E l 23 de julio de 1933, Colo Colo jugó dos partidos. El equipo estelar se presentó en Lima y perdió 8-1 ante Alianza, mientras que los suplentes disputaron la final del Torneo Apertura 1933, también llamado trofeo César Seoane, gentileza del semanario Don Severo. La definición doméstica del primer torneo reconocido en la era profesional se disputó ante Unión Deportiva Española en Campos de Sports, a las 16:00 horas de un domingo invernal en Ñuñoa. Paralelamente jugaban Badminton y Green Cross, en la cancha de Carabineros, y Magallanes con Santiago Nacional, en el Estadio Militar, ambos duelos por el recién inaugurado torneo nacional. "Técnicamente es el primer título profesional de Colo Colo, pero este torneo es una prueba, una especie de rodaje para el campeonato oficial. Su importancia era limitada, con un formato de eliminación directa y algunos clubes jugaban apenas un partido. Incluso estos torneos después pasan a llamarse de Preparación hasta desaparecer y renacen en 1958, con la Copa Chile. Desde 1927, los albos tienen hasta tres equipos: el titular; el segundo, que forman reservas y jugadores de proyección, y un tercero, de juveniles. La prensa apodó "Colocolito" a los suplentes que se quedaron en Chile, mientras los estelares -con Guillermo Saavedra, Guillermo Subiabre, (José) "Cantimplora" Olguín, Roberto Luco y (Eduardo) Schneeberger- fueron de gira a Perú. Se jugó con público reducido por el brote de tifus que había en Santiago", detalla Sebastián Salinas, autor del libro "Por Empuje y Coraje". El poco público que asistió a la definición, según las crónicas de la época, obedeció también a la presencia de un Colo Colo de "repuesto". Hubo imprevistos que hoy serían un escándalo: el juez designado, Enrique Didier, no llegó al field y su reemplazante salió del público, solucionando el entuerto por "buena voluntad". Dirigió el "deportista peruano Benjamín Puente, quien olvidó repetidas veces la aplicación de las reglas del off-side ", apunta La Nación. Los hispanos acertaron primero a través de un penal de Jorquera (10'), pero el Cacique lo dio vuelta con acciones de Abraham Vargas (10') y Luis Carvallo (49'). La gran figura de la jornada fue el veterano meta Roberto Cortés, quien detuvo una decena de los "18 tiros" del rival. El mundialista atajó de "forma brillante", según "El Diario Ilustrado". "Cortés no debe haber ido a la gira por no conseguir permiso en su trabajo; era algo habitual", añade Salinas. Tras un pálido primer tiempo, "durante el cual ambos conjuntos se entregaron a un peloteo tan desarticulado como inefectivo", según "El Mercurio", Colo Colo reaccionó con "vigor y ligereza". Se recalca un trámite sin brusquedades, aunque el colocolino Francisco Sánchez "hizo alguna de las suyas". "Le apodaban 'Miss Chile', algunos dicen que por lo feo y otros se lo atribuyen a Jorge Orth -seleccionador de 1930- que lo ponía como ejemplo porque le obedecía en todo", expone Salinas. Tras el título albo, los medios editorializaron con la necesidad de impulsar la renovación. "Hay que eliminar la errada creencia de que no se puede jugar a este deporte sin estar curtido", lanza Don Severo, lecciones de una jornada fundacional que se repite mañana, 83 años después. El Colo Colo "chico" le ganó al español la final del campeonato (...) Los jóvenes demostraron que se debe ir a la renovación de valores". Cortés y Chaparro, sobrevivientes de la época heroica de 1927, encabezan al equipo que gana el Apertura, en una etapa en la cual la prensa genera gran expectativa por ver el profesionalismo sincerando dineros".
EL DIARIO ILUSTRADO, julio de 1933.
SEBASTIÁN SALINAS, historiador.