazas de su localización en los huesos.

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