Carrera presidencial irrumpe en las logias y tensiona a la Masonería
domingo, 27 de noviembre de 2016
El Mercurio
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Ochenta y cuatro años después de presidir la junta de gobierno de la efímera República Socialista, en 1932, el ex senador y ex Gran Maestro de la Masonería Eugenio Matte Hurtado "regresó" a las logias chilenas. Lo hizo en un archivo de audio digital de tres minutos y medio, donde su figura se esgrime como argumento para pedir la "renuncia" de Luis Riveros: ex rector de la Universidad de Chile y actual Gran Maestro de la Orden. En la grabación, que circula en las logias, se recuerda que horas antes de integrarse a la junta de la República Socialista, Matte renunció a la jefatura de la institución de la escuadra y el compás: "Dejó expresa constancia de la incompatibilidad que existía entre su condición de Gran Maestro y la acción política (...). Hoy nos encontramos en una situación diametralmente opuesta. Nuestro Gran Maestro Luis Riveros no solo se ha transformado en un activo analista y comentarista de la contingencia política, sino que ha tomado decidido partido en ella", se oye al inicio del registro. La voz en off corresponde a Claudio Martínez: socialista, ex director de Gendarmería y maestro masón, quien en agosto pasado, a través de una carta a "La Segunda", dio los primeros indicios sobre cómo la carrera presidencial comenzaba a tensionar a la institución. En ella, aludió a una entrevista en que el ex rector había descrito al senador como "candidato de la Nueva Mayoría, más de lo mismo". Qué dice la misiva del ex rector Al interior de la Orden admiten que desde entonces el "ruido" ha crecido. Especialmente después de que el 29 de octubre pasado, Riveros distribuyera en todas las logias una carta en que, a juicio de algunos, lanza su candidatura a La Moneda. "Debe tener prescindencia. Cuando explicita su aspiración a ser candidato, pienso que él debería optar. O es Gran Maestro o es candidato. Pero las dos cosas son incompatibles", sostiene hoy Martínez. Otros, por el contrario, estiman que la misiva ha sido malinterpretada. Y que su objetivo fue precisamente despejar cualquier suspicacia en torno al actuar del ex rector (ver relacionado). En la carta, tras advertir que existe "una grave crisis política e institucional", el Gran Maestro subraya que "he sido consultado en reiteradas oportunidades acerca de mi disposición para llevar adelante una candidatura presidencial". Y continúa: "Sin duda, mi disposición actual podrá proyectarse a una candidatura en la medida en que mis planteamientos puedan ser acogidos por la ciudadanía". Hacia el final del mensaje, plantea que a la espera de la eventual "consolidación" de su apuesta presidencial, "seguiré cumpliendo con mis tareas como Gran Maestro (...), sin comprometer en mis opiniones y acciones a la institución". Guillier se "alejó" de las logias Una parte de la Orden, sin embargo, estima que esta carta y otras recientes acciones de Riveros -entre ellas, algunas entrevistas en medios- generan una superposición inconveniente entre su papel de líder masónico y aparentes aspiraciones políticas. Algunos "hermanos" -como se llaman entre sí los miembros de la institución- advierten, a su vez, un contraste entre los últimos pasos del Gran Maestro y un comunicado de la Gran Logia de Chile (encabezada por él), que data de abril pasado. Allí se planteaba que la institución "no es una secta ni un partido político". Y se advertía que "no estamos de acuerdo con lo publicado en algunos medios respecto a un supuesto apoyo político de la masonería". Ese mismo día, "La Segunda" había publicado un artículo donde se afirmaba que el "presidenciable Guillier" recorría el país de la mano del Partido Radical y de los masones. Precisamente después de ese comunicado, el senador por Antofagasta decidió abstenerse de realizar actividades que pudiesen ser tachadas de "políticas" al interior de las logias. Hasta ese minuto Guillier había efectuado exposiciones acotadas sobre el tema constitucional y la descentralización en algunos templos. En su círculo ha comentado que los planteamientos de la Gran Logia le parecieron un "llamado de atención" más que una "crítica" o un intento por menoscabar su entonces incipiente precandidatura. Bajo esa misma óptica, el senador ha sido cuidadoso a la hora de evaluar los movimientos de Riveros. "No corresponde decirle qué debe hacer ni reprocharle. Es algo que él debe apreciar como Gran Maestro", ha expresado a sus cercanos. Preferencias están repartidas A los miembros más antiguos de la Orden, las actuales turbulencias por el tema presidencial les han recordado -guardando las proporciones- la "división" que se produjo durante la campaña de 1970. Cuando los "hermanos" tomaron posiciones contrapuestas frente a la postulación de Salvador Allende, quien era masón, aunque no Gran Maestro. En los templos dudan de que la actual tensión escale y altere el normal funcionamiento de la Orden, más allá del camino que sigan finalmente Riveros y Guillier. De hecho, comentan que hoy las preferencias de los masones respecto de los distintos presidenciables están "repartidas". Al punto que van desde Ricardo Lagos hasta Sebastián Piñera. Sin perjuicio de que, según reconocen, los aspirantes a La Moneda han evitado "tironear" a la institución, conscientes de que "no es una máquina electoral". Con todo, existe preocupación por la imagen que se está proyectando hacia afuera. Porque como indica el diputado Alberto Robles, radical y masón, los asociados tal vez pueden entender qué dice Riveros como Gran Maestro o como ciudadano. Sin embargo, "al común de la ciudadanía le cuesta hacer la diferencia". Los ex Mandatarios Ricardo Lagos y Sebastián Piñera se cuentan entre las figuras políticas que han participado en debates organizados por la Gran Logia de Chile, mientras "sube la temperatura" de la carrera presidencial.
