Reconocen a artesanos de los pueblos originarios
martes, 06 de diciembre de 2016
IÑIGO DÍAZ
Cultura
El Mercurio
Siete piezas recibirán hoy el Sello de Artesanía Indígena, que pone en valor estas tradiciones.
Una manta Tata Inti, confeccionada por Fresia Moscoso en Cariquina; unos zarcillos de plata 950, de las ariqueñas María Gómez y Mercedes Mamani, y tres fajas de Isabel Challapa, de Colchane, son las piezas aymaras que llamaron la atención del jurado del Sello de Artesanía Indígena, nueva distinción del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA). "Es muy pronto para decir si la artesanía aymara tiene más protagonismo que la de otros pueblos, porque es la primera vez que realizamos este reconocimiento", señala José Ancan, jefe del Departamento de Pueblos Originarios del CNCA. En total son siete piezas, de cinco de los nueve pueblos originarios, las que obtuvieron este sello. Postularon cerca de 60 artesanos, y los ganadores recibirán hoy el reconocimiento, en una ceremonia que se realizará en la Muestra de Artesanía UC, en el Parque Bustamante. Las otras piezas seleccionadas son una alforja colla, de Eva Bórquez (Tierra Amarilla); un cesto kawésqar con junquillo de una sola hebra, de Gabriela Paterito (Puerto Edén); un chauwe mapuche, pieza utilitaria de cocina, de Ángela Riquelme (San José de la Mariquina), y un Moai Hoa Haka Nana, pieza rapanuí tallada de madera polinésica, por William Atán. "El sello busca recuperar y relevar los conocimientos y oficios artesanales tradicionales de los pueblos indígenas, cuya producción se ha visto menoscabada por factores como la elaboración industrial de este tipo de piezas", dice el ministro de Cultura, Ernesto Ottone. "El criterio de selección surgió de los propios artesanos, que remarcaron la importancia de observar la tradición de sus creaciones, en lugar de la innovación, como ocurre con el Sello de Excelencia a la Artesanía", señala Ancan, advirtiendo que en este ámbito está siempre latente el riesgo de una transformación del oficio artesano e incluso, la extinción de las artesanías. Se analizaron la coherencia de las técnicas y sus materias primas, la autenticidad de la tradición a la que pertenecen y la puesta en valor de su doble función, estética y utilitaria. Cada pieza recibirá $1 millón y estará en el próximo catálogo de artesanías nacionales que se difundirá fuera del país.
