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Parque alberga al Festival Internacional de la Canción:

Episodios de tragedia y dolor marcan otra historia de la Quinta Vergara en Viña el Mar

lunes, 06 de marzo de 2017

Audénico Barría
Nacional
El Mercurio

Investigación del Centro de Estudios Históricos Forenses expone diversos hechos que estremecieron a la sociedad viñamarina en la primera mitad del Siglo XX.



Conocida en todo el mundo como escenario del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, la Quinta Vergara fue uno de los puntos de encuentro para las tertulias de la alta aristocracia chilena.

Su historia también guarda episodios de dolor, tragedias y misterios poco difundidos, según revela una investigación de Gilberto Loch, de la Fundación Centro de Estudios Históricos Forenses.

La Quinta Vergara fue el centro neurálgico de la Hacienda Siete Hermanas, que se extendía desde el cerro Barón (Valparaíso) hasta el límite de Viña del Mar con la comuna de Quilpué. En ella se emplaza el palacio construido por José Francisco Vergara en 1859, ampliado en 1870, destruido por el terremoto de 1906 y reconstruido por su hija, Blanca Vergara de Errázuriz, en 1910.

En ese palacio, el 11 de febrero de 1898 fue encontrado muerto Hugo Manuel Errázuriz Vergara, hijo de Blanca. "Tenía solo 11 años. Paseaba a caballo por la quinta, cuando el animal se encabritó. El niño cayó de la montura, pero quedó enredado en un estribo, siendo arrastrado hasta las puertas del palacio, donde fue hallado ya sin vida", señala Loch.

El ex detective sostiene que su muerte tuvo cierta similitud con la de su abuelo, José Francisco Vergara, el fundador de Viña del Mar (1874), fallecido a los 56 años, el 15 de febrero de 1889, cuando paseaba también por la hacienda y regresaba al palacio. El informe forense determinó que falleció por una "angina pectoral".

Pero el caso más dramático, según el investigador, lo protagonizó otra de las nietas de José Francisco Vergara, Blanca Elena Errázuriz Vergara, quien se suicidó el 19 de febrero de 1940 en uno de los dormitorios del palacio, presa de una aguda depresión. El informe de su muerte,asegura Loch, señala como causa "encefalitis barbitúrica".

Pero la historia de Blanca Errázuriz está construida con una seguidilla de episodios tristes, si bien se casó en 1911, cuando era una bella y talentosa pianista de solo 17 años.

Blanca Elena había conocido dos años antes al millonario norteamericano John de Saulles, quien viajó a Chile como representante de un consorcio ferroviario. Se casaron y mudaron a Nueva York, donde nació el único hijo de la pareja: John "Jack" de Saulles Jr. Poco tiempo después comenzaron los problemas por la infidelidad del esposo.

Blanca buscó refugio en una academia de baile, donde aprendió los pasos del tango, muy de moda por esos tiempos.

Allí conoció al bailarín Rodolfo Pietro Filiberto Raffaello Guglielmi, un joven inmigrante italiano. No se sabe si inició con él algún romance, pero lo cierto es que el muchacho atestiguó más tarde a su favor en el juicio que le otorgó el divorcio a Blanca, en 1916.

John de Saulles no perdonó esta colaboración, e intentó tramitar la expulsión del italiano, sin lograrlo, por lo que este huyó a Los Ángeles, donde más tarde triunfó, convirtiéndose en el primer galán y sex symbol del cine mundial, ahora con el nombre de Rodolfo Valentino.

Blanca Errázuriz, en tanto, inició una fuerte disputa con su ex esposo por la tuición de su hijo.

El 1 de agosto de 1917, ella llegó hasta la residencia de John de Saulles, quien la agredió verbalmente y se negó a entregar al menor. Cansada de los abusos, Blanca extrajo un revolver y le disparó cinco balazos a su ex marido, quien falleció en el lugar.

Blanca estuvo en la cárcel acusada de homicidio en primer grado, arriesgando la silla eléctrica. Pero, según la investigación, los esmeros de su madre, Blanca Vergara, y el apoyo de los movimientos feministas ya presentes en la época, permitieron que fuera absuelta y devuelta a Chile con su hijo.

Acá se volvió a casar, y fracasó otra vez, lo que la llevó al suicidio. Meses después murió su hijo, por causa desconocida.

En 1941, un año después de la muerte de Blanca, su madre vendió la quinta a la municipalidad.

Extrañas visiones

Hoy, y aún cuando las historias trágicas son poco conocidas, antiguos funcionarios señalan que la figura inmaterial de una mujer que recorre el bosque de la quinta.

También señalan que algunos visitantes les han contado que en el palacio -hoy convertido en museo y en plena reparación, tras los daños sufridos por el terremoto del 2010- suele escucharse el llanto de una mujer y los lamentos de un niño.

PATRIMONIO
El Palacio y la Quinta Vergara fueron declarados Monumento Histórico el 31 de julio del 2008.

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