Rodrigro Danús

sábado, 04 de marzo de 2017
por Carla Mandiola G. fotos sergio lópez isla dirección de arte Manuel Godoy P.
Reportaje
El Mercurio

"No creo que la gente necesite cultura"

Cuando Rodrigo Danús habla y le gusta una de sus ideas, sube la voz hasta casi gritar. Sentado en su amplia y blanca oficina en Alonso de Córdova, sus palabras retumban en las paredes.  

-La farándula en los últimos tres años ha sido una cosa más bien social, de comentar sobre gente poco relevante, de no meterse con ninguna persona de más peso -grita.

En 2001, el empresario, exasesor de Cecilia Bolocco, exseremi de Hacienda de Pinochet y exgerente de desarrollo internacional en Endesa, creó la productora Broadeyes y con ella hizo el primer programa de farándula chileno, SQP: Sálvese quién pueda. Esa fue la cuna de Pamela Díaz, Francisca García-Huidobro, "Chico" Pérez, Jennifer Warner y el punto de partida de un género televisivo que en adelante acaparó las pantallas de la TV abierta.

-El 80 por ciento de los rostros que existen hoy en la televisión trabajaron conmigo, a muchos los introduje yo -asegura.

Danús pasa una mano por su pelo y estira su arrugada camisa blanca. Ordena compulsivamente los papeles y cigarros desparramados en su escritorio y recuerda que los primeros dos años SQP fueron solo números rojos. El programa tenía bajo presupuesto y los trabajadores reclamaban porque no les pagaban los sueldos. Pero por 15 años nunca dejaron de estar al aire y en su mejor época, llegaron a tener hasta 26 auspiciadores.

El pasado 17 de febrero se emitió el último capítulo, cerrando una era que se convirtió en un gran negocio, motivó debates sobre el futuro de la TV y arrastró a un ejército de críticos e incondicionales.  

-Nosotros ganábamos mucho dinero, más de 70 millones mensuales. No puedo dar la cifra exacta, pero nosotros en verano, en la época de febrero, ganábamos mucho.

Danús saca una calculadora con grandes dígitos y comienza a sumar.

-Vendíamos 1.000 millones de pesos en un programa de la mañana, que se repetía en la tarde. Y teníamos una cola de 20 auspiciadores que querían entrar.

Aunque las denuncias al Consejo Nacional de Televisión por el programa eran cosa de todas las semanas, el equipo cada vez perdía más el pudor en mostrar la vida personal de las figuras públicas. Danús fue el cerebro de esos primeros nueve años de SQP.

-Ahora todos los conductores que están en pantalla son intocables; los editores periodísticos son unos señores que están ahí para ver cómo rellenar sin tener ninguna controversia. Si pueden, pillan a una persona de un reality, a un segundón dentro de la televisión y con eso hacen un poco más. Pero jamás van a tocar a una persona que sea importante, como a los políticos.

Danús reflexiona sobre las razones de la caída de la farándula:
-Las cosas cambiaron porque los dueños son distintos -explica-. Ya con Sebastián Piñera al mando de Chilevisión, tenía algunas restricciones en SQP, pero yo era muy potente; entonces, era difícil atacarme. Tenía mi país independiente y podía defenderme. Trataron de poner varias veces productores de pautas, pero nunca pudieron.

"Igual tuvimos a todos los candidatos presidenciales en SQP, porque marcábamos tendencia, nos veían todas las dueñas de casa en la mañana. La mayoría de las veces hicimos lo que quisimos. Aunque fuera Camiroaga o la Bolocco".

De hecho, en 2007, él decidió publicar en SQP: la revista las fotos de Cecilia Bolocco en topless con su pareja de entonces, Luciano Marocchino, en su casa en Miami.

-¿Tuvo algún límite ético?
-Nosotros, por ejemplo, no mostrábamos temas de hombres casados que se metían con otras mujeres.

-¿Y por qué decidió mostrar las fotos de Cecilia Bolocco, que en ese tiempo estaba casada con Carlos Menem?

-La Cecilia no estaba casada, el marido venía con suerte dos veces al año. No había relación.

-¿Nunca traspasó la línea de la ética periodística?
-Muchas veces, por la necesidad de rating, sin anuencia del directivo ni los editores. Un ejemplo es cuando hablamos de un supuesto hijo de Martín Cárcamo y era una tercera persona hablando de él.

-¿Alguna vez sintió culpa?
-Lo de la Cecilia fue heavy. Me llamó antes del cierre de esa edición y le dije que iba a hacer lo que podía, pero que no la iba a sacar de la portada. Ahí sentí algo, pero no por la Cecilia, me daba lo mismo que estuviera con otro gallo, era quizá por el hijo.

-¿Cuánto duró la culpa?

-Nada, al otro día estaba tranquilo.


Rodrigo Danús estudió ingeniería comercial en la Universidad de Chile, donde fue parte del grupo de ultraderecha G-51. En dictadura fue parte del Odeplan y seremi de Hacienda en la V Región, cuando Hernán Büchi era ministro.

-Desde Pinochet para acá, todo se ha manejado de la misma manera. Usan las mismas leyes, las cambian, las arreglan a su gusto, hablan con los senadores, con los diputados. En el gobierno de Bachelet es donde más se ha avanzado en este tema, a pesar de todo lo malo.

