jueves, 19 de enero de 2017
Economía y Negocios Online
EFE
Durante su participación en una mesa redonda sobre los peligros que entraña un regreso a las políticas proteccionistas de comienzos del siglo XX, el director general de la OMC ha asegurado que "todos tenemos la responsabilidad de que eso no ocurra".
La guerra comercial entre China y EE.UU. que pueda resultar del proteccionismo que propugna el electo presidente estadounidense, Donald Trump, sería un desastre "de dimensiones desconocidas", ha dicho hoy en Davos el responsable de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo.
Durante su participación en una mesa redonda sobre los peligros que entraña un regreso a las políticas proteccionistas de comienzos del siglo XX, el director general de la OMC ha asegurado que "todos tenemos la responsabilidad de que eso no ocurra".
Para evitarlo habrá que poner en marcha "un sistema multilateral efectivo: cuántos más acuerdos bilaterales y regionales, mejor para todos".
Junto a Azevedo han participado la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, el consejero delegado de United Parcel Services (UPS), David Abney, el de la multinacional estadounidense Honeywell International, David Cote, y el presidente del Instituto Nacional de Finanzas de China, Min Zhu.
Zhu, que ha definido el libre comercio como "lo que saca a la gente de la pobreza", ha advertido de que si Estados Unidos impone un arancel del 45 % a las importaciones chinas, "eso le costaría al PIB chino un recorte de un tercio, pero el PIB estadounidense se reduciría a la mitad".
Menos alarmista se ha mostrado David Cote, que ha asegurado que es demasiado pronto "para apretar el botón del pánico en lo que a proteccionismo se refiere"; el directivo es partidario de "esperar y ver qué pasa".
Si ha criticado duramente el retraso y las dificultades que ha encontrado el Tratado Transatlántico de Libre Comercio entre la UE y EEUU (TTIP, en sus siglas en inglés), sería "una vergüenza" que no se pudiera cerrar, ha advertido, porque dentro de nada "Asia representará la mitad de la economía mundial" y hay que prepararse para ello.
En su opinión, lo que no será tan traumático serán las relaciones entre el Reino Unido y la UE tras al "brexit", el otro frente que tiene abierto el libre comercio; a partir de ahora, las negociaciones "se desarrollarán de modo sensato", ha dicho.
En este sentido, la comisaria Malmström ha ironizado sobre la posición que ocupa ahora el Reino Unido entre los países que esperan cerrar acuerdos comerciales con Europa, en concreto "el numero 18, está a la cola".
Según Malmström, pasarán al menos dos años antes de que ambas partes cierren un acuerdo comercial.
Si Estados Unidos se decide a imponer aranceles, "provocaría un efecto dominó en todo el mundo, lo que de manera inmediata incidiría en una subida generalizada de los precios", ha dicho Malmström.
