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Megaproducciones que compiten con las de Hollywood:

Rusia da un nuevo impulso al nacionalismo a través del cine

sábado, 04 de febrero de 2017

Nicolás García de Val
Internacional
El Mercurio

Películas con fuertes mensajes históricos y patrióticos reciben grandes aportes del gobierno.



Sería difícil imaginar algo más ruso que un ser mitad hombre, mitad oso defendiendo a la madre patria con una metralleta gigante y eso es precisamente lo que obtendrán quienes vean la película "Zaschitniki" ("Los Guardianes"), la más reciente muestra de que los rusos anhelan mostrarse y verse a sí mismos como una nación fuerte capaz de competir con Occidente en todos los frentes.

En la película, al más puro estilo de Marvel, un grupo de superhéroes creados durante la Guerra Fría salen de su escondite años después para salvar a Moscú de un enemigo desconocido. Un detalle no menor es que cada uno de ellos proviene de un estado de la antigua Unión Soviética: Rusia, Kazajistán, Armenia y Ucrania.

"Muchas personas recuerdan con nostalgia la era de la Unión Soviética y la idea para este film está basada en la mentalidad post soviética de esas personas", dijo a Sputnik News Sarik Andreasya, director de la película.

Y esa "mentalidad post soviética" no solo está presente en "Zaschitniki", sino que ha sido una constante en los medios rusos, especialmente en películas y en la televisión. Desde que el Presidente Vladimir Putin volvió al poder en 2012, la cinematografía del país ha dado impulso a las ideas de la "grandeza" histórica rusa.

"Es el deber de todos los rusos mantenerse fieles a los grandes valores del patriotismo", dijo Putin en 2015 y esa visión se ha transmitido a la pantalla grande mediante la Fundación del Cine, que entrega financiamiento a las producciones nacionales que cumplan ciertos requisitos, como exaltar sentimientos nacionalistas.

"La idea de Rusia como una gran potencia continuamente humillada por Occidente ha sido una base de la presidencia de Putin. Quien, al no tener otras ideas que consoliden y legitimen este sistema de poder personalista, ha vuelto a ideologías tradicionales", dijo a "El Mercurio", la analista Lilia Shevtsova. "La ironía es que a medida que aumentan los problemas y el país se encuentra en una situación peor, los medios estatales cantan más fuerte la canción de la grandeza rusa", agregó.

El año pasado, el ministro de Cultura Vladimir Medinsky publicó una lista con ocho temas en los que deberían enfocarse los productores si querían ganar el vital apoyo estatal. Según el listado, se dará prioridad a las películas que destaquen la historia militar y la revolución rusa. Entre los otros temas preferidos por el gobierno están el "trabajo ejemplar" e historias que resalten los "valores tradicionales", "las acciones constructivas de una sociedad civil" o a "héroes luchando contra el terrorismo y el extremismo".

En 2015, las películas que se vieron beneficiadas fueron las que se enfocaron en Ucrania y Crimea -anexada por Moscú en 2014-, además de aquellas que resaltaron la "gloria militar" y promovieron los "valores rusos".

Estas ideas están también presentes en el plan de "educación patriótica" que el gobierno impulsa y cuyo presupuesto de US$ 23,3 millones fue aprobado el año pasado. Los objetivos de este programa son generar "patriotismo" entre la población y aumentar el "nivel de consolidación social". Específicamente, busca que los jóvenes vean la carrera armada como una profesión prestigiosa.

"A partir del año 2000, las películas ayudaron a formar un nuevo sentido del patriotismo ruso. Este nacionalismo cinematográfico no fue creado por el gobierno, pero Putin supo usarlo y lo ha promovido. Esto ha sido particularmente fuerte en los últimos años, en los que la conexión entre la cultura patriótica mostrada en el cine y el patriotismo promovido por el Kremlin se ha estrechado cada vez más", dijo a este diario, Stephen Norris, autor del libro "Historia de los éxitos de taquilla y la nueva Rusia".

Lejos de ser solo un interés del estado, la temática de estas películas ha resonado entre el público ruso, lo que les ha permitido competir con las grandes producciones estadounidenses.

"Stalingrado" (2013) es la película de mayor recaudación en la historia de Rusia y un perfecto ejemplo de la cultura patriótica que explotó en este siglo. El film de Fedor Bondarchuk recaudó 68 millones de dólares durante sus seis semanas en cartelera, casi 15 millones de dólares más que la segunda película que le sigue en recaudación, "Irony of Fate 2" ( remake de una conocida película soviética). Su temática se centra en la Segunda Guerra Mundial, que aún hoy es el evento central de la memoria patriótica rusa.

Otros ejemplos del éxito de este tipo de películas son "El Almirante" (2008, quinta película que más ha recaudado en la historia rusa), que narra la historia del líder anti bolchevique, Alexander Kolchack; "Legenda N°17" (2013, décima película que más ha recaudado), sobre una estrella soviética de hockey y "La novena compañía" (2005, decimocuarta que más ha recaudado), sobre la guerra soviética en Afganistán.

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