-Usted financió la campaña presidencial de Marco Enríquez-Ominami. ¿Después del uso del jet privado finaciado por OAS lo seguiría apoyando?
-Sí. Lo voy a seguir apoyando porque no he visto candidatos que cumplan los requisitos que tiene él. Por mucho que digan que saca 1 punto, 2 puntos, él es por lejos el candidato que más me gusta. Yo creo absolutamente en su independencia. No se va a vender por intereses mayores. Es un gallo inteligente, más de lo que la gente cree.
"(El caso del avión) es una imbecilidad. Todos los políticos andan en aviones prestados. El problema no es el financiamiento de un político que no está en el gobierno, el problema es el cohecho, cuando le pagan a una persona que tiene  la responsabilidad de tomar decisiones.

-¿Su aporte a ME-O fue transparente?

-Mi aporte a ME-O creo que fue siempre transparente. He aportado mucho. Conozco a todo su entorno. Yo financié una de sus películas, después documentales. Tenemos una relación de muchos años y si yo le pasé plata, da lo mismo. No tengo ningún problema, ¿me van a meter preso por darle plata a un amigo? Si yo hubiera tenido un avión, se lo paso gratis. Por lo demás, proyectos en los que yo trabajé, como la termoeléctrica en Arauco, ME-O estaba en contra.

Rodrigo Danús dice que quiere disminuir su carga laboral y tener más tiempo para viajar. Hoy se dedica principalmente al rubro eléctrico, donde desarrolla proyectos solares, además de sus empresas en alimentación como los helados Yogen Fruz. Antes intentó construir una termoeléctrica en Arauco, con su socio Paul Fontaine, y fue dueño del 23 por ciento de la mina Santa Ana, en Curanilahue, donde en 2015 los mineros hicieron una huelga por el no pago de sus sueldos. Danús vendió su porcentaje, pero las protestas continuaron.

Después del cierre, en 2016, de su productora Broadeyes, se alejó de la televisión y salvo por sus otros negocios, poco y nada se supo de él. Cuenta que solo se enteró del fin de SQP por la prensa.

-No hay ningún canal que quiera hacer televisión de verdad. TVN está cumpliendo un compromiso político por ambos lados, por lo cual todas las noticias se arreglan de manera que no dañen a nadie. Mega cumple su rol con una fórmula de diversión de circo, pero en el fondo se le va acabar luego, porque es un péndulo, pero no tiene la base fuerte de información. No puede ser que la línea editorial de Mega sean las teleseries turcas y un matinal. Como las noticias son tan parejas en todos lados, no hay noticias sabrosas, la gente se pega a la que está más cerca de la teleserie, no a la mejor. Ni siquiera existe una mejor. Canal 13 es un canal en el que obviamente los dueños no van a ganar plata, es un poder para tener lobby para sus compañías. Lo que hace Chilevisión es meterse con la delincuencia, pero no se mete con las noticias relevantes.


-¿Cuándo se dio cuenta de que la farándula venía en decadencia?

-Cuando los conductores de SQP eran de otro nivel. Pusieron a Cristián Sánchez, que es buen conductor, pero no le gusta la farándula. Y de ahí se vino el declive máximo, no sé a quién pusieron después. ¿A Caniulef? Pusieron a gallos de otro nivel. Quizá sobraban, no tenían pega. Julio César Rodríguez era mucho mejor, pero ahora está tratando de subir escalones.

-¿Siente que la farándula es responsable en parte del deterioro de la televisión abierta?

-El deterioro es por la calidad. La farándula mala distrae; la farándula buena, la mejora. ¿Cuál es el deterioro? ¿Que no haya más programas locales, culturales? No hay que obligar a la gente a ver cultura. Si a la gente le gusta la cultura, le gusta. Si no, no le gusta. Ver cultura no es bueno ni malo.

-¿Dice que la gente no necesita cultura?

-No creo que la gente necesite cultura. No sé si es un bien para la sociedad.

-¿Cree que es más importante saber que dos personas famosas se separaron?

-Bueno, eso es noticia. Para la gente eso es más importante que si la Presidenta fue a inaugurar una población no sé dónde. Prefiero que la gente tome la decisión. La vida de alguien de la televisión tiene que ser pública.
"A la gente le gustaba la farándula, acercaba a los rostros a su casa, así sabían que la Cecilia Bolocco era una persona de carne y hueso. La gente puede ver farándula en el día y hablar de cosas más profundas en la noche. La tele no es solo para las cosas dramáticas y el televidente tiene derecho a elegir".

-¿Pagó algún precio personal por hacer un programa como SQP?

-Fueron más beneficios: conocí a mi señora, gané dinero, la gente buscó la verdad, SQP ayudó a este país a ser menos cínico. El costo fue que perdí a algunos amigos como Farkas, que se enojó por una portada de mi revista, donde salía con los dientes como Pepe Cortisona. Me llamó indignado, que cómo era posible, y yo le dije que a mí no me retaba nadie, ni mi mamá ni mi señora; se equivocó de punching bag.

-¿Qué cree que va a pasar ahora con la televisión?

-Lo que va a pasar ahora es que los matinales van a reemplazar a los programas de farándula, pero van a hacer lo mismo que antes. No sé cómo les va a resultar. En algún minuto la gente va a ver a seis personas durante cinco horas en la mañana y no los van a querer ver más. Hoy la gente está viendo puro show, personas muertas de la risa, pero les interesaría ver programas buenos.

-¿Piensa que no hay programas buenos?

-No hay gente buena haciéndolos. Es tan simple como eso. Para hacer programas de espectáculos, no hay gente buena.
-Al menos ya murió la farándula, ¿no?

-No, esto es un proceso. Ya va a haber una noticia importante, y la farándula va a volver con todo -grita.