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A fines de año se habrán usado $46 mil millones en compra de fármacos:

Gasto en terapias cubiertas por "Ley Ricarte Soto" dejará la mitad del dinero disponible

sábado, 19 de noviembre de 2016

Nadia Cabello
Nacional
El Mercurio

Fonasa asegura que el dinero que no se gasta, se invierte. Agrupaciones de enfermos dicen que procesos administrativos no los dejan acceder a los tratamientos.



El 31 de diciembre se cumple la primera etapa de la ley que creó el sistema de protección financiera para tratamientos de alto costo, bautizada como "Ricarte Soto", que actualmente financia terapias para 11 enfermedades.

Para esta fase inicial, la ley consideró un presupuesto total de $90.000 millones: $30 mil millones en 2015 y $60 mil millones más para 2016. Los recursos dan lugar a un fondo, y bajo esa lógica, el año pasado, la ministra de Salud, Carmen Castillo, advirtió que "estos recursos no se pueden usar con otros fines; por lo tanto, quedan protegidos si no se usan totalmente", para sumarse en el siguiente régimen.

De acuerdo con la información entregada esta semana al Congreso por la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast), a diciembre se habrá gastado en medicamentos un total de $46.778 millones ($1.138 millones de 2015 y $45.640 millones de este año), es decir, el 51,9% del presupuesto total.

¿Qué ocurre con el resto del dinero? Consuelo Celedón, jefa de la unidad de tratamientos de alto costo de Fonasa, dice que "la ley pide que el 20% del presupuesto de cada año quede como fondo se reserva". De esa forma, $18 mil millones se fueron directamente a ese pozo, que se mantiene en el Tesoro Público.

También se enviaron a ese fondo $22.862 millones que no se gastaron el año pasado, y probablemente tengan el mismo destino $2.360 millones que queden este año. "La idea es que el fondo sea sustentable, por lo que la plata que queda se invierte. Si fuera necesario, el dinero se puede solicitar", agrega Celedón, quien asegura que "no hemos dejado a ningún paciente que cumpla con los requisitos sin financiamiento".

Para la diputada independiente Karla Rubilar, "el problema es que se sobreestimó la cantidad de personas que iban a ser beneficiadas en esta fase y, para que la plata alcanzara, el Ministerio de Salud puso mucha letra chica que se tiene que cumplir para acceder a financiamiento. El resultado es que terminamos con gente que no puede acceder a la ley habiendo plata de sobra, lo que me parece inmoral".

El año pasado, el Ministerio de Salud estimó que con las 11 primeras enfermedades incluidas en la ley se beneficiarían más de cuatro mil pacientes, pero el registro de Fonasa muestra que hasta septiembre eran 3.384 las personas beneficiadas.

Pero agrupaciones de pacientes dicen que más que ese cálculo, el problema ha sido que a un año de que la ley entró en vigencia, todavía el ingreso al sistema no es expedito. Myriam Estivill, directora ejecutiva de la Fundación de Pacientes de Enfermedades Lisosomales, explica que "la ley puso requisitos para médicos, hospitales y clínicas que pueden trabajar con los pacientes que entran en la ley, y todavía son pocos. En nuestro caso, por ejemplo, todavía no hay un especialista en el Hospital Carlos van Buren, acreditado para la ley. Eso hace que pacientes que cumplen con todos los requisitos no puedan acceder a la ley, habiendo plata".

Róbinson Cristi, presidente de la Federación Chilena de Enfermedades Raras, plantea que "el Ministerio de Salud nunca ha sabido cuántos son los pacientes que necesitan tratamientos de alto costo, no ha sabido implementar la ley, llenó de condiciones el acceso a los recursos y terminamos con un fondo que no es una solución real para las personas".

Piga Fernández, presidenta de la Fundación Gist (que reúne a pacientes con cáncer), expone además la frustración de saber que quedando recursos disponibles hay enfermedades que no reciben cobertura, como el cáncer: "Me produce desconcierto; la ley no estuvo bien implementada y los recursos no fueron bien usados".

Desde 2017, un nuevo decreto regulará la entrega de tratamientos para tres enfermedades más, totalizando 14.

Un año
El 4 de diciembre se cumple el primer aniversario de la vigencia de la norma.

3.384 pacientes están recibiendo  sus terapias financiadas a través de la ley "Ricarte Soto", según datos a septiembre.

1.138 millones se gastaron  en comprar medicamentos de alto costo en los 27 días que estuvo vigente la ley durante el año pasado. Comenzó a regir el 4 de diciembre.

Tres enfermedades  se sumarán desde 2017 a las 11 que hoy tienen cobertura a través de la norma.

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