Arlette Jequier: El regreso de una voz irrepetible
lunes, 26 de diciembre de 2016
IÑIGO DÍAZ
Cultura
El Mercurio
Por 30 años fue la solista del grupo Fulano y de paso instauró toda una escuela de canto moderno, que prioriza las dimensiones del sonido por sobre el texto. Este 8 de enero presenta a su sexteto en el Teatro Oriente.
La canción se titula "Fulano", primer corte del disco "Fulano" (1987), que fue el estreno de ese grupo llamado Fulano, un experimento como nunca antes había tenido lugar en la música chilena, con su enfoque vanguardista y contestatario en tiempos de dictadura. En esa canción, la única palabra que articula la cantante Arlette Jequier es "¿qué?". El resto de su intervención será entonces un exuberante derroche de vocalizaciones a partir de fonemas libres. "Nunca escuchaba las letras de las canciones. Me interesaba todo lo otro, eso que estaba alrededor del sonido. Entonces, cuando empecé a escuchar jazz en la universidad, elegí a Coltrane y a Monk en lugar de Ella Fitzgerald y las demás cantantes", dice Arlette Jequier, en la antesala de un esperado regreso a los escenarios tras cuatro años de silencio. Como parte del programa Santiago a Mil, este 8 de enero, en el Teatro Oriente Jequier presentará su nuevo proyecto, un sexteto de fusiones con el que prepara un disco para 2017. La secunda el guitarrista y compositor Camilo Acevedo, engranaje clave de un elenco que considera músicos provenientes de la fusión latinoamericana, el rock experimental, la música contemporánea y el jazz. Para ella la historia suma 30 años como solista de Fulano y casi 10 como una de las cantantes de MediaBanda (ver recuadro). En ambas agrupaciones su voz fue un instrumento musical más al interior de las maquinarias, justo al lado de saxofones, flautas traversas, clarinetes, pianos, bajos y baterías. "Tuve que entrenarme mucho para mejorar mi instrumento. Tenía que hacerme fuerte para cantar en esas bandas tan poderosas. Mi escuela fueron los discos de Frank Zappa y Hermeto Pascoal, pero también estudié canto lírico (con Lucía Gana) y popular (con Inés Délano)", señala Jequier, a quien se la ha considerado una de las voces chilenas de mayor identidad, dueña de una dinámica vocal compleja de descifrar. Eso ha creado todo un culto entre cantantes. De hecho, su salida de ambos grupos obligó a los integrantes a realizar largas audiciones para reemplazarla. Algunas aspirantes, incluso, abandonaron la misión ante la exigencia a la que irían a someterse. "En un momento me encontré con que la música de Fulano y MediaBanda estaba siendo demasiado atomizada, un tejido muy cerrado, en el que la voz no tenía su lugar", dice Jequier en retrospectiva. "Todo coincidió, además, con que me metí en la música étnica y me interesé en las letras por primera vez. Esta música nueva es como un transcurso sin tiempos. Simplemente, vas avanzando. Es la música de lo impermanente", concluye.
