Las cantantes chilenas que brillarán en Lollapalooza
viernes, 24 de marzo de 2017
Sebastián González S.
Reportaje
El Mercurio
"Somos como el yin y el yang", dice Paz Court sobre la amistad y estrecha colaboración profesional que la une a Mariel Mariel, a pesar de que ambas tienen estilos musicales muy distintos: una cultiva el pop; la otra, los ritmos urbanos. A una semana de presentarse en Lollapalooza -como las dos grandes cartas femeninas chilenas del festival-, ambas hablan de sus comienzos y de cómo, después de un largo camino, encontraron la música que querían entregar.
Paz Court (31) recuerda que a mediados de 2011, cuando estaba de gira por México con su entonces grupo Jazzimodo, le pidieron a una cantante chilena radicada en ese país, Mariel Villagra (35), que se subiera al escenario a tocar junto a ellos. En ese entonces, Mariel todavía no incursionaba en la música urbana que hoy la ha hecho famosa en todo el continente, y Paz hacía jazz, no música pop: ambas estaban en la búsqueda de su identidad musical.
Luego de ese concierto, Paz se quedó en la casa de Mariel -más conocida como Mariel Mariel, nombre de su banda-. Allí se hicieron amigas.
Hoy, a una semana de que se presenten en una nueva versión de Lollapalooza -como las principales cartas femeninas chilenas del festival-, ambas cantantes están inmersas en claros estilos musicales: el sábado 1 de abril, Paz Court subirá al escenario una propuesta pop con matices clásicos y vintage. El domingo 2, en tanto, Mariel Mariel mostrará los elementos urbanos del hip hop y reguetón.
-¿Qué significa para ustedes tocar en Lollapalooza en este momento de sus carreras?
-Es una vitrina que me saca de mi hábitat natural, de los clubes más chicos y de los teatros, y me pone en un festival compartiendo con bandas a nivel mundial. Me encanta que me haya tocado en este momento, porque tenemos un show distinto, quizás uno de los más distintos en Lollapalooza, en términos sonoros y de atmósfera -cuenta Paz Court.
-Lollapalooza es un punto importante, me lo estoy tomando muy en serio y estoy aprovechando de juntarlo con este retorno a mi país. Estamos armando un batallón de baile, sumando músicos a mi banda y entrenando espartanamente para trazar lo que va a ser nuestro año acá. También hay una invitada súper importante, que es mi comadre Natalia Valdebenito. Creo que nuestro show va a gatillar algo importante.
EN BUSCA DEL
"FLOW" LATINO. El primer acercamiento de Mariel Villagra a la música fue con su padre, el folclorista Pedro Villagra (Santiago del Nuevo Extremo, Inti Illimani). Cantó con él en su banda Pedroband, que fue una escuela natural donde adquirió conocimientos de folclor, de jazz y de lo étnico, y donde heredó el oficio de ser músico.
De chica escuchaba a Mercedes Sosa, cuenta. Pero el gran quiebre vino cuando estaba en la universidad y se encantó con el disco "Survivor", de Destiny's Child. "Ahí me di cuenta de que me gustaba mucho la música pop. No le tuve miedo a eso, me encantó. Fue como una especie de salida del clóset musical", confiesa.
Estando en segundo año de Teoría de la Música en la Universidad de Chile, Mariel Mariel cuenta que fue víctima de acoso sexual, situación que la empujó a dejar el país para irse a vivir a México. Fue allí donde terminó de formarse musicalmente y de encontrar su estilo.
-Creo que tuvo que ver directamente con mi búsqueda en el estilo musical. Hay una cosa muy personal entre México y yo. Tampoco tengo un estilo que sea muy común allá, no es que me haya influido por algo típicamente mexicano, sino que más bien me dio la visión general de Latinoamérica, de la identidad latina. Y por supuesto que vivir en la capital, en el DF, me empezó a nutrir de distintos códigos callejeros -dice Mariel Mariel.
En 2015 lanzó su primer disco, "Foto pa' ti", en el que demostró que su música sí tenía un concepto muy arraigado a la raíz latina, a las cosas que había observado en la calle, en la ciudad. Así creó lo que ella llama el "flow" latino, que va acompañado de coreografías contemporáneas (de reguetón y hip hop) que le dan una valoración al movimiento del cuerpo y donde ella canta con fuerza, golpeando con las palabras.
