"A Dios lo quieren sacar de la esfera pública"
sábado, 03 de diciembre de 2016
Pamela Gutiérrez
Nacional
El Mercurio
En el documento "Hablar de Dios en tiempos de Francisco", el religioso expresa su preocupación ante la tendencia que -dice- quiere imponer una visión solo centrada en el hombre.
Con la finalidad de "reflexionar en torno a los grandes temas sociales", el arzobispo de Concepción e integrante de la comisión Doctrinal de la Conferencia Episcopal, Fernando Chomali, emitió el mensaje "Hablar de Dios en tiempos de Francisco". En el documento, de cinco páginas, el prelado plantea su preocupación por el ambiente social y cultural, desde donde -plantea- se intenta expulsar el sentimiento religioso. "Hablar de Dios en estos tiempos no resulta fácil, pero sí desafiante y, sobre todo, fascinante. A Dios lo están sacando desde hace un buen tiempo de la esfera pública. Ello se percibe a todas luces en los más amplios campos de la vida social, educacional y cultural. También han intentado sacarlo del corazón de los hombres postulando la fe como un desquicio de la vida personal y social, y constitutivo de una alienación que oprime y quita libertad". Según Chomali, "ha apoyado este intento una visión del hombre antropocéntrica, cuyo horizonte último es el bienestar a toda costa, con el acento puesto en la autorrealización que se vuelve el fundamento absoluto y razón de ser de la vida". Pérdida de ética Otra de las preocupaciones que expresa es que "la ética perdió espacio en el horizonte cultural y se limita a promover la idea de que los actos tienen valor en la medida en que son fruto de la autonomía, que no dañen a otro y que tengan presente la utilidad como referente y máximo valor a alcanzar. ¿Acaso no es esta la razón por la cual las clases de filosofía y teología las quieren hacer desaparecer del horizonte educativo y cultural?". Agrega: "La sociedad, en sus variados aspectos, se ha ido pauperizando, en un claro proceso de jibarización de la dignidad humana y de la cultura. El héroe, el santo, el hombre altruista que mira a lo alto y actúa incluso dando su propia vida, es un ser en extinción; en el mejor de los casos, se le considera alguien digno de aplaudir, pero no de imitar". A juicio de Chomali, "este querer desembarcar a Dios de la cultura comenzó negando el valor de la condición religiosa del hombre como experiencia propiamente humana y social (...) En este contexto cultural, los parlamentos de Occidente terminaron siendo meros notarios de las infinitas antropologías y éticas que pululan por doquier. Si alguno postula la existencia de una realidad anterior a la percepción del sujeto que la aprehende, es tratado duramente. Con ello, la sociedad perdió. Perdieron, sobre todo, los más débiles". Segregación El prelado señala que esta "libertad mal entendida" provoca que cada quien "dibuja" a Dios a su manera. "La ausencia de un referente último en quien fundar la existencia y la convivencia ha llevado a la segregación social y a la violencia como método para resolver los conflictos. El maltrato, cuya peor forma es hacia las mujeres, los niños, los inmigrantes, los pueblos originarios, y tantas otras comunidades, da cuenta de este intento de negar toda verdad objetiva y valores que no se pueden negociar, porque son anteriores al mismo hombre y al Estado. Sin un fundamento metafísico o trascendente que valga para todos y que esté por sobre todos como línea última de interpretación de la realidad, la verdad se diluye, la razón le cede el paso a la violencia y la justicia termina en venganza. ¿No es ese el panorama que vemos a diario y que ha adquirido un verdadero carácter pornográfico?". A este escenario -advierte- se añade que el énfasis en el individuo ha hecho que la sociedad "gire en torno al consumo", de modo que solo priman los índices económicos para medir el desarrollo de un país. "El crecimiento personal está íntimamente ligado al bienestar individual. La desigualdad que trae este modo de organizar la sociedad es muy silenciada". Tras esta reflexión, el arzobispo asegura que el Papa Francisco "tiene clara esta realidad". Chomali sostiene que "el Papa pretende hacer volver la mirada de todos los miembros de la sociedad a aquel que está excluido (...) Lo hace desde el prisma de Jesús. Desde su mirada, los dolores, las angustias de tantos y tantos seres humanos son consecuencia de un sistema que no tuvo como eje al hombre y su dimensión constitutivamente espiritual, sino que la avaricia y la ambición desmedida que se concreta en poder y dinero".
El 28 de mayo de 2011, monseñor Chomali fue nombrado arzobispo de Concepción.
