Dólar Obs: $ 981,71 | -0,07% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.072,05
IPC: 0,60%
Ministerio de Ciencia y Tecnología ¿utopía o realidad?

jueves, 26 de enero de 2017


El Mercurio

Oliver Flögel
Gerente general de Microsoft Chile y
Socio de Scale Capital

Recientemente la Presidenta Michelle Bachelet firmó el proyecto de ley para la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Una iniciativa que muchos hemos esperado y que no ha dejado de estar exenta de polémicas, sobre todo, dentro de quienes son actores en las ciencias nacionales, la academia y que trabajamos en el ecosistema tecnológico.

¿Es necesario tener un ministerio, específicamente, para estas temáticas? Creo que sí lo es.

En Chile tenemos investigadores de talla mundial, que buscan contribuir en el combate contra enfermedades como el cáncer, la hepatitis o el Alzheimer, estudiosos del cambio climático o expertos que desarrollan trabajos para hacer de nuestras construcciones, lugares más seguros para las personas, lo que cobra especial sentido en un país que ha sido azotado por inclemencias climáticas y terremotos. Muchas veces, estos científicos o investigadores, desarrollan su trabajo o sus estudios, concursando por fondos púbicos o privados, muchas veces, agobiados por la carga administrativa que deben llevar para rendir cuentas por su trabajo. Esto último no es malo, es necesario para que se sepa cómo y en qué se está gastando el dinero público, pero hay tiempo valioso que se le está restando a esos especialistas, que con procesos modernos y una institucionalidad fuerte, podrían mejorar.

Pero no se trata sólo de eso. El valor que estos expertos aportan al crecimiento de Chile no sólo apunta a lo científico, sino que también en todas las industrias posibles, pero con recursos limitados a distribuir, muchas veces no alcanza.

Por el lado de la tecnología y la innovación, también tenemos mucho que decir. Chile es líder en cuando a ecosistemas de emprendimiento e innovación a nivel latinoamericano y no se puede desconocer el gran esfuerzo realizado por parte del Estado, pero el sólo hecho de pensar en qué podríamos lograr con un organismo con la calidad de Secretaría de Estado y foco especifico queda claro que podemos aspirar a mucho más. Por ejemplo, tener más emprendedores digitales que contribuyan al desarrollo de la economía o la educación, como lo que hace Lab4U, con el uso de smartphones para crear laboratorios en colegios de menores recursos o alentar a seguir por más a talentos como Belén Guede, quien ganó el Challenge for a Change, de Microsoft a nivel mundial, con su proyecto de convertir bibliotecas públicas en espacios de enseñanza en tecnología, para niños y jóvenes.

Podríamos estar enumerando una cantidad enorme de aportes en todas las áreas posibles en ciencia y en tecnología, para dar cuenta de la importancia de tener un Ministerio que se encargue exclusivamente de estas temáticas. Las oportunidades de trabajar, por ejemplo, con el Ministerio de Educación para fomentar el desarrollo de habilidades científicas de más niños y jóvenes para que accedan a estos mundos, o el aporte que se podría evidenciar en todo el aparato estatal, en Salud, Minería, Agricultura, entre otros.

De acuerdo con cifras de ACTI, en los países miembros de la OCDE, la inversión en I+D alcanza un 2,5% del PIB, mientras que en nuestro país la cifra apenas llega al 0,38%. En esa misma línea, ACTI nos muestra cifras del déficit de profesionales TI que vamos necesitar de aquí a los próximos diez años. Se necesitan miles de nuevos profesionales y mano de obra calificada y hoy nuestro país no está logrando suplir la demanda de la industria.

Es necesario, eso sí, que en la discusión del que hoy es un proyecto de ley, tengan cabida todos los sectores. Científicos, académicos, expertos en tecnología, emprendedores y también desde la industria, para que realmente el producto final, sea una Institución robusta, que tenga caminos a seguir, a corto y largo plazo y que iniciativas como el Congreso del Futuro, que se llevó a cabo hace unos días, tengan un pilar mucho más potente para el país.

A poco más de un año que finalice la actual administración, es de esperar que esta iniciativa legal cuente con el compromiso suficiente y que no sea un proyecto en “tierra de nadie”, entre el término este gobierno y la llegada del nuevo. Finalmente es importante que el nuevo gobierno construya sobre las iniciativas de este y no reinventar la rueda de nuevo en el mismo tema.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia