lunes, 03 de septiembre de 2007
EFE
A pesar de la tendencia general a la globalización, la integración regional puede ser beneficiosa para el desarrollo a largo plazo y puede ayudar a fomentar sus capacidades económicas y poner a estas naciones a competir en la escena mundial, explicó Alfredo Calcagno.
MÉXICO DF.- Los países pobres deberían unirse para negociar en bloque con las grandes potencias, afirmó hoy en la capital mexicana el economista experto de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Alfredo Calcagno.
A pesar de la tendencia general a la globalización, la integración regional puede ser beneficiosa para el desarrollo a largo plazo y puede ayudar a fomentar sus capacidades económicas y poner a estas naciones a competir en la escena mundial, explicó Calcagno.
Citó como ejemplo a la Unión Europea, que -recordó- “se puso de acuerdo en no tener más guerras y unirse para poder competir económicamente contra Estados Unidos.”
En opinión del experto, para lograr estos objetivos los países en vías de desarrollo no han de basarse únicamente en la liberalización del comercio, sino en tomar también medidas coordinadas y conjuntas para la adopción de políticas que aumenten el potencial de crecimiento y de cambio estructural de estos países.
Entre esas medidas, Calcagno citó las macroeconómicas, financieras, industriales y de infraestructura y aconsejó mejorar los servicios de transporte, proporcionar información comercial y aunar esfuerzos en sectores como la energía, el abastecimiento de agua y la investigación.
Calcagno sostuvo que la proximidad geográfica todavía ofrece considerables ventajas y que la cooperación regional entre esos países puede servir de apoyo a los planes nacionales de desarrollo y llenar algunas lagunas de la economía mundial.
Si estos países se unen, “la competencia extranjera quizás sea más fácil de afrontar dentro de la propia región y mayores sean las probabilidades de encontrar reglas de juego equitativas,” señaló.
"Los acuerdos norte-sur reducen las opciones que tienen los países en desarrollo para llevar a cabo políticas” en esa materia, dijo.
Calcagno aseguró que aunque a corto plazo no se vean, a largo plazo los acuerdos sur-sur pueden ser muy beneficiosos, por ejemplo, si se unen el Mercosur y la Comunidad Andina en Sudamérica.
Durante los últimos 20 años el comercio intrarregional en todas las zonas de desarrollo mundial ha aumentado con mayor rapidez que el extrarregional, y la mayor expansión se ha registrado en Asia Oriental, que en la actualidad representa casi la mitad del comercio total de ese continente, indicó Calcagno.
En América Latina se ha incrementado de manera significativa desde finales de los años ochenta y supone ahora cerca de un 30% del total, mientras que en África, donde también ha aumentado, representa menos del 10% del comercio total del continente.
