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Ex presidente de la DC Gutenberg Martínez a una semana de la Junta Nacional:

"Creo que las primarias no son el camino"

domingo, 22 de enero de 2017


Reportajes
El Mercurio

El histórico dirigente se juega para que el partido tome su decisión más importante desde el retorno de la democracia: levantar candidato propio para llegar hasta la primera vuelta presidencial. Pide a los suyos seguir el ejemplo de Angela Merkel, apostar por sus convicciones y luego, al momento de enfrentar la segunda vuelta, construir un acuerdo de gobierno al estilo de la DC y de la socialdemocracia alemanas. Margaret Valenzuela V.



La discusión de la Democracia Cristiana ya no es proclamar o no un abanderado de sus filas. Eso ya está despejado. A menos de una semana de su Junta Nacional, el debate es otro: llevar a ese "camarada" a la primaria oficialista de julio o derechamente competir en la primera vuelta del próximo 19 de noviembre. El dilema ya quedó planteado en un manifiesto suscrito el viernes por dirigentes históricos de la colectividad que piden plebiscitar el tema entre la militancia, y que abrieron así un escenario de alta incertidumbre en la coalición oficialista, de la que el partido ha sido eje desde los tiempos de la antigua Concertación.

El ex presidente de la DC Gutenberg Martínez, uno de los firmantes de ese documento, da en esta entrevista un paso más allá. Cuando apenas se iniciaba este gobierno, él fue el primero en desechar la continuidad de la Nueva Mayoría. Ahora hace un llamado a la DC a hacer de su próxima junta un hito histórico. Se trata, dice, de marcar un punto de inflexión, que termine con el declive electoral vivido en las dos últimas décadas. Y eso significa hacer las cosas de modo distinto.

"Nosotros -advierte- venimos bajando nuestro apoyo lento, pero seguro, elección tras elección, y por esa razón no podemos seguir haciendo lo mismo. Piense usted que en la III y IV Región solo obtenemos el 6% y hay comunas de sectores medios con porcentajes demasiado bajos. Estamos en un límite".

-¿A qué se refiere con no seguir haciendo lo mismo?

-A que en nuestro espacio, que es la centroizquierda, lo que el país necesita es una coalición 2.0, como ha dicho Carolina Goic. Eso implica una coalición de verdad, que opera con acuerdo en las cosas vitales, que es leal a su gobierno, y un gobierno que a la vez respeta y reconoce el rol de los partidos y sus parlamentarios. Esto significa cambios y no hacer lo mismo que hemos hecho, que ha tenido fallas evidentes. Lo que no se puede repetir es la negación de lo que hicimos en nuestros gobiernos, la interpretación del programa en una línea determinada, el planteo de la retroexcavadora, la desprolijidad, la falta de relación gobierno-partidos, la carencia de un adecuado sistema decisional y una desconsideración de la DC y de los DC en términos comparados.

-Así las cosas, ¿qué camino debe tomar el partido en materia presidencial?

-Antes de la elección hay una definición de rol, una DC que adopta la decisión de recuperar su respaldo, de actuar con más libertad, de hacer sus propuestas, de volver a interpretar a los sectores medios donde hemos perdido fuerza, y a aquellos que ayer votaban por nosotros y que se ubican en el espectro independiente, de centro y de centroizquierda. La política no es solo reaccionar frente a las elecciones; la política es aportar con nuestra identidad a la sociedad. En el Encuentro Oswaldo Payá (un seminario internacional sobre humanismo cristiano que realiza todos los años la Universidad Miguel de Cervantes, que Martínez dirige), la semana pasada, un ponente extranjero decía que político es el que mira el futuro y no el que solo piensa en las próximas elecciones.

- ¿Y qué propone usted hacer entonces?

-Ante el enredo y espectáculo que se ha dado en esta materia, creo que se debe nominar una candidata o candidato de nuestras filas, que se inscriba derechamente para la elección presidencial; esto es, ir a competir ante toda la ciudadanía.

-¿Y no competir en la primaria de la Nueva Mayoría?

-Así es. La DC debe ir a la primera vuelta presidencial.

- ¿Por qué no competir en primarias?

-Creo que las primarias no son el camino, son muy poco tiempo, y nosotros necesitamos más tiempo para perfilar nuestra decisión política, nuestra oferta programática y nuestra identidad. Existiendo la primera vuelta, esta sustituye eficazmente a la primaria. La derecha ya lo hizo una vez con Lavín- Piñera y no hubo drama.

-¿Esta sería la definición más importante que haya tomado una Junta Nacional del partido desde el retorno de la democracia?

