sábado, 25 de marzo de 2017
María Paz Infante y David Lefin
El Mercurio
El sistema de reparto que plantea el movimiento sería casi imposible de financiar para el fisco , aseguran los expertos. Sería similar a cuatro reformas tributarias.
La propuesta de reforma previsional que plantea el movimiento No+AFP, efectivamente, aumentaría las jubilaciones de los chilenos, pero a un costo prácticamente imposible de soportar para el país. "La propuesta nace desfinanciada". Esa es la principal conclusión a la que llega el estudio realizado por los consultores y expertos en pensiones Carlos Díaz y Mónica Titze. La propuesta de No+AFP -movimiento que convocó para mañana una nueva marcha- plantea terminar con el actual sistema de capitalización individual y volver a uno de reparto. En ese esquema, propone subir gradualmente la tasa de cotización de 10% a 18% hasta 2024, en que un 9% sería con cargo al trabajador y el otro 9% al empleador. En el nuevo sistema también se utilizaría el Fondo de Reserva de Pensiones -que acumula casi US$ 9 mil millones- y requeriría, además, de un aporte estatal con cargo a los impuestos generales. Es en este último punto donde surgen las diferencias. Según el movimiento, en régimen, este sistema de reparto requeriría un gasto adicional del Estado por casi 8% del PIB en 2080. Sin embargo, de acuerdo a los cálculos de Díaz y Titze, el costo adicional sería de 13% del PIB en régimen, al 2077, lo que es inviable para el país, dado el nivel de desarrollo. Este monto sumaría hoy unos US$ 30 mil millones, cifra que equivale a más de la mitad del presupuesto del Estado; supera con creces todos los recursos que destina el país en Educación y Salud (que entre ambos suman unos US$ 23.800 millones) y es 11,5 veces superior al actual gasto en Defensa. Las pensiones se convertirían así en el mayor demandante de recursos fiscales. Tal es el nivel de déficit que generaría, que para cubrirlo se requeriría de cuatro reformas tributarias, como las que realizó este gobierno y que buscaba recaudar 3% del PIB. En comparación, Díaz y Titze señalan que, por ejemplo, el actual Pilar Solidario del sistema de pensiones representa un gasto de 0,7% del PIB, y se proyecta que llegue a 1,3% en algunos años. "Ninguna autoridad política responsable podría dar luz verde a un proyecto así, que es deficitario permanentemente", afirman los autores. De acuerdo a las estimaciones de los especialistas, aun subiendo las cotizaciones, estas no alcanzarían a financiar todo el gasto. De hecho, estiman que entre 2021 y 2027 ya se usarían todos los recursos acumulados en el Fondo de Reserva de Pensiones, y en 2047 el fisco requeriría suplementar el 56% de las pensiones prometidas. Los expertos reconocen, no obstante, que es posible que con este esquema las pensiones alcancen, como plantea el movimiento, una tasa de reemplazo de 70% respecto de los últimos 10 años de cotización. Pero ello generaría amplias distorsiones en la economía y en el mercado laboral. Este sistema, dicen, desincentiva la formalización laboral, lo cual conduce, en el tiempo, a una menor cotización previsional de los trabajadores, desfinanciando aún más el sistema. Asimismo, fomentaría la subcotización previsional especialmente en los primeros años de trabajo y estimularía un aumento solo al final de la vida la laboral, que es el período que se tomaría para calcular la pensión. La alternativa de las AFP Los expertos también estimaron qué ocurriría si igualmente se elevara la cotización a 18%, pero en el actual sistema de capitalización individual. Considerando rentabilidades de entre 4% y 5% anual, el resultado, aseguran, sería tasas de reemplazo similares a las que promete No+AFP, pero sin un gasto fiscal que sería muy difícil de financiar.
