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Los peatones fallecidos en el atentado aumentaron a cuatro ayer:

Autor de ataque en Londres fue un ciudadano británico inspirado por el Estado Islámico

viernes, 24 de marzo de 2017

Jean Palou Egoaguirre
Internacional
El Mercurio

Khalid Masood, nacido en la ciudad de Kent, había sido condenado por delitos de violencia, pero nunca por terrorismo.



La amenaza del yihadismo local vuelve al debate en Gran Bretaña, luego que la policía revelara que el solitario autor del atentado frente al Parlamento de Westminster fue un ciudadano británico que aparentemente siguió las instrucciones del grupo terrorista Estado Islámico.

El atacante -quien murió abatido a disparos, tras matar a cuatro personas y herir a otras 29- fue identificado como Khalid Masood, de 52 años, quien nació en la ciudad de Kent y residía en el condado de West Midlands, en el centro del país. Según indicaron las autoridades, entre 1983 y 2003 fue condenado en varias ocasiones por delitos con violencia, posesión de armas y alteración del orden público, pero nunca fue imputado por cargos de terrorismo ni existían indicios para incluirlo en un programa de vigilancia.

"No había información de inteligencia sobre sus intenciones de organizar un ataque terrorista", aseguró la policía británica, que recalcó que Massod "no era objeto de ninguna investigación en la actualidad".

Previo a conocerse su identidad, la Primera Ministra británica, Theresa May, había señalado que el atacante había sido investigado anteriormente por el MI5 por sus posibles vínculos con el "extremismo violento", pero que finalmente se le consideró una "figura periférica".

También llamó la atención la edad de Masood, mucho mayor a la de otros terroristas -entre 20 y 30 años- que han cometido atentados de carácter yihadista.

Para el Estado Islámico, sin embargo, Masood es uno de los "soldados" del autoproclamado califato. "El autor del ataque frente al Parlamento británico en Londres es un soldado del Estado Islámico" y su acción respondió al llamamiento a atacar "a los países de la coalición" internacional antiyihadista, indicó ayer Amaq, la agencia de propaganda del grupo extremista.

Scotland Yard, por otro lado, anunció ayer la detención de ocho personas en Londres y Birmingham como sospechosos de participar en la preparación de actos terroristas, pero no aclaró cuál es la relación de estos arrestos con el atentado en Westminster o con el Estado Islámico.

El modus operandi rudimentario del ataque de Massod, quien se abalanzó con una camioneta Hyundai sobre peatones del puente de Westminster para luego matar a un policía con un cuchillo, recordó a otros atentados reivindicados por el Estado Islámico, como los de Niza y Berlín el año pasado. Este grupo terrorista -que por primera vez golpea a Gran Bretaña, que en 2005 fue blanco de ataques suicidas de Al Qaeda- ha defendido, a través de sus vías de difusión, que se utilice cualquier medio para atacar a Occidente. "Si no pueden hacer explotar una bomba o disparar, arréglenselas para encontrarse solo con un infiel francés o estadounidense y rómpanle el cráneo con una piedra, mátenlo a cuchilladas, arróllenlo con su vehículo", ha sugerido la organización.

Esta directriz de los extremistas ha complicado muchísimo a los servicios de inteligencia europeos, especializados en rastrear métodos más sofisticados, lo que se suma a la dificultad de mantener la vigilancia sobre sospechosos nacionales que se pudieran haber radicalizado, como parece ser el caso de Masood.

"En el actual clima febril de terrorismo islamista no hay defensa posible de aquellos que están determinados a matar. Mientras los terroristas antes elegían fusiles Kalashnikov y bombas como sus armas, ahora lo descartan por primitivos autos y cuchillos", comenta a este diario el periodista británico Robert Verkaik, autor de "Jihadi John, the making of a terrorist". "Ahora habrá demandas de más oficiales de policía armados, mayor supervigilancia y poderes para pinchar nuestros teléfonos y computadores. Pero la dura verdad es que no puede prevenir este tipo de ataques como el que vimos en el puente de Westminster", añade.

Anne Speckhard, autora de varios libros sobre el Estado Islámico y yihadismo, coincide en que "es muy difícil prevenir este tipo de ataques". "Es por ello que necesitamos golpear el corazón de su ideología y desacreditar y deslegitimar al grupo terrorista. El extremismo local es muy prevalente en Europa y necesita ser derribado en un modo comprensivo", dice a "El Mercurio".

"No tenemos miedo"

Pese a esta conmoción, el día después del atentado, y tal como había prometido May, Londres siguió funcionando.

El puente de Westminster fue reabierto ayer a la circulación, pero en los alrededores de los edificios del Parlamento -donde se encuentra el Big Ben- todavía había áreas acordonadas por la policía, y el habitual ajetreo de los miles de turistas y oficinistas que suelen recorrer a diario esta zona, había mutado por una inusual calma.

El Parlamento, en tanto, volvió al trabajo, en un acto de desafío ante los agresores de la democracia británica, y a las 09:33 de la mañana realizó un minuto de silencio en homenaje al policía fallecido, Keith Palmer.

"No tenemos miedo", dijo May en un emotivo discurso ante la Cámara de los Comunes. "Mientras hablo, millones de personas estarán subiendo a trenes y aviones para viajar a Londres y ver por sí mismos la ciudad más grande sobre la Tierra", remarcó. "Es en estas acciones, en millones de actos cotidianos, donde encontramos la mejor respuesta al terrorismo, una respuesta que niega su victoria a nuestros enemigos, que les impide ganar, que les demuestra que nunca nos rendiremos".

"Mis pensamientos, oraciones y mis más profundas condolencias están con todos aquellos afectados por esta violencia espantosa".
Reina Isabel II

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