-Creo que sí y por eso me parece muy buena una propuesta de unos camaradas, a la cual me sumé. Esto es tan importante para el futuro del partido, que debe ser definido por todos los militantes de la DC. La Junta debe convocar a un plebiscito -en torno al 15 de marzo- en que la base militante decida si la candidatura DC debe ir a las primarias o a la primera vuelta. Es el momento adecuado para que nuestro futuro sea decidido directamente por todos nuestros militantes.

-¿No le parece arriesgado ese camino de saltarse la primaria oficialista?

-En la realidad actual, toda opción tiene riesgos, por ello deben analizarse en una visión con sentido de futuro. La DC debe recuperar votación y su grado de representación; eso es una tarea de a lo menos mediano plazo. Nosotros existimos y existiremos por lo que somos, debemos ser y representamos. Para eso necesitamos un espacio político y tiempo. Este es ir a la elección presidencial.

- ¿Eso supone salirse de la Nueva Mayoría?

-Es evidente que una de las cosas en discusión es cómo se articula una verdadera coalición de centroizquierda -repito, de centroizquierda y no de izquierda- donde todos se respeten, donde no existan imposiciones, donde la lealtad al Gobierno sea real, donde las cosas se hagan bien y que funcione a la altura de las circunstancias. Esta Nueva Mayoría tal cual está, creo que no es viable.

"Sería un absurdo repetir el error"

-Usted hace más de un año desechó precisamente cualquier proyección de la Nueva Mayoría. ¿Sería contradictorio para la DC participar de la primaria oficialista y avalar de alguna manera la continuidad de una coalición que no les acomoda?

-Hablemos en positivo. Todo el mundo sabe que eso no ha funcionado bien, es evidente que fue así, hoy nadie lo niega, y yo creo que sería un absurdo repetir el error. Asumiendo la experiencia, y con la conciencia de que se requiere construir una mayoría homogénea en el espacio de la centroizquierda, se debe elaborar algo nuevo, una coalición 2.0, como lo ha venido sosteniendo la presidenta de la DC.

- ¿Se refiere a la teoría de los "círculos concéntricos" que planteó hace unos días?

-Es una propuesta en la línea de una coalición 2.0. Es una idea (si usted quiere) algo académica. El otro día Ernesto Ottone decía que esto le hacía recordar la tesis de las convergencias paralelas de Aldo Moro, político DC italiano asesinado por extremistas de ultraizquierda. Hay que pensar e intentar fórmulas creativas para un buen gobierno, con una adecuada gobernabilidad. Esto, porque, en el nuevo Parlamento, probablemente el gobierno que sea electo no tendrá mayoría y deberá buscar soluciones a ese problema.

-¿No se corre el riesgo de quedar la DC en una posición imposible para negociar cargos en otro eventual futuro gobierno de la Nueva Mayoría?

-No es mi preocupación la negociación de cargos. Esa visión debe terminar. Lo que a mí más me preocupa es constituir un buen gobierno, recuperar el deterioro de la gestión pública, la eficiencia del Estado, el buen uso de los recursos, y, por cierto, la recuperación de la fórmula de crecimiento con equidad, y la centralidad en la persona humana y las familias por sobre las estructuras. También se requiere de una debida coordinación entre el Gobierno y los partidos, entre otras cosas, junto con una vocación de diálogo y de acuerdos.

-¿Cree que existe agua en la piscina para que la DC resuelva competir en la primera vuelta presidencial?

-Deseos y agua existen. Ahora, sin duda, es una decisión que exige coraje. Son tiempos de decisiones y no de políticas de administración o de cálculos cortoplacistas. El ejemplo de Angela Merkel es iluminador: una DC que no transa sus principios, aunque las encuestas le digan lo contrario. Decisión, convicción y conducción.

Acuerdo tipo Alemania para enfrentar segunda vuelta

-Y si resolvieran ese camino propio, ¿qué aspiración tiene del resultado de la DC en esa elección presidencial?

-No es camino propio, creo que en torno a nuestra candidatura y propuestas se aglutinarían muchos independientes propiamente tales, y otros de izquierda y de centro que coinciden con una visión similar a la nuestra. Y, en todo caso, quien sea el o los que pasen a segunda vuelta deberán ser capaces de construir un acuerdo como el de la DC y los socialdemócratas en Alemania. Mi aspiración es que esa elección presidencial marque el inicio de la recuperación de la DC.

-Se habla del interés de Carolina Goic y de Mariana Aylwin en ser abanderadas de la DC. ¿Qué opina?

-Que debemos cuidar estos liderazgos y aprender de los errores que en esta materia hemos cometido antes. Hay una muy buena voluntad de ambas y tengo la impresión de que no existirá un problema a este respecto.

