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Luciano Cruz-Coke y la apuesta de Evópoli:

"Somos mucho más que figuras conocidas y se va a notar en la próxima elección, como se notó en la municipal"

domingo, 27 de noviembre de 2016


Reportajes
El Mercurio

Lanzado a apoyar la candidatura de Felipe Kast en la interna de Chile Vamos, el ex ministro se apronta a resolver su propio futuro político: "Es una decisión que tomaré antes de marzo", dice, sin descartar una postulación al Senado por Arica. M. Soledad Vial



"El rey del twist ...", comenta un tranquilo parroquiano del café de media mañana. Luis Dimas y Luciano Cruz-Coke se saludan, se abrazan y, con toda la naturalidad del mundo, la escena queda inmortalizada. El ex ministro se mueve con soltura y sin aspavientos desde su mundo histórico, el de actor y gestor cultural, al político, que domina esta conversación y que comenzó a caminar tras dejar el gobierno de Piñera.

La política marcó siempre a su familia, una amalgama entre los conservadores Cruz-Coke y los liberales Carvallo. Y se nota, aunque su "bautizo" lo tuvo en 2012, al fundar Evópoli con otros ex colegas de gabinete, para luego, en 2013, ver frustrado por el Tricel su primer intento senatorial por Antofagasta, cuando ese órgano lo inhabilitó por no haber renunciado al gabinete con un año de anticipación. Hoy sigue pensando que el tribunal fue más allá de la letra de la Constitución. "Muchos expertos validaron que para jefe de servicio, como era entonces el Consejo de la Cultura, no regía el mismo plazo que para ministro", argumenta.

-En cualquier caso, se demoró en decidirse. ¿Le costó dar el paso?

-Lo responsable era salir del gobierno habiendo dejado la Ley de Donaciones Culturales y el proyecto de ley de Ministerio de Cultura listos. Y eso hice.

-Estos años, su participación en política ha sido de medio tiempo. ¿Viene ahora un aterrizaje más pleno, antes de las próximas elecciones?

No se incomoda, pero se nota que la pregunta le suena injusta. "Nos hemos dedicado a recorrer el país, a formar el partido, a darle fuerza y músculo a un nuevo grupo de centroderecha con una visión más contemporánea, más liberal e inclusiva", responde.

"No por nada -continúa- estamos constituidos en las 15 regiones, y tenemos 18.000 militantes. Y no es fácil juntar firmas con el estándar que se puso a los partidos nuevos, con notario presente y aclarando: 'usted no está firmando por las ballenas, está firmando por Evopoli'".

En eso los pilló su primera vara electoral, las municipales. Y hubo frutos: sacaron 38 concejales y 150.000 votos, duplicando a Revolución Democrática y casi triplicando a Amplitud, con quienes quieren medirse en esta etapa.

-¿Demostraron que no son "egópoli", como les decían, que tenían vuelo propio y no eran los mandados de Piñera?

-Claro, "egópoli" -se ríe sincero-. Esto no ha resultado por esa caricatura, sino por el trabajo en terreno, que es la única forma de legitimación de la política hoy. Somos mucho más que figuras conocidas y se va a notar en la próxima elección, como se notó en las municipales.

Recalca que lo dice sin triunfalismos. "No cantamos victoria", agrega. Y, conforme con ello, mañana partirá al sur, para acompañar la primera gira presidencial de Felipe Kast.

-¿Qué rol jugará usted en la campaña de Kast?

-No hemos definido roles en la campaña de Felipe, soy uno de sus voceros y hay un equipo programático que encabezan Ignacio Briones, Hernán Larraín y se integró Camilo Feres. También estamos trabajando los contenidos con el equipo de campaña de Macri, en Argentina.

-Considerando el favoritismo de Piñera y el posicionamiento de Ossandón, ¿qué meta se han fijado?

-Ir a la primaria y ojalá ganarla... Ojo con Fillon en Francia -dice, y hace un guiño-. Constituirnos en alternativa y empezar a construir el proyecto que hemos definido a 20 años plazo. Queremos clavar nuestra bandera y poner temas relevantes para nosotros en política, en lo económico y lo social, para que quien gane los incorpore en su programa.

-De los candidatos que competirían en la primaria, ¿de quién se sienten más lejos?

-No lo pondría en esos términos. Podría decir que no nos sentimos particularmente cercanos de Ossandón, pero entendemos que debemos aprender a tener una cultura de sector, a hacer primarias sin que se transformen en carnicería.

-En eso, la historia los traiciona como sector.

-Conozco la historia de la centroderecha. Por ejemplo, cuando Cruz-Coke fue candidato y también Fernando Alessandri, y ganó González Videla con menos votos que los dos juntos. Nos pasó con Piñera-Lavín. Tenemos que aprender a hacer sacrificios, a trabajar juntos y a administrar nuestras diferencias.

"No hacemos la diferencia por hacerla"

-Evópoli ya ha tenido una serie de diferencias con sus socios; la última, por las renuncias de concejalas UDI y RN que ahora quieren postular a la Cámara. ¿Hay una apuesta intencional por ser más díscolos?

-Hemos sido bastante claros en el tipo de partido que queremos ser: más contemporáneo, liberal, inclusivo. No hacemos la diferencia por hacerla. Cuando pasa lo de las concejalas, me pregunto si a su vez nosotros podríamos haber llevado a nuestras figuras más competitivas para haber sacado 42 concejales en vez de 38, y después renunciar. ¿Cuál es el contrato social que estamos haciendo con la ciudadanía, cuando hay desconfianza y todas las instituciones están en vilo? No es el estándar ético que queremos darle a la política.

-¿Y resistirá Chile Vamos una primaria? La historia reciente también los condena.

-Sé que la historia es mala, pero las relaciones al interior de Chile Vamos a nivel de partidos y humanas son sanas, se ha logrado una cierta institucionalidad, llevar una lista cohesionada en las municipales que nos permitió triunfos importantes. Hay una perspectiva muy buena para esta parlamentaria y presidencial, y es un elemento cohesionador importante.

"Me pareció poco honesto" postular a la Alcaldía de Santiago

-Respecto de su propio futuro, ¿qué camino tomará en 2017?

-Es una decisión que tomaré antes de marzo, pensando en dónde soy más eficaz para el proyecto político de Evópoli. Tengo un compromiso como fundador, y nuestro objetivo es fortalecer el músculo que hemos creado, a través de una mayor votación y más representantes electos.

-Su nombre fue evaluado para postular a la Alcaldía de Santiago. ¿Por qué lo desestimó?

-Me pareció poco honesto. Yo no había realizado el trabajo en terreno para una candidatura que les hiciera sentido a los vecinos; Felipe Alessandri hizo la pega. Si hubiera tomado una candidatura, la habría tomado en alguna comuna vulnerable; en algún minuto acompañé a nuestro candidato a concejal en La Pintana y lo pensé, pero se decidió que no. La coalición terminó haciendo un ejercicio de generosidad que fue el correcto, y así tenemos que enfrentar la política hacia adelante. De verdad, no soy tan ambicioso.

-¿No está en el Senado su ambición? ¿Concretamente en Arica, que ha visitado tanto?

-En Arica tenemos una muy buena directiva regional, un core y me han manifestado interés. Pero es una decisión que tomaré antes de marzo, en conjunto con el partido. Tenemos que afianzar y ojalá ampliar la coalición, con una lista única, igualdad de condiciones para todos y candidato presidencial único; también, estirar la mano a aquellos grupos que por tiempo no han logrado constituirse, independientes como Construye Sociedad, Republicanos, y Ciudadanos, de Andrés Velasco. Sé que a él no le gusta, pero en el largo plazo el eje no va a ser izquierda-derecha, sino socialpopulista y quienes creemos en la democracia liberal.

-¿Y volver a ser ministro en un gobierno de la centroderecha?

-Me encantaría si Kast es Presidente -ríe-... Estoy enfocado a fortalecer este "animal" que creamos. Hay otra gente que ahora puede tomar ese bastón.

74% de aprobación registraba Cruz-Coke cuando, en junio de 2013, dejó el gabinete del Presidente Piñera.

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