domingo, 26 de marzo de 2017
El Mercurio
Margaret Valenzuela y Álvaro Valenzuela
El ex Mandatario se define frente a las reformas del Gobierno. Y aunque su diagnóstico es lapidario, asegura que no se jugará por otra retroexcavadora. Aquí, asegura que los cuestionamientos le dieron "más fuerza", pues no podía aceptar métodos "de la mafia".
Fue un encuentro decisivo. Sebastián Piñera no detalla la fecha, pero cuenta que en algún momento de las últimas semanas reunió a sus hijos, nueras y yernos, y estos le plantearon todos los "peros" que le veían a la idea de volver a postular a La Moneda, en términos de costos familiares y personales, y en un ambiente político cargado de odiosidad. Sin embargo -agrega su esposa, Cecilia Morel- "finalmente los niños dijeron "papá, haz lo que tu corazón te diga".... Fue muy bonito y generoso: aunque siempre lo han apoyado, esta vez había razones para haber tomado otra opción. Y desde ahí en adelante dijimos upa chalupa ". Contradiciendo a quienes piensan que todo lo tenía fríamente calculado desde que dejó La Moneda en 2014, Piñera afirma que solo fue hace unos días cuando "se me apareció marzo" (el plazo que se había autoimpuesto) y tomó la decisión de volver a postular a la Presidencia. Dice que también hubo otra reunión clave con sus colaboradores más estrechos y mucha meditación personal. Y aunque tanto él como su esposa (ver relacionado) coinciden en su diagnóstico de que la política se ha vuelto dura, se los ve no solo entusiasmados con esta aventura en que él se ha embarcado, sino derechamente disfrutando el contacto con la gente y las reacciones que la presencia de ambos provoca en la calle cuando acceden a realizar una sesión fotográfica conjunta. -En definitiva, su familia lo estará apoyando en toda su campaña, ¿pero no le preocupa que por eso mismo queden expuestos? -Sin duda. Por ejemplo, ¿qué es el caso Exalmar? Es una querella sin ningún fundamento, con acusaciones falsas y calumniosas, presentada por un diputado comunista que ha hecho un verdadero modus operandi del presentar querellas para atacar a sus adversarios políticos. A quienes instigan la campaña sucia -que son pocos, pero que tienen el apoyo y complicidad de muchos en el Gobierno y en la Nueva Mayoría- les digo que considero innoble y cobarde atacar a mi familia para tratar de debilitar a mi candidatura. Pero también es cierto que si uno se deja presionar por estos chantajes bastaría que se presente una querella, aunque no tenga ningún fundamento, para despejar de rivales la carrera presidencial y estaríamos cayendo en la lógica de la mafia. Eso a mí me rebeló y me dio más fuerza. -Bastó que se lanzara oficialmente para que todos se le vinieran encima... -Me sorprende de algunos. Conozco a Alejandro Guillier y a Ricardo Lagos, y es perfectamente legítimo que tengamos discrepancias; lo que encuentro poco noble es caer en las descalificaciones y en las mentiras. Escuché a Guillier decir que yo había recibido el país creciendo como avión. ¿Por qué lo dice, es ignorancia o maldad? Todos sabemos que antes de que asumiéramos, Chile estaba en recesión. -Pero es evidente que esta campaña será especialmente dura. -Yo quedé horrorizado con la última campaña presidencial americana: la democracia más antigua y la más grande del mundo hizo la campaña más sucia y más miserable que yo he conocido. Creí que Chile había aprendido eso y espero que todos estos presagios de la campaña más sucia de nuestra historia se queden solo en eso. Yo invito a Lagos, por el que tengo respeto y aprecio, e invito a Guillier, por el que tengo también respeto y aprecio, a pesar de que me ha desilusionado en los últimos días, a que digamos lo que pensamos, pero que seamos respetuosos especialmente de las familias de los candidatos. "Del Gobierno rescato las buenas intenciones" -¿De qué modo sintetizaría su visión del Chile de 2017? -Chile va por mal camino y lo digo con argumentos. El último trimestre del año pasado el crecimiento fue negativo y lo más probable es que el primer trimestre vuelva a ser negativo, lo cual