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Arqueología precolombina:

Los incas cambiaron las costumbres de los habitantes del Norte Grande

lunes, 20 de marzo de 2017

Richard García
Vida Ciencia Tecnología
El Mercurio

Nuevos hallazgos revelan la enorme influencia que tuvo el imperio cuzqueño en las comunidades locales, aunque no fue una invasión, según el arqueólogo de la U. de Tarapacá Calogero Santoro.



Gracias a la evidencia arqueológica, quedan cada vez más claro los radicales cambios culturales que implicó la llegada de los incas a lo que es el actual territorio de Chile, hace 600 años. Desde hace más de tres décadas que Calogero Santoro, arqueólogo del Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto de la Universidad de Tarapacá, ha venido rastreando pistas de la presencia inca en el Norte Grande, donde se creía erróneamente que su impacto había sido muy reducido.

"Históricamente se pensaba que el estado inca del Tawantinsuyu no había tenido mucho interés por el norte de Chile porque se trataba de un ambiente desértico con pocos recursos y poca gente, en circunstancias de que un Estado necesita de ambos para intensificar la producción", explica el arqueólogo.

No obstante, hallazgos recientes confirman que se puede establecer claramente un antes y después de la llegada de los incas en términos culturales, especialmente en la zona de los valles de Lluta y Azapa, donde se desarrolló lo que se conoce como la cultura Arica.

El investigador, que acaba de publicar el libro "Late Prehistoric Regional Interaction and Social Change in a Coastal Valley of Northern Chile", que resume las investigaciones, aclara que, más que una invasión, lo que se observa es una asimilación de las poblaciones. "Lo que le interesaba era establecer el control sobre la gente de las comunidades". Para eso funcionarios del inca llegaban a acuerdos con los jefes de las comunidades locales. "El inca intentaba evitar el conflicto bélico porque, tal como ocurre hoy, para un Estado es lo peor que le puede pasar, ya que implica costos económicos, sociales y políticos".

Los jefes locales probablemente adquirían ciertos privilegios. "Recibían todo el prestigio social que otorgaban los incas como ropajes, presencias en ciertos actos públicos e, incluso, se cree que parte de los arreglos políticos que hacía el inca era emparentar a la élite cuzqueña con las hijas de los líderes locales", explica Santoro.

En el caso de la comunidad, el Estado inca no les exigía tributos en especies, algo típico en otras culturas precolombinas como los aztecas. En cambio acordaba con las comunidades locales cuotas de trabajo que utilizaba para distintas actividades productivas, desde agrícolas a militares, es lo que se conoce como la mit'a .

Una de las mit'as más famosas era la textil. Eso significaba que había que hilar y tejer, lo que hacían hombres y mujeres. "Notamos que en la época previa al inca había poco desarrollo de esta actividad. En cambio, tras la llegada del Estado inca, los artefactos para hilar son más comunes. "El traje era un símbolo de poder. En Arica hemos encontrado fragmentos de tejido kumbi, hecho con las fibras más finas y muy bien ornamentado. Eran túnicas o camisas que se producían para el inca, quien las regalaba a sus súbditos o líderes locales más fieles.

La artesanía también experimentó un cambio. "Los incas ingresan cerámica de muy buena calidad, con pastas muy finas y bien cocidas, con un tipo de decoración que no presentaba la cerámica local". Lo que han descubierto es que muy pronto su tecnología de elaboración fue asimilada por las comunidades de la cultura Arica.

"Los análisis con rayos X revelan que mucha de la cerámica inca que hemos encontrado fue hecha con arcilla local y un mínimo era importada".

La forma de organizarse en el territorio también cambió. "Previo al inca, en el valle del Lluta había, al menos, seis pueblos de agricultores repartidos a lo largo de su parte más fértil. Con la irrupción del Tawantinsuyu esos asentamientos quedaron prácticamente desocupados y sus habitantes se concentraron en un pueblo más grande, llamado Mollepampa, que si bien existía previo al inca, experimentó importantes transformaciones". Es así como se instaló en él una estructura de grandes dimensiones, un ushnu , que era como una plataforma ceremonial que el inca ponía en el centro de las capitales locales como un signo de poder y donde realizaba una serie de actos públicos. "Se suponía que los incas se paraban allí y daban instrucciones a la gente de las actividades que debían realizar".

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