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El "sindicato del día después", la "bicicleta sindical" y otras malas prácticas

domingo, 26 de agosto de 2007

Germán Maldonado
Enfoques, Economía y Negocios

Un recorrido por empresas mineras y agrícolas reveló que hay variadas tácticas al filo de la ley para mantenerse con fuero o para presionar.

En el norte, una empresa de servicios de la gran minería concluyó las obras de un contrato y tras ello echó a 10 de sus trabajadores.

A los pocos días tuvo que reincorporarlos ya que fue notificada por la Inspección del Trabajo regional que estos trabajadores junto a otros dentro de la empresa estaban constituyendo un sindicato, por lo que gozaban de fuero y no podían ser despedidos, según lo que establece la ley.

El caso pasó a mayores cuando se constituyó el sindicato e inició un proceso de negociación colectiva, período en el cual también hay fuero.

Finalmente los trabajadores se fueron a huelga. Otro fuero.

En total, más de tres meses en los cuales los trabajadores despedidos estaban en sus casas porque no había ninguna labor para ellos y la empresa debió continuar pagándoles el sueldo. Pasado este plazo, recién ahí pudo terminar sus contratos.

Otro caso: En la zona central, una empresa agroindustrial tiene en la actualidad entre 50 y 60 personas de uno de sus sindicatos, con fuero. ¿Por qué tantos? simplemente porque en la mesa entra uno mientras renuncia otro. Y así van rotando. Todos con fuero sindical por un período de seis meses y así se han pasado el año.

En una empresa exportadora , también de la zona central, los dirigentes sindicales en pleno se presentaron con sus viandas a su puesto de trabajo. ¿Lo malo? Por el producto que se exporta, el lugar no puede ser contaminado con productos ajenos a la operación.

Además, se aprovechó que en ese momento se encontraban funcionarios del organismo sanitario del país al que se exportaba para hacer la presión en los mismos momentos en que había una negociación colectiva en marcha.

Como fueron impedidos de ingresar a su trabajo con las viandas, fueron a la Dirección del Trabajo a denunciar "prácticas antisindicales" y la empresa fue obligada a hacerlos ingresar aunque sin las viandas. Pero el impacto sobre los potenciales compradores ya estaba hecho.

Ejemplos que se repiten en las empresas a lo largo del país y que según diversos expertos consultados se han intensificado en los últimos meses.

Ninguna empresa quiso salir con nombre en este reportaje. Muchas de ellas hablaron a través de abogados o de los expertos laborales que las asesoran.

"El tema comienza a escaparse de las manos", advierte un reconocido abogado laboralista de la plaza, en tanto que Huberto Berg, de Berg Consultores Laborales, enfatiza que estas situaciones "están comenzando a ser frecuentes".

Y que las prácticas que se están utilizando no benefician al movimiento sindical, sino que al revés, lo desprestigian y dañan a quienes lo hacen dentro de la ley.

El abogado experto en temas sindicales Esteban García agrega que otro de los temas que están despertando con fuerza cada vez más inusitada es el de la violencia para lograr mejoras salariales.

Cuestionan rol de la Dirección del Trabajo

La Dirección del Trabajo aparece sindicada como el organismo que ignora muchas de las prácticas sindicales "ilegales", que incluso pasan por sobre la ley en muchos aspectos y que tiene una actuación parcial, siempre en favor de los sindicatos.

A pesar de la insistencia, este organismo se negó a hablar. La directora de la dirección entró en período de silencio, se informó.

Lo cierto es que todas las opiniones de abogados asesores de empresas son negativas para el organismo.

José María Pizarro, asesor y abogado de varias empresas, dice que a pesar de que la ley establece que para efectos de un fuero, el aviso de formación de un sindicato debe darse diez días antes tanto a la empresa como a la Dirección del Trabajo, esto no se cumple e igual el organismo da el visto bueno aunque se le avise tarde, como cuando hay despidos, con lo cual la práctica del "sindicato del día después" tiene su perfecto aval.

Y Huberto Berg asegura que la Dirección del Trabajo en todos los casos es juez y parte cuando en realidad debería ser un árbitro entre la empresa y los trabajadores y que actúa con mucha discrecionalidad siempre castigando al empleador.

"Las empresas le tienen mucho miedo porque posee mucho poder", agrega.

En forma adicional, señala que "no es poco frecuente que cuando los trabajadores no sindicalizados se reúnen para pedir un petitorio, la Dirección del Trabajo les ponga muchas trabas". Algo que apunta a avanzar hacia un porcentaje mayor de trabajadores sindicalizados en el país, donde hoy la tasa alcanza a poco más de 13% de la masa laboral activa. Los planteamientos apuntan a hacer de la Dirección del Trabajo un organismo más independiente de los gobiernos de turno, tal como lo es el Banco Central.

Algo que por lo demás ya plantearon el ex ministro del Trabajo y actual de Transportes, René Córtazar, y el ex candidato presidencial Joaquín Lavín.

"El sindicato del día después"

Tras un despido de personal, se anuncia que se ha constituido un sindicato que incluye a alguno de los separados de la empresa. Y que tienen fuero diez días de la formación del mismo y hasta 30 días después y no pueden ser despedidos.

"La bicicleta sindical"

Como todo dirigente sindical tiene fuero hasta seis meses después que deja su cargo, hay sindicatos donde existe una rotación en los puestos para gozar de este beneficio.

"El acusete"

La empresa es acusada por un dirigente con cualquier pretexto de mala práctica sindical, como por ejemplo, no recibirlos. La acusación puede ser falsa y el dirigente no paga ningún costo, pero sí la empresa que es investigada y queda en lista a lo menos "amarilla".

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