significaría recesión técnica; no se crean buenos empleos, los salarios y las pensiones están estancados, la salud está en una grave crisis, la educación no progresa, la delincuencia, el narcotráfico y el terrorismo avanzan. Y no es solamente lo que pienso yo: dos de cada tres chilenos creen que el país está estancado o retrocediendo. ¡Cómo es posible que en tan poco tiempo este gobierno haya sido capaz de cambiar tanto la percepción de los chilenos y causarle tanto daño a este país! -¿Pero rescata algo del Gobierno? -Por supuesto, rescato sus buenas intenciones. Estoy seguro que la Presidenta Bachelet las tiene. Me pareció bien que terminara lo que fue el proyecto de acuerdo de vida en pareja que nosotros habíamos presentado y que culminó como el acuerdo de unión civil. Me parece bien que, igual como nosotros extendimos la subvención escolar preferencial desde la educación básica a la media, este gobierno haya avanzado en extenderla desde los sectores más vulnerables a la clase media. Me parece bien lo que se ha avanzado en reglas más exigentes en probidad pública. Pero, tal como estoy convencido de que en marzo del 2014 Chile estaba mucho mejor que en marzo de 2010, no sé si la Presidenta va a poder decir lo mismo el próximo año cuando termine su mandato. -Usted critica la retroexcavadora, pero en la Nueva Mayoría dicen que eso es lo que quiere hacer con la obra de este gobierno. -Todo lo contrario, detesto las retroexcavadoras porque son para destruir, yo quisiera poner grúas para construir. Pero sin duda que va a haber que rectificar errores originarios y muy significativos de las tres grandes reformas que ha implementado este gobierno. La reforma tributaria está siendo un grave atentado al crecimiento, a la inversión, la innovación y al emprendimiento. La educacional es un atentado a la libertad y a la calidad de la educación. Y la reforma laboral es un grave atentado a nuestra capacidad de crear empleos y mejorar los salarios. Impuestos: "Va a ser muy difícil bajar la recaudación" -Al definir sus prioridades, Ud. mencionó en primer lugar, recuperar la capacidad de crecimiento. ¿Cómo pretende lograrlo? ¿Cuál es su meta? -La meta es, hacia fines de nuestro gobierno, más que duplicar la capacidad de crecimiento que tenemos hoy. Para ello, necesitamos recuperar la inversión y la productividad; hacer reformas a la reforma tributaria, incentivando la innovación y emprendimiento, y hacer un esfuerzo en ciencia y tecnología, además de simplificar este aparato regulatorio y burocrático. Creemos en un sistema tributario integrado y más simple, que incentive el ahorro y la inversión. No vamos a subir los impuestos, y nuestra intención es que gradualmente puedan bajar, especialmente para las personas, los emprendedores y las pymes. Pero inicialmente, dado el enorme déficit fiscal que vamos a heredar, vamos a tener que ser cuidadosos con la recuperación de los equilibrios fiscales y macroeconómicos. -¿Eso significa que va a apostar a mantener la misma recaudación? -Va a ser muy difícil bajar la recaudación tributaria en los primeros años si queremos reducir el déficit fiscal. Este gobierno hizo una reforma tributaria que busca una recaudación adicional equivalente al 3% del producto, unos 8 mil millones de dólares; sin embargo, hemos perdido por lo menos dos puntos de crecimiento y eso le va a costar al país cerca de 60 mil millones de dólares en cuatro años. Siendo responsables, la única manera de financiar nuestras prioridades será a través de mayor crecimiento económico, que es un gran recaudador de ingresos, y de mejorar la eficiencia y austeridad en el gasto público. Así vamos a poder reasignar recursos. 