Dólar Obs: $ 948,61 | -0,72% IPSA -0,25%
Fondos Mutuos
UF: 37.237,20
IPC: 0,40%
René Valdenegro, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica de la USM:

"Un adecuado mantenimiento de los activos físicos a nivel país puede impactar hasta en 4% del PIB"

lunes, 23 de enero de 2017


Ediciones Especiales
El Mercurio

La tendencia en este campo es la gestión de activos y el mantenimiento como una perspectiva relevante para el control global de las empresas intensivas en activos físicos, como lo son las mineras.



El mantenimiento de equipos y maquinarias en la minería es un tema fundamental ligado con la seguridad, calidad, productividad y eficiencia operacional, entre otros aspectos. Y es que la actividad en la industria minera destaca por el aumento intensivo en el uso de activos físicos, el crecimiento exponencial de la incorporación de nuevas tecnologías, la dependencia de la gestión global de las empresas del "cumplimiento de la función" de los equipos que forman parte de los procesos, y de las exigencias regulatorias para la actividad, en la medida que hacemos conciencia de la necesidad del desarrollo sostenible en todos los ámbitos de la actividad humana y particularmente en este sector.

Así lo detalla René Valdenegro, profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María, USM, quien explica que de este contexto se hace posible estimar la importancia que tiene la gestión de activos y el mantenimiento de la función de los equipos durante todo su ciclo de vida, dada las enormes consecuencias que puede significar una falla funcional. "Sobre todo, si pone en riesgo la seguridad, salud de los trabajadores o personas de las comunidades; la conservación del medio ambiente; la continuidad operacional o trae consigo un aumento de los costos totales y, con ello, la disminución del EBIT de la empresa (menores ingresos)", sostiene. El experto dice que en relación a los dos primeros aspectos, hay que destacar el carácter ético-moral que significa para la sociedad, además de cómo afectaría a la economía dado que puede significar la pérdida de licencias para operar, o bien, las empresas pueden verse afectadas por multas, sanciones y compensaciones, lo que incidiría en la productividad y en la competitividad de la compañía.

Herramientas aplicadas

René Valdenegro explica que el mantenimiento centrado en confiabilidad o aquel basado en riesgos, son las herramientas que más se aplican a nivel de la gran minería del cobre, estableciendo análisis de criticidad de los sistemas a mantener, en relación al contexto operacional, y una evaluación del valor esperado de la perdida que identifica cómo y qué falla, y las consecuencias en los distintos equipos y sistemas.

"La idea es focalizar los recursos en aquellos sistemas que resulten más críticos y establecer las acciones que mitiguen los riegos a través del desarrollo y ejecución de planes matrices de mantenimiento, orientados a alcanzar los niveles de confiabilidad y disponibilidad que sean óptimos para el negocio", indica. Por otro lado, en el mantenimiento general se consideran actividades planificadas y correctivas.

Explica el experto de la USM que en la minería, por las características de sus procesos y los equipos que lo componen, el mantenimiento se efectúa a través de actividades preventivas o predictivas. No obstante, enfatiza que no siempre las actividades preventivas son las más recomendables y, muchas veces, cuando el modo de falla es aleatorio y una falla funcional no afecta a las personas o al medio ambiente, la acción de mantenimiento es correctiva. "En el caso de fallas, cuyos efectos son operacionales o no operacionales, la decisión es de orden económico. En general, las actividades preventivas y sistemáticas producen aumento de confiabilidad y de disponibilidad, mayor utilización, producción, calidad y EBIT, además de mejorar los ingresos de las empresas".

Asimismo, disminuyen los riegos a las personas y al medio ambiente ya que genera menores fallas imprevistas, permite una reducción de consecuencias de las fallas, menor frecuencia y gravedad de accidentes.

Subraya que la tendencia es la gestión de activos y el mantenimiento como una perspectiva relevante para la gestión global de las empresas intensivas en activos físicos, como lo son las mineras. De esta forma, se puede ver un mantenimiento planificado y sistemático, con una clara identificación de los riesgos globales asociados a la actividad; y monitoreo a distancia de los parámetros funcionales de las plantas, maquinarias y equipos que permiten desarrollar el mantenimiento predictivo a condición de mantener la función.

En tanto, el alto nivel de automatización, robotización y la incorporación de equipos autónomos ha traído nuevas transformaciones. "Cambia el perfil de competencia de los técnicos y profesionales del mantenimiento que requiere la industria. Igualmente, los conocimientos telemáticos y de mecatrónica se van haciendo esenciales en lo técnico, y dado el impacto del mantenimiento en el negocio, se hace clave mejorar las competencias en gestión de negocios por parte de los profesionales".

También hay un cambio de paradigmas en mantención, en relación a los modos de fallar de las maquinarias y equipos. Mientras que el uso de tecnologías resulta hoy de gran ayuda y se hacen fundamentales para el mejoramiento continuo y una mejor gestión del mantenimiento.

"A nivel nacional el desafío está en entender que un adecuado mantenimiento de los activos físicos a nivel país puede llegar a impactar hasta en 4 % del PIB. El mantenimiento, primero con la mecanización y, actualmente, con la incorporación de sistemas autónomos, se ha convertido en una función relevante a nivel país e industrial en general y, particularmente, en la minería", finaliza.

 Imprimir Noticia  Enviar Noticia