miércoles, 29 de agosto de 2007
Fredy Aliaga
Economía y Negocios Online
Empresa admite responsabilidad, pero analiza aspectos legales de millonaria sanción impuesta por Superintendencia de Servicios Sanitarios, la más cuantiosa tras crisis ecológica en el Maule.
LICANTÉN.- A través de su Subgerente de Asuntos Públicos en la región del Maule, Andrés Morán, la empresa Celco explicó que reconoce su responsabilidad en la contaminación del río Mataquito, pero que estudiará la resolución en los 10 días que le otorga la ley para decidir si apelará a la millonaria multa de $435 millones impuesta por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS).
La sanción económica castiga a la planta Licancel de Celco por el vertimiento de desechos industriales tóxicos al río Mataquito registrado el junio pasado, provocando la contaminación de ese caudal con un daño ecológico y social para la comuna de Licantén, en la provincia de Curicó.
Según la SISS, la multa de 1100 Unidades Tributarias Anuales se debe a que la planta Licancel infringió el decreto supremo 90 del año 2000 que regula el derramamiento de contaminantes en aguas superficiales.
"Hemos admitido nuestras responsabilidades en los hechos ocurridos, lo que estamos analizando ahora es desde el punto de vista legal la resolución de la autoridad. Jamás hemos negado nuestra cuota de responsabilidad en lo que pasó", dijo Andrés Morán, subgerente de Asuntos Públicos de Celco.
La multa se suma a la negativa de la Corema del Maule de autorizar el funcionamiento de la planta Licancel, por estimar que Licancel no está en condiciones técnicas de operar, ya que su nueva planta de tratamiento de efluentes no cumple aún con las normas ambientales. La estructura presenta una temperatura inferior a los 35 °C. Además, mantiene aún 89 toneladas de "licor negro" sin eliminar.
Celco aseguró a las autoridades sanitarias y ambientales que en 15 días daría cumplimiento a los parámetros de descarga fijados por la Resolución de Calificación Ambiental de COREMA.
Para subsanar esas deficiencias de operación, Celco activará dos calderas (para subir temperatura de efluentes) e inoculará bacterias específicas para tratar aceites y grasas contenidas en esos riles que sobrepasan la norma ambiental.
