Demanda y potencial estimulan al raps

lunes, 20 de marzo de 2017
Florencia Prieto Bravo
Reportaje
El Mercurio

El país satisface solo el 40% de la necesidad interna de aceite de esta oleaginosa, base para la alimentación de salmones. Tras un 2016 de buenos precios, pero bajos rendimientos, se espera que este año haya un leve aumento de la superficie.

Hace tres años que Marco Taladriz empezó a cultivar raps en Vilcún, como parte de su programa de rotación de cultivos. Durante la temporada 2016 obtuvo el mejor rendimiento a nivel nacional de este cultivo con 5,4 toneladas por hectáreas. Sin embargo no está conforme. Explica que si bien dentro del contexto nacional fue bueno, las estimaciones previas los tenían con la esperanza de obtener al menos 6 toneladas por hectárea. Lo que le ocurrió al agricultor de Vilcún es un reflejo de lo que pasó con el cultivo el año pasado: una producción por debajo de lo esperada.

Alex Strodthoff, gerente general de Empresas Agrotop, empresa productora de aceite de raps, comenta que el año pasado se sembraron 49 mil hectáreas con un rendimiento promedio de 3,7 toneladas, lo cual derivó en una producción aproximada de 170 mil toneladas. Por su parte, Enrique Sabugo, vicepresidente de Molinos Gorbea -empresa que también produce aceite-, comenta que este resultado fue muy bajo, ya que esperaban entre 30 mil y 40 mil toneladas más.

Taladriz atribuye esta situación a condiciones climáticas; por ejemplo, una helada repentina ante la cual los productores no alcanzaron a tomar medidas y cuyas consecuencias no se manifestaron hasta el momento de la cosecha. Alex Strodthoff, explica que las bajas temperaturas y las lluvias provocaron problemas de tendedura en los raps lo cual provocó la caída en los rendimientos.

Pero no todo fueron malas noticias. Strodthoff, comenta que a pesar de que los rendimientos bajaron los precios aumentaron respecto de la temporada 2015, en la que los raps se pagaron a US$ 320 la tonelada, mientras que el 2016 el precio estuvo en torno a los US$ 380.

De la mano de los salmones

El cultivo de raps en Chile es una historia antigua. Empezó en la década de los 80 donde la superficie de siembra partió con menos de 5 mil hectáreas pero con el pasar de los años llegó, aproximadamente, a las 60 mil hectáreas. El rubro estaba protegido por medidas que evitaban el ingreso al país de aceites vegetales, por lo que la producción se destinaba principalmente a eso. Sin embargo, la eliminación en el año 2000 de las barreras aduaneras que protegían la producción de aceites vegetales del país, provocó que el mercado nacional recibiera una gran cantidad de aceites tanto argentinos como bolivianos. Debido a esto el 2001 se sembraron menos de mil hectáreas.

Sin embargo, el cultivo volvería a recuperar terreno de la mano de la producción de salmones. Por esos años, la industria acuícola comenzó a buscar alimentos vegetales para reemplazar a los originados en biomasa marina, y ahí fue que el raps consiguió un nuevo espacio.

"Cuando empezamos a ofrecer contratos por la siembra de raps explicando que era necesario satisfacer la demanda acuícola se logró un repunte en la superficie", dice Strodthoff.

A nivel internacional, además, se había cambiado la genética para eliminar los ácidos erúcicos y glucosinolatos causantes de graves problemas de salud, y había aparecido la canola, que tenía menor concentración de esos componentes, por lo que con ella se obtenía un aceite de mejor calidad para alimentar a los salmones.

"Desde el año 2000 la industria ha tenido un crecimiento considerable. Ese año se sembraron menos de mil hectáreas y hoy son alrededor de 50 mil. Lo mismo ocurre con los rendimientos que han tenido un crecimiento sostenido en el tiempo, desde 27 quintales hasta cerca de 40, lo que implica un aumento de al menos un 50% en los rendimientos", comenta Strodthoff.

Si bien la industria de raps siempre ha estado ligada a la industria salmonera, Strodthoff sostiene hoy es mucho más importante, ya que la dieta de alimentación de salmones contiene más energía que hace algunos años y dentro de los aceites, el de raps es el que aporta la mayor cantidad de energía, además de ser el mejor sustituto para el aceite de pescado.

Además de ser utilizado en la industria acuícola, en el último tiempo el consumo humano de aceite de raps ha crecido mucho, no solo en Chile también en todo el mundo. Según el especialista de Agrotop todos los aceites vegetales disponibles, el aceite de canola, como se denomina, es el que tiene el mayor porcentaje de Omega 3 y el más bajo de ácidos grasos saturados. Agrega que esto lo hace uno de los aceites más nutritivos en relación a sus competidores directos como el aceite de soya.

Un 2017 estable

Enrique Sabugo ve con buenos ojos la temporada que viene, principalmente porque estarían las condiciones climáticas para empezar de la mejor forma la campaña en el mes de abril.

A pesar de que aún no existe información oficial sobre la intención de siembra para este 2017, en Agrotop prevén que la superficie cultivada con raps debería llegar a las 50 mil hectáreas.

Otro elemento que podría impulsar la demanda es que la industria de salmones se ha recuperado, lo que implicaría que aumenten su necesidad. Si a ello se agrega que el país produce actualmente solo el 40% de la necesidad interna de aceite -lo que lleva a que el resto se importe desde Canadá y Estados Unidos-, el potencial de crecimiento es relevante, de acuerdo con los expertos.

"El desafíos es hacer que se siembre más raps, para eso hay que seguir mejorando la competitividad, optimizar la gestión para que mejoren los rendimientos y fortalecer el concepto de rotación de cultivos", dice Strodthoff.