-'Foto pa ti' lleva nuestra identidad y hace que el mundo entienda un poco -cada uno a su manera- qué es ser latino: cómo se vive, cómo uno se las bate para salir adelante, y eso lo encuentro romántico y motivante. Por eso me identifica mucho esta música, aparte de que los beats son irresistibles y me los bailo hasta abajo, por supuesto -describe la artista, quien al año siguiente ganó el premio Pulsar a Mejor Artista de Música Urbana.
En su discurso, Mariel Mariel dio testimonio sobre el acoso que sufrió antes de irse de Chile. Ahora, reconoce que ese premio fue una de las razones para volver, después de siete años fuera. Ya se presentó a comienzos de marzo en Ruidosa Fest, el evento musical impulsado por Francisca Valenzuela. Allí estrenó una canción llamada "De los límites", que pretende incluir en su nuevo disco que lanzará este 2017: "Y va a caer".
Arriba del escenario, en Ruidosa Fest, Mariel amarró su pelo, largo y negro, con una cola de caballo, y vistió una polera blanca que tenía un estampado al centro que decía "Feminismo".
-El proyecto (de volver) ha sido un ejercicio súper refrescante y estoy trabajando con gente que tiene mucha energía, muchas expectativas. Lo mismo con los seguidores: hay mucho cariño, mucho feedback por las redes sociales. El otro día a Ruidosa llegaron con una bandera que decía: "Bienvenida, Mariel". Son detalles que te conmueven.
EL SUEÑO DE LA
ORQUESTA PROPIA. Paz Court también estuvo tocando en Ruidosa Fest, pero a diferencia de su amiga Mariel, y siendo fiel a su estilo, vistió un vestido morado con flores tropicales color fucsia, y tocó con guitarra en mano las canciones del primer disco que lanzó como solista el año 2014: "Cómeme".
Paz creció escuchando el jazz más clásico, interpretado por las mujeres de los años 40 y 50: Billie Holiday, Sarah Vaughan y Ella Fitzgerald. Influida por esos ejemplos inició su carrera musical a los 13 años. Luego captó la atención del jazzista Pablo Lecaros, quien era su profesor mientras estudiaba en la Escuela Moderna de Música. En 2005 despegó cuando formó Jazzimodo junto al pianista Lautaro Quevedo, pero, a medida que pasaban los años, se fue desligando de sus raíces del jazz para incursionar en el pop a través de Tunacola, banda electro-pop que le abrió las puertas a este nuevo estilo musical, donde aprendió, entre otras cosas, a rapear.
Esa versatilidad la llevó a estrenar su primer disco como solista en 2014.
-"Cómeme" está inspirado cien por ciento en el amor. En la época de componerlo estaba muy convencida -y lo sigo hasta hoy- de que el amor es súper movilizador y algo muy importante para la humanidad. Entonces tenía ganas de hacer música que fuera capaz de emocionar a la gente, y llevarla a través de las emociones, no del pensamiento -dice. Y cuenta que varias personas le agradecen su música, que denotan un aire positivo. Incluso, durante los últimos incendios que afectaron a la zona central durante el verano, cuenta que un bombero le agradeció por Twitter.
-"Me escribió algo así como: 'Escuchar tu música fue un momento de calma y de paz infinita, gracias' -cuenta la cantante-. Ahí me hace sentido esto que te digo de hablar de amor, de conectarse con las emociones.
Paz Court recuerda que todas sus ídolas del jazz tocaban con orquesta. Un sueño que ella ha cumplido: armó una banda de diez músicos llamada Florida, con la que se presentará en Lollapalooza y con la que ya tocó a comienzos de 2016 en Santiago a Mil.
El pasado 26 de noviembre, en la Plaza de la Aviación, se celebró Carnaval Concausa. Arriba del escenario, Mariel Mariel se presentó junto a una invitada: Paz Court. Ambas cantaron juntas "Los bajos vibran en mi pecho", momento en el que Paz recordó sus rapeos en Tunacola y en el que Mariel Mariel anticipó su regreso a Chile con una amiga arriba del escenario.
-Paz, ¿qué te gusta del estilo de Mariel?
-He visto toda su transformación, y pienso que si antes me gustaba lo que hacía, ahora me encanta. Siento que también ella encontró su lugar en la música. Hace años que nos conocemos y venimos haciendo cosas, a pesar de que tenemos estilos súper diferentes. Somos como el yin y el yang.
