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Sequía haría caer la producción de arroz en 10%

lunes, 27 de febrero de 2017

Florencia Prieto Bravo
Revista El Campo/ El Mercurio

El invierno 2016 dejó poca agua en los embalses de la VII y VIII Región, lo que afectó el riego del cereal, que hoy está en riesgo de no madurar lo suficiente para la cosecha que se realizará a fines de marzo.

Un chileno consume aproximadamente 10 kilos de arroz al año. Esto se debe a que sus características -accesible, rendidor y fácil de cocinar- han hecho de este cereal uno de los productos preferidos por las familias chilenas.

El promedio de producción durante los últimos cinco años ha sido de 150.509 toneladas, cifra que este año podría disminuir, debido a la sequía que afecta a la zona centro-sur del país, especialmente en las regiones del Maule y Biobío, donde se siembra la mayor cantidad de arroz, según Teodoro Rivas, director (s) de Odepa.

La temporada 2016/2017 empezó mal. Cuando llegó el momento de la siembra, en octubre, los embalses no tenían agua suficiente para el riego, ya que durante el invierno hubo una disminución en las precipitaciones. Ante esta situación los productores se prepararon y decidieron reducir la superficie de siembra en 30% respecto del año anterior.

Con el pasar de los meses esta situación empeoró y las medidas de precaución al parecer no fueron suficientes.

Ernesto Eguiluz, representante de Fedearroz en el comité directivo de FLAR Chile -Fondo Latinoamericano para Arroz de Riego-, considera que se equivocaron en la cifra y que deberían haber reducido la superficie de siembra en 50%, ya que por la falta de agua el arroz no va a alcanzar a madurar lo suficiente y muchos productores se van a ver afectados.

Con ese panorama, en la industria del arroz se estima que este año se va a perder entre el 10 y el 12% del total de la producción, señala Gonzalo Jordán, ex presidente del Programa de Alimentos de Corfo, ligado durante largo tiempo al rubro arrocero.

Retroceso

Estos resultados revierten lo ocurrido el año pasado en el que la superficie de siembra y producción de arroz subió considerablemente.

En cuanto a la siembra, según datos de Odepa, durante la temporada 2015/2016 la superficie sembrada fue de 26.540 hectáreas, 12% más que el promedio de las últimas cinco temporadas (23.530 ha). Y en la producción ocurrió algo similar, se cosecharon 174.000 toneladas, lo que corresponde a 15,6% más que el promedio general de los últimos años.

Ernesto Eguiluz explica que para entender ese aumento hay que remontarse varios años atrás cuando el precio del maíz tuvo un aumento significativo, lo que llevó a los agricultores a convertir sus campos arroceros a este cereal. Sin embargo, durante los dos últimos años (2014 y 2015) el precio cayó, lo que hizo que dejara de ser un negocio rentable, por lo que los productores volvieron al arroz.

Una de las mayores preocupaciones es el impacto que podría tener la menor producción en el precio. Los expertos señalan que esta situación no debería traer mayores inconvenientes, ya que la producción nacional representa solo el 45% del consumo de arroz, el resto se importa.

Según Odepa, el promedio de las importaciones durante los últimos cinco años es de 98.700 toneladas, y los principales países proveedores son Argentina, Paraguay, Uruguay y Vietnam.

Ante esto, Gonzalo Jordán comenta que, de faltar arroz chileno, lo que va a ocurrir es que las industrias van a importar más y que el precio no debería subir ya que está en relación con los valores internacionales. Eguiluz agrega que al menos hace 10 años los productores firmaron un acuerdo con la industria molinera, que establece que a la hora de comprar respetarán el precio de lo que cuesta importar un quintal de arroz, por lo tanto, tampoco cree que debería haber problemas.

El agua, el desafío

El tema de la sequía preocupa a los productores de arroz, ya que todas sus proyecciones para la nueva temporada están sujetas al clima, especialmente a la cantidad de agua que cae durante el invierno. Es por esto que el rubro arrocero se ha dedicado por varios años a investigar sobre tecnologías que permitan reducir el uso de agua en el cultivo.

En 2010, un grupo de productores introdujo el sistema de siembra directa -o riego seco-, el cual consiste en cultivar arroz utilizando la menor cantidad de agua posible. Los estudios realizados han demostrado que gracias a esto se ha logrado reducir entre 30% y 40% el uso de agua.

Gonzalo Jordán, uno de los impulsores de este proyecto, explica que esta técnica puede reducir hasta en 50% el uso de agua. Lo que más preocupa es que tan solo el 30% de la superficie cultivada, es decir, aproximadamente siete mil hectáreas, utilizan este sistema de riego.

Ernesto Eguiluz comenta que para este año el desafío principal es introducir nuevas tecnologías, las cuales están en proceso de validación y búsqueda de financiamiento que ayudarían a disminuir el uso del agua.

"Con el sistema de inundación se utilizan aproximadamente 18 mil metros cúbicos de agua por hectárea, y gracias a la siembra directa logramos reducirlo a 14 mil metros cúbicos. Por eso, esperamos que con las nuevas tecnologías lleguemos a ocho mil metros cúbicos", dice Eguiluz.

El segundo desafío corresponde a la búsqueda de un tipo de arroz de ciclo más corto. En Chile se cosecha la variedad japónica, cuya producción dura aproximadamente 160 días. Ernesto Eguiluz comenta que Fedearroz está realizando investigaciones en conjunto con el INIA, que apuntan a encontrar variedades que entre siembra y cosecha no duren más de 135 días, lo que reduciría considerablemente el uso del agua durante el primer mes.

174 mil
toneladas 
se cosecharon en la temporada 2015/2016.

45%
del consumorepresenta la producción nacional.

98.700
toneladas  es el promedio de las importaciones en los últimos cinco años.

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