-¿Le gusta la opción de Goic?

-Yo la apoyé en su candidatura a la presidencia del partido. Es un liderazgo nuevo e interesante. Hay que cuidar nuestros liderazgos.

-¿Por qué surge esta necesidad de llevar una opción habiendo tanto candidato en el oficialismo?

-Porque los chilenos reclaman diversidad, nosotros representamos el humanismo cristiano y cada ciudadano quiere ser representado lo más posible. La elección -con su sistema de dos vueltas- permite representar esa diversidad. Y luego, en el espacio de la centroizquierda, se deberá construir un acuerdo entre partes, transparente, público, sin imposiciones y con mutuas concesiones, como el del PSOE y Ciudadanos, en España, que sí asegure buen gobierno, respaldo y claro posicionamiento en la centroizquierda y no solo en la izquierda o el centro.

-¿Qué pasa si finalmente la DC resuelve competir en las primarias de la Nueva Mayoría? ¿Cómo avizora su futuro?

-Lo veo negativo. Será seguir en lo mismo y, lo más probable, volver a bajar peligrosamente en nuestro respaldo electoral. La centroizquierda también necesita un repotenciamiento de la DC, pues, en caso contrario, la derecha es la que gana.

"Plantearse continuista es erróneo"

-¿Por qué Lagos no ha logrado seducir a la DC ni tampoco encantar a la izquierda?

-Lagos es un reconocido estadista y que realizó un muy buen gobierno. A su vez pienso que el futuro todavía está abierto y habrá que juzgar una vez que el debate de posiciones y propuestas esté en desarrollo.

-¿Usted cree que Lagos podría revertir su actual situación? ¿Qué tendría que pasar?

-Las encuestas hoy son menos certeras que ayer. Ya hemos visto cómo fallaron en los EE.UU., Colombia y en Chile, en las elecciones municipales. Y, con el voto voluntario y la abstención, su relatividad es aún mayor. Creo que todavía es temprano para predecir y que, como nunca, las elecciones se ganan solo el día del escrutinio. Tengo la impresión que los ciudadanos prefieren a quienes se juegan por ideas, convicciones y principios y desconfían de quienes se suben con facilidad a todos los buses que pasan por el frente.

- ¿Le sorprende el interés que ha generado la opción de Alejandro Guillier?

-Me parece lógico. Él aparece ante mucha gente como más distante de una política en crisis, y su desempeño periodístico y de conductor televisivo le otorga una ventaja comunicacional y de credibilidad evidente. Me alegro que el Partido Radical esté pasando por este buen tiempo, porque creo que en algún momento habrá que construir un eje histórico con ellos.

-Guillier ha dicho que su programa será de continuidad del actual gobierno. ¿Qué opina?

-El actual Gobierno tiene una baja valoración ciudadana, en torno al 26%, y plantearse como continuista me parece un tanto erróneo. Debería analizar lo que no satisface a la mayoría y ver qué de eso es modificable.

-Y si Guillier es Presidente, ¿que hará la DC?

-Si con Guillier o Lagos ha habido un acuerdo después de primera vuelta, la DC sabe ser partido de gobierno y no escabulle sus responsabilidades. Además, cuando asume un compromiso o llega a un acuerdo, lo cumple siempre y estrictamente.

-Usted mencionaba que este Gobierno minimizó el rol de los partidos, ¿no ve un peligro de repetir la situación con Guillier, que también se presenta como candidato ciudadano y como un fenómeno social?

-Todos los candidatos actuales, y sin duda también los futuros, tienen sus pros y sus contras. En esa perspectiva, efectivamente, uno de los problemas del Gobierno actual ha sido su dificultad de relacionamiento con los partidos y los fenómenos políticos, y por cierto que la similitud que usted menciona es real y levanta una incógnita por dilucidar.

-Y si gana Piñera, ¿qué papel debe jugar la DC? ¿Ser parte de una coalición opositora o moverse con autonomía?

-Cuando uno gana debe ser partido de gobierno en las buenas y en las malas. Y, cuando pierde, debe ser oposición. En nuestro caso, tendrá siempre por delante el interés de Chile y su pueblo. Ahora, tal como le mencioné anteriormente, la DC debería centrarse en representar a los independientes, las pymes, sectores medios, trabajadores, la ruralidad, los creyentes, los que creen en los cambios como proceso seguido en etapas, a aquellos que gustan de cambios que se hagan bien y que quieren más protección social, pero que no son ni estatistas ni mercadistas, que creen en la democracia y en los derechos humanos siempre y en todo lugar.

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