300 liceos Bicentenario -¿Y en otra prioridad, educación, qué medidas adoptará? ¿Cuánto mantendrá y cuánto cambiará? -Estamos comprometidos con una sociedad docente y no con un Estado docente. Hay que modernizar los contenidos y metodologías de enseñanza en las salas de clases, priorizar la educación temprana. También, tenemos que aumentar y no matar a los liceos Bicentenario: nuestra meta es crear 300 nuevos liceos Bicentenario de excelencia. Eso, además de mejorar la calidad de los profesores y fortalecer el liderazgo de los directores. "Cambiaremos el sistema de financiamiento de la educación superior para cumplir con la promesa de que ningún joven se va a quedar fuera por la falta de recursos, donde los sectores más vulnerables y de la clase media van a tener acceso a becas que les van a permitir acceder a la educación superior sin comprometer su patrimonio. Pero, en cambio, no me parece honesto ni conveniente que el actual gobierno, cuando hizo la reforma tributaria, dijera que era para financiar la gratuidad, la mejoría en la salud y para reducir los déficit fiscales. Y no ha financiado la gratuidad, no ha financiado la salud ni ha reducido los déficit fiscales. Comprometer todos los recursos fiscales de nuestros país en forma totalmente irresponsable y olvidarse de los adultos mayores, de los niños del Sename, del problema de la delincuencia y de la salud me parece no solo absurdo, sino también inmoral". -¿No le preocupa tener nuevamente a los estudiantes en las calles al anunciar el término de expansión de la gratuidad? -Nadie de quienes hoy tienen gratuidad la va a perder. Ahora, yo recuerdo muy bien las movilizaciones de 2011. ¿Qué pedían? Educación gratis para todos, educación pública para todos y educación de calidad para todos. Estoy de acuerdo con la última, y no estoy de acuerdo con que tenga que ser pública para todos, porque resolver el tipo de educación es un derecho de los propios padres y alumnos. "Como candidato no voy a prometer lo que sé que no puedo cumplir, aunque me cueste perder muchos votos". Reforma a ley antiterrorista -Los problemas en materia de seguridad siguen siendo una deuda con la ciudadanía. ¿Cuál es su propuesta? -Hay que establecer un mecanismo de alerta temprana: cuando un niño deserte de la educación de inmediato tienen que prenderse las alertas y ver cómo recuperamos a ese niño antes de que empiece a delinquir. Mejorar la coordinación entre los ciudadanos, las policías, los fiscales y los jueces, porque hoy muchas veces juegan al compra huevos entre ellos. Y para eso vamos a fortalecer y poner en práctica el Banco Unificado de Datos. Vamos a apoyar a las policías, pero tenemos que fortalecer su capacidad preventiva y deberán modernizarse. Y vamos a promover una modificación a la ley antiterrorista para otorgarle herramientas que sí tiene la ley contra el narcotráfico como el agente encubierto, el informante, los testigos protegidos. -En su primer gobierno usted se comprometió con la creación de un millón de empleos. ¿Se pondrá otra vez una meta? -Aspiramos a una meta ambiciosa en este tema y la daremos a conocer más adelante. A mí me gustan los grandes desafíos y las metas van a ser exigentes, pero también realistas. Lo que no quiero hacer es prometer el cielo y entregar el infierno, que es tan típico de los gobiernos de izquierda. Necesitamos una legislación moderna, acorde a las necesidades del siglo 21. Y por eso, necesitamos una legislación laboral más flexible para pactar las jornadas de trabajo, y que le dé más poder a los trabajadores y no tanto a los sindicatos. Salud: retorno de las concesiones -¿Cuáles son sus líneas en salud? -Volver a terminar con las listas de espera por enfermedades Auge y enfrentar que hay un millón y medio de chilenos en listas de espera por enfermedades no Auge. Hacer un esfuerzo por recuperar la infraestructura: este gobierno echó abajo seis hospitales por un sesgo ideológico de no querer concesiones; nosotros vamos a revitalizar y refortalecer el mecanismo de concesiones. También, f ormar más médicos especialistas y traer médicos especialistas de países con buenos procesos de formación, si es necesario. "Ministro Valdés: díganos la verdad" -En pensiones, usted planteó una propuesta de reforma el año pasado... -Vamos a pedir un esfuerzo adicional de los empleadores para que aporten alrededor de cuatro puntos al ahorro previsional de sus trabajadores, y eso va a ir a la cuenta individual de los trabajadores. Segundo, vamos a aumentar el aporte fiscal al pilar solidario, que hoy día es 0,7% del producto. Queremos llegar por lo menos al 1% . Tercero: vamos a crear incentivos para que la gente permanezca más tiempo en la fuerza de trabajo. Finalmente, vamos a exigir a las AFPs que sean una industria más competitiva, transparente, y mejoren la calidad de sus inversiones. -A propósito de este tema, ¿cómo vio el debate público entre los ministros Valdés y Krauss? -Muestra la pérdida del norte y del timón de este gobierno: que un ministro salga a decirle a una ministra públicamente que es imprudente. Y no porque haya tergiversado la posición del Gobierno, sino porque la dio a conocer. Entonces, ministro, ¡díganos la verdad! En las reuniones que ha tenido con los partidos, con diputados y senadores ¿les dijo la verdad? Ese es el primer paso a cualquier acuerdo. Yo tengo una gran solidaridad y simpatía por el ministro de Hacienda, porque es cierto que hace lo que puede. El problema es que no es suficiente, porque él avanza un paso y sus colegas retroceden tres, como ocurrió con el rechazo a un gran proyecto de inversión en la Cuarta Región. -¿Si usted tuviera que votar el proyecto minera Dominga lo aprobaría? -Nosotros queremos que haya inversión en Chile y vamos a fomentarla, pero también vamos a ser muy exigentes en que estos proyectos cumplan con la normativa ambiental. Lo que ocurre en este caso es una cosa increíble, porque el servicio de evaluación ambiental y algunos seremis recomiendan este proyecto, y de la noche a la mañana, entre gallos y medianoche, se dan vuelta de carnero y lo rechazan. -¿Cree que la causa fue el que su nombre haya aparecido en el pasado vinculado al proyecto? -No lo sé. Pero sí creo que no se puede jugar de esa forma con la fe pública, con la institucionalidad. -Pero en Barrancones hubo un telefonazo de usted precisamente... -Fue muy distinto. A mí no me parecía conveniente poner una termoeléctrica tan cerca de un santuario de la naturaleza como Isla Dama, Punta de Choros. Y, por tanto, antes de que ese proyecto empezara, le propuse a la empresa que lo relocalizara, pero también le dije que si quería seguir con el procedimiento estaba en su pleno derecho, y la empresa aceptó la propuesta. -Si triunfa, ¿en qué se diferenciaría su gobierno del anterior? -Tenemos el desafío de que nuestro segundo gobierno sea mejor que el primero. Y para eso tenemos que darnos cuenta de que estamos enfrentando una realidad nueva, una ciudadanía más informada, más empoderada, exigente, más impaciente y menos tolerante. Y eso motiva. Segundo, hoy tenemos la experiencia de un gobierno y eso ha significado un proceso de aprendizaje gigantesco. Vamos a conformar equipos que van a ser una mezcla entre gente que participó en el primer gobierno nuestro, y gente nueva que va a traer mayor juventud y dinamismo. -¿Por qué no mencionó la primaria en el discurso de lanzamiento? ¿La da por ganada ya? -No, yo he dicho que estoy disponible para participar en primarias, pero es un tema que tienen que solucionar los partidos. -¿Le entusiasma? -Estoy disponible para participar en una primaria. Ahora, la verdadera elección, donde se va a jugar de verdad el destino de Chile por muchas décadas, es la elección definitiva de noviembre de este año. -El tema Bolivia seguirá presente en el próximo gobierno. ¿Cómo es tratar con Evo Morales?-Es muy difícil la relación con Morales por dos razones. Primero, porque no tiene ningún respeto, y me molestó mucho la falta de respeto que tuvo recientemente con la Presidenta Bachelet. Y, en segundo lugar, porque no respeta la verdad y en esas circunstancias es muy difícil tener buenas relaciones. Yo espero que rectifique. "No vamos a subir los impuestos, nuestra intención es que gradualmente los impuestos puedan bajar".
"Estoy convencido de que en marzo del 2014 Chile estaba mucho mejor que en marzo del 2010, no sé si la Presidenta va a poder decir lo mismo".
"La meta nuestra es más que duplicar la capacidad de crecimiento que tenemos hoy hacia fines de nuestro gobierno".
