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Sebastián Claro, vicepresidente del Banco Central de Chile:

"La inflación estará bajo 3% en una parte de 2017, pero eso per se no justifica un movimiento en la tasa"

domingo, 27 de noviembre de 2016

Silvana Celedón Porzio
Economía y Negocios Domingo
El Mercurio

Respecto del inminente retiro de Estados Unidos del TPP, el economista precisa que lo que le preocupa es que esto sea el inicio de una "ola proteccionista", lo que a su juicio sería negativo para el crecimiento en el mundo.



Esta semana ha sido movida para el Banco Central, organismo que experimentó cambios por adelantado.

Si bien era un "secreto a voces" que su actual presidente Rodrigo Vergara dejaría el organismo antes de finalizar su período como consejero de ocho años, tras la designación de Mario Marcel como timonel de la autoridad monetaria, fue recién este martes que se oficializó.

Sebastián Claro, vicepresidente del Banco Central, destaca el aporte realizado por Vergara durante los últimos cinco años y menciona dos situaciones: "El buen manejo macroeconómico que lideró Vergara en un período marcado por una actividad económica débil y una alta inflación, y un rol colaborativo con el Gobierno, pero manteniendo la independencia", señala.

El próximo en la lista es él. Sebastián Claro cumplirá diez años en el consejo del Banco Central en diciembre de 2017 y hasta ahora dice no tener decidido qué hará una vez que se aleje del edificio de Agustinas 1180. Es más, declara estar 100% concentrado en su actual rol de consejero, el que demanda ir todos los días al banco.

En los últimos días gran parte de la atención de este organismo ha estado en la elaboración del Informe de Política Monetaria (IPoM), que se presentará el 19 de diciembre y cuyos principales cambios vendrían por el lado de una inflación menor a la prevista en septiembre y un escenario externo marcado por los impactos que ha generado la elección de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos.

-Una de las principales preocupaciones del Banco Central hace un año era la alta inflación. Sin embargo, 2017 cerraría con ese tema totalmente resuelto. ¿Dejó la inflación de ser el tema que presenta más riesgos al Banco Central?

"La caída en la inflación es una buena noticia y el hecho de que hoy esté en torno al 3%, y se avizore que se va a mantener en estos niveles, salvo algunos trimestres del próximo año donde la inflación debiese caer más, da cuenta de que el escenario inflacionario está más tranquilo que hace un año, cuando los efectos de la depreciación cambiaria estaban en pleno desarrollo. Ahora la trayectoria de la inflación nunca se da por descontada y, por lo tanto, es la preocupación principal del Banco Central, pero tener perspectivas más estables hacia mediano plazo favorece el trabajo de la política monetaria".

-¿Cuáles son los principales motores que están empujando la inflación a la baja?, ¿son sostenibles o no?

"El principal motor está asociado con la trayectoria cambiaria y ahí hay dos elementos que se conjugan y donde es difícil distinguir el uno del otro. Uno es que el tipo de cambio después de depreciarse muy fuertemente se estabilizó ya por un año, y eso de por sí hace caer la inflación, ya que hay un aumento en el nivel de precios, pero en la trayectoria de la inflación se genera una especie de U invertida. Dos, desde comienzos de este año hasta hace muy poco, las condiciones financieras hacia los emergentes empezaron a mejorar y esto generó una apreciación del peso. Esos son los dos componentes más importantes que explican la caída de la inflación".

"En otros componentes subyacentes, más relacionados con salarios y con presiones de demanda, ha habido una desaceleración lenta de la inflación y que ha ido en línea con un deterioro gradual en las condiciones del mercado laboral y una actividad económica lenta, sin generar grandes presiones deflacionarias".

-¿Cree que la inflación se ubique al cierre de este año bajo la estimación de 3,5% anual que vaticinaron en el IPoM de septiembre?

"Definitivamente, el escenario para la inflación a diciembre -salvo una sorpresa totalmente fuera de las expectativas- es menor a 3,5% y más cercano a 3%".

-Con una inflación controlada, una actividad económica que completaría este 2017 cuatro años de crecimiento promedio anual en torno a 2%, ¿hay espacio para una política monetaria algo más laxa para empujar la recuperación y evitar que la inflación caiga muy por debajo de la meta del Banco Central?

"La política monetaria actúa mirando hacia delante y anclada en las perspectivas de mediano plazo de la inflación, entonces una política monetaria sana debe colocarse en una situación que permita que la inflación esté en torno a 3% hacia el 2018. La inflación estará bajo 3% en una parte de 2017, pero eso per se no justifica un movimiento en la tasa de interés. Lo que podría justificar un movimiento en la tasa de interés es una expectativa de que en 2018 se mantuviese baja la inflación".

"La evaluación que hemos hecho nosotros es que con una actividad aún débil, pero recuperándose lentamente a fines de 2017 y perspectivas de inflación estables a mediano plazo, hasta ahora el impulso monetario ha sido adecuado. Esto podría cambiar si las perspectivas a mediano plazo se modifican".

-Pero el hecho de que el Gobierno presentara para 2017 un presupuesto compatible con la meta de reducir el déficit estructural y al mismo tiempo haya mantenido una gran prudencia en el ajuste de las remuneraciones del sector público, ¿no abriría más espacios para un mayor estímulo monetario?

"El gasto fiscal de 2017 está en línea con lo que nosotros habíamos planificado considerando la convergencia hacia el balance fiscal comprometido por Hacienda; está dentro del marco sobre el cual hicimos nuestras proyecciones".

"El hecho de que los salarios, en general, se estén desacelerando da cuenta de que la economía está en una fase débil del ciclo y eso ha justificado la mantención de una política monetaria expansiva. De pronunciarse la debilidad en el mercado laboral y si se posponen las expectativas de recuperación de la actividad, entonces es posible pensar en un espacio adicional para un cambio en la política monetaria. De existir, ese espacio es bastante acotado. Eso hay que evaluarlo mes a mes".

-¿Hay antecedentes que permitan anticipar un cambio en las perspectivas de mediano plazo?

"Un elemento a considerar es que las cifras de inflación han sido más bajas, lo que en mi opinión ha modificado el balance de riesgos para la inflación. Por otro lado, las cifras que hemos conocido de actividad han estado muy en línea con lo anticipado, y si los efectos expansivos de las políticas en Estados Unidos terminan dominando, esto podría ser favorable para emergentes. Las expectativas de mercado en Chile así parecen incorporarlo. Todos estos elementos hay que ponderarlos adecuadamente".

-¿En qué variables veremos los principales cambios de cara al IPoM que viene?

"No puedo adelantar ningún número, pero lo que hemos visto hasta ahora en términos de actividad, principalmente excluyendo la minería, son números que están muy en línea con el IPoM de septiembre. Hay que ver cómo incorporamos esta perspectiva de una economía norteamericana más dinámica, pero al mismo tiempo con condiciones financieras externas algo más restrictivas. Sumando y restando, pienso que no debiese haber cambios significativos en materia de crecimiento".

"Lo que sí hay que reconocer es que la inflación ha caído más rápido y eso se debería traducir en un período de inflación más bajo la primera mitad de 2017. A mediano plazo, la inflación debiese converger a 3%".

Elección de Donald Trump: "Lo más preocupante es el discurso antiintegración y antiglobalización"

-¿Qué tan viable es el plan económico de Donald Trump?

"A mí no me corresponde evaluar la elección de Estados Unidos y muchas de las opiniones se basan en una disputa que fue muy agria y polémica. Lo que nos corresponde es mantener la cabeza despejada, y descifrar las implicancias macroeconómicas de lo que pudiese pasar. Ahora, lo más preocupante es el discurso antiintegración y antiglobalización. Cuánto de eso se va materializar, es difícil de saber, pero tratando de concretar lo más negativo, sería una tensión mayor con China".

-¿Qué efectos tendrían una mayor tensión?

"Eso sería perjudicial tanto para Estados Unidos como para China, y podría generar tensiones financieras en China, como salidas masivas de capital, que también serían dañinas. Si escalaran las tensiones comerciales con China, habría que prestarle mucha atención".

"Por otro lado, la elección de Trump ha generado la expectativa de una expansión fiscal importante, tanto por gasto como por disminución de impuestos. Y, en general, eso ha sido bien recibido por los mercados".

"El mayor gasto va a presionar las cuentas fiscales en Estados Unidos, pero eso permitirá una recuperación más rápida de Estados Unidos y le dará espacio a la Fed para subir las tasas. Las expectativas de inflación, que estaban muy bajas en Estados Unidos y que antes de la elección ya venían recuperándose, decididamente han aumentado. Por lo tanto, se ha producido una visión en el mercado positiva sobre el corto plazo. Este es un fenómeno que estamos nosotros siguiendo muy de cerca, porque podría tener un impacto positivo hacia emergentes, ya sea por la demanda de Estados Unidos como por su impacto en los precios de los commodities . Ahora, esto viene acompañado de otra situación que hay que mirar con cautela: que las condiciones financieras que enfrentan algunos países emergentes se han deteriorado producto de algunas alzas agresivas de tasas. Todos los elementos hay que sopesarlos para medir el impacto macro a mediano plazo en la economía chilena".

-¿Cree que los capitales salgan de países emergentes como Chile?

"En general, la elección de Trump ha significado dos cosas. Primero, un movimiento generalizado de flujos a Estados Unidos, en la expectativa de una economía más fuerte y tasas más altas. Por otro lado, un movimiento hacia renta variable. Todo ello ha impulsado la bolsa americana y el dólar. Los mejores resultados de las bolsas respecto de la renta fija también se observan en otros países, pero en menor medida".

-¿Pero eso va a impactar o no los flujos de capitales?

"Ya está teniendo impactos en el corto plazo. Tanto la trayectoria de las monedas como medidas de flujo en las últimas dos semanas dan cuenta de una salida de emergentes hacia Estados Unidos".

-¿Debiese eso continuar?

"Es difícil hacer proyecciones respecto de los flujos, pero en materia de precios las tasas largas americanas han subido bastante en el entendido de que la Fed irá un poco más rápido. Si se dan noticias positivas en Estados Unidos y si la nueva administración presenta un programa expansivo y razonable, podríamos ver un poco más de acción en esta dimensión".

"De pronunciarse la debilidad en el mercado laboral y si se posponen las expectativas de recuperación de la actividad, entonces es posible pensar en un espacio adicional para un cambio en la política monetaria".

"Me declaro en proceso de búsqueda de las razones tras el tremendo aumento en el precio cobre (...) Hay que esperar un poco más para entender el fenómeno".

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