Un 41% de menores de edad han tenido algún episodio de violencia durante el pololeo
lunes, 20 de marzo de 2017
Catalina Iturriaga
Nacional
El Mercurio
Dentro de los comportamientos más comunes están el control de la pareja, la manipulación y la invasión de la privacidad.
Para detectar los niveles de violencia que tienen los menores en sus relaciones amorosas, sensibilizar en esta área a su entorno y también saber qué entienden por conductas inadecuadas, la Policía de Investigaciones (PDI) realizó una encuesta a nivel nacional. Se trata de una investigación sobre las conductas en parejas, hecha el año pasado, a 2.000 estudiantes de entre 11 y 17 años, que busca prevenir la violencia física y psicológica dentro de las relaciones. De los consultados, un 32% admitió haber detectado señales de violencia, mientras que un 9% de los estudiantes dijo haber vivido episodios de violencia explícita, desde empujones hasta golpes. El problema principal de los menores de edad, según el subcomisario del Departamento de Acción Comunitaria, Hermann Melcherts, es la normalización de las conductas habituales que incurren en la violencia. "Entre los pares hay desconocimiento de lo que es la violencia, por lo que encuentran normal tener dependencia y control con los pololos", explicó el policía. Hermann hizo hincapié en que lo clave es intervenir directamente a los grupos cercanos para poder tener regulación social, debido a que este estrecho círculo es el que puede detectar de forma más temprana conductas impropias dentro de las relaciones. Las más recurrentes son el control excesivo de la pareja. "La necesidad de saber qué está haciendo, con quién está y qué hará, es una de las actitudes más comunes entre los jóvenes". Las otras son la manipulación y la invasión de espacios privados, por sentimiento de pertenencia. "Lo mío es mío y si no es mío, no es de nadie", añadió el subcomisario, como ejemplo de estas conductas. Jóvenes posesivos Ante la pregunta ¿tu pareja te impide ver a tus amistades?, un 25% de los hombres contestaron que sí, mientras que un 32% de las mujeres admitieron que sus parejas tenían estas conductas. Frente a esto, la directora del Centro de Estudios y Promoción del Buen Trato, Ana María Arón, fue enfática en que "uno de los riesgos que hay en la violencia es que la pareja maltratadora tiende a aislar a la víctima de su entorno social de tal forma que esta regulación social no pueda actuar". Según Arón, la regulación social tiende a ser la forma más efectiva de acabar con los malos tratos, debido a que es el entorno cercano el que puede detectar conductas impropias dentro de una relación y poder intervenirlas. La encuesta, que se realizó con la ayuda de las brigadas de regiones y los profesores de los establecimientos educacionales, se aplicó a menores que han tenido por lo menos una relación amorosa. Sobre la base de estos resultados es que la PDI efectuará trabajos preventivos y campañas en los centros educacionales. Hasta el año pasado la policía realizó 800 charlas preventivas en materias de violencia en el pololeo. Este año esperan superar esta cifra e incluir a más actores para poder sensibilizar sobre este tema y poner en la palestra lo que consideran como la antesala a la violencia doméstica. Los menores pueden ir a cualquier unidad policial a denunciar maltratos como lesiones, amenazas o relaciones sexuales no consentidas, lo que deben realizar en compañía de un adulto responsable.
Importante es el contacto con el grupo más íntimo de los jóvenes, que saben de los